Barómetro del CIS

Y Rajoy volvería a ganar

El presidente en funciones revalidaría su victoria y, a pesar de perder cinco décimas, sacaríadiez puntos deventaja a Sánchez. El PSOE es el único que sube y las fuerzas de la llamada «nueva política» pierden 2,5 puntos en total: 1,5 Unidos Podemos y un punto los de Rivera

La Razón
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El PP volvería a ganar las elecciones generales si se celebrasen hoy, con el 32,3 por ciento de los votos, cinco décimas menos que el 26J, y bajarían también Unidos Podemos y Ciudadanos, según el barómetro del CIS.

Mariano Rajoy ganaría de nuevo las elecciones con casi diez puntos de ventaja sobre la segunda fuerza política, el PSOE, según los resultados del barómetro que el CIS hizo público ayer. El estudio refleja la intención de voto en España cuatro días después del 26-J, cuando el presidente del Gobierno en funciones ya había comenzado la ronda de contactos con los líderes del resto de partidos políticos.

El barómetro describe un mapa electoral sin apenas cambios con respecto a las últimas elecciones generales y, por tanto, habla a las claras de un escenario político en el que el bloqueo sigue reinando al no haber una opción clara de gobierno. El Partido Socialista es el único que experimenta un leve repunte, pero las casi cinco décimas –pasa del 22,66% logrado el 26-J al 23,1%– que gana no varían significativamente su peso en el Congreso. Igual de poco relevante es el retroceso experimentado por el Partido Popular, que tendría el apoyo del 32,5% de los electores, frente al 33% del 26-J.

Sería apresurado achacar la leve caída del PP y el ligero ascenso del PSOE a un reflejo en sus electorados de la política de pactos tras las elecciones. El hecho de que la oleada de entrevistas en las que se basa el estudio empezara el 1 de julio invita a pensar que las pequeñas variaciones son más bien una reacción directa a los resultados del 26-J. En el caso del PP, sería una pequeña rectificación del sorprendente avance de los populares en las últimas elecciones, donde llegaron a los 7,9 millones de votos y subieron en 14 su número de escaños. Por otra parte, el moderado ascenso de los socialistas podría deberse a la razonable euforia en el electorado socialista producida por mantenerse como la principal fuerza de la oposición y frenar en seco el ascenso de Unidos Podemos. En cualquier caso, el portavoz de economía en el Congreso del PSOE, Pedro Saura, se apresuró a intrepetar los datos del CIS como un espaldarazo a la estrategia del «no» de Pedro Sánchez y a «la política mantenida durante las últimas semanas».

La caída más abultada la sufriría la formación liderada por Pablo Iglesias, que logró un 21,1% en las generales de junio junto a sus confluencias en Cataluña, Valencia y Galicia y que caería un punto y medio, hasta el 19,6% si se repitieran las elecciones. De esta manera, la quimera del «sorpasso» –que se daba por descontado durante toda la campaña previa al 26-J– quedaría aún más lejos para los de Iglesias ya que la brecha entre Unidos Podemos y el Partido Socialista se ensancharía hasta los tres puntos y medio. Basta un vistazo a los resultados del estudio de intención de voto para concluir que las expectativas levantadas por Iglesias y Garzón cuando hicieron pública la confluencia de Podemos e Izquierda Unida se han materializado en desencanto entre su electorado: al decepcionante resultado del 26-J se suma ahora una marcada tendencia a la baja que parece apuntar a la pérdida de vitalidad del proyecto político de la extrema izquierda. El socialista Saura hizo una lectura alternativa. Para el portavoz del PSOE se trata de un castigo por parte de los votantes progresistas al haber imposibilitado Pablo Iglesias la formación de un gobierno alternativo al de Rajoy por mantener su veto a Ciudadanos. «Eso lo va a llevar siempre en su carrera política», sentenció Saura. Para Bescansa, responsable de Análisis de Podemos, la pérdida de Unidos Podemos no es relevante y se encuentra dentro de los márgenes de error típicos de este tipo de estudios de intención de voto.

El barómetro del CIS tampoco trajo buenas noticias ayer a C’s. El partido liderado por Albert Rivera acusaría su falta de definición ideológica y se deja un punto porcentual con respecto a las generales y pasaría del 13 al 12 por ciento de los votos. Mientras que los partidos del bipartidismo se mantienen, las dos fuerzas de la autodenominada «nueva política» se dejan dos puntos y medio en el primer barómetro celebrado tras un 26-J en el que ya retrocedieron significativamente.

La evolución de las principales fuerzas nacionalistas también se cuenta por décimas. Esquerra Republicana de Cataluña ganaría tres décimas, pasando del 2,6 al 2,9. Estas tres décimas de ganancia tendrían su reflejo negativo en Convergència, que bajaría del 2 por ciento al 1,7% de los sufragios. El Partido Nacionalista Vasco, por su parte, revalidaría el 1,2% de los votos que logró el 26 de junio.

El estudio del CIS constó de 2.500 entrevistas celebradas durante los 11 primeros días de julio de 2016 a españoles mayores de edad residentes en 255 municipios diseminados por todas las comunidades autónomas españolas.