Cataluña
El Govern se abre a incluir en los Presupuestos el referéndum unilateral
Junts pel Sí comienza a asumir los planteamientos de la CUP para prolongar la legislatura
Junts pel Sí comienza a asumir los planteamientos de la CUP para prolongar la legislatura
La CUP ya demostró su capacidad de influir en la política catalana apartando del cargo de presidente de la Generalitat a Artur Mas. Carles Puigdemont, en cambio, podría mantenerlo –al menos durante unos meses–, aunque va camino de pagar un precio que no contemplaba: el de convocar un referéndum unilateral de independencia (RUI). Después de varias semanas de ambigüedades y reticencias para impulsar este mecanismo, el Govern se abrió ayer a incluir una partida en los presupuestos para financiar los costes de la organización de estavotación, condenada a acabar en el Tribunal Constitucional (TC) en el caso de que se convoque.
Fue el secretario de Economía de la Generalitat, Pere Aragonés (ERC), un dirigente de la máxima confianza del vicepresidente, Oriol Junqueras, quien dio el paso en esta dirección. «Si hay que poner una partida presupuestaria para el referéndum unilateral de independencia, lo haremos», dijo en una entrevista en Rac1.
Los dirigentes de ERC nunca se han mostrado contrarios a la celebración de un RUI, mientras que los del Partit Demòcrata Català (PDC) –la nueva Convergència– han expresado en múltiples ocasiones sus suspicacias por «los riesgos» que entraña esta operación política. Sin embargo, su coordinadora general, Marta Pascal, evitó corregir a Aragonés y también contempló la posibilidad del RUI. «Siempre hemos dicho que el referéndum uniltareal es una oportunidad, es una opción abierta y que hemos de contemplar y hablar, y por tanto, no es una mala idea contemplarlo en los presupuestos», afirmó desde la Universitat Catalana d’Estiu, en Prada de Conflent (Francia).
Sea cual sea el desenlace de las conversaciones del Govern con la CUP, la polémica interna en el seno de Junts pel Sí está garantizada. Varias voces de la vieja CDC han atacado ferozmente a la CUP en los últimos meses al entender que es una formación deselal. Ayer mismo, el conseller de Cultura, Santi Vila, insistía en que los anticapitalistas no pueden trazar la hoja de ruta del proceso soberanista después de haberse «pasado por el forro los acuerdos suscritos». «La política catalana no la pueden marcar las ocurrencias de sectores extremistas».
Pero lo cierto es que el Govern de Puigdemont no tiene muchas más opciones sobre la mesa si quiere prolongar la legislatura y conseguir que se aprueben los Presupuestos de 2017.
La CUP ya dejó al Govern de Junts pel Sí en la estacada el pasado mes de junio, cuando tumbó el proyecto de Presupuestos de 2016. Este rechazo obligó a Puigdemont a anunciar una cuestión de confianza. Insiste su entorno en que no piensa cerrar un acuerdo con la CUP para superar este trance, pero no tiene más remedio que hacerlo si quiere seguir en el cargo.
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