Crisis del PSOE
El PSOE salda su crisis con cambios cosméticos en la dirección
Rubalcaba: «Mi contrato es hasta 2016. Tengo ganas y fuerza y voy a cumplirlo»
¿Quién habló de catarsis?, ¿quién apuntó primarias?, ¿quién dibujó sobre el papel un congreso extraordinario?, ¿quién se precipitó en sus movimientos para la sucesión? Todo esto se esfumó. Es lo que tiene el PSOE que cuanto más bulle en los conciliábulos menos hierve en sus órganos de dirección. Tres crisis consecutivas –PSC, PSdG y Ponferrada–, una notable pérdida de credibilidad, un liderazgo en cuestión, unos cuadros divididos... ¿Y? Una solución para salir al paso, una operación cosmética, una respuesta para ganar tiempo al tiempo y un reconocimiento implícito de que la guardia pretoriana del secretario general necesita refuerzo. Eso es lo que pasó ayer en la Ejecutiva Federal del PSOE. Nadie dijo dentro lo que acostumbra a decir fuera y Rubalcaba confirmó los nombramientos adelantados ayer por LA RAZÓN. Ramón Jáuregui se incorpora a la dirección como delegado federal en calidad de coodinador de la Conferencia Política para evitar así que el nombramiento tenga que pasar por el Comité Federal. La valenciana Carmen Montón y el riojano César Luena a la dirección del grupo parlamentario en el Congreso y la navarra María Chivite a la del Senado. Poco más... Bueno sí, también salió del cónclave una nueva Comisión de Garantías de Igualdad que presidirá la consejera de Estado Amelia Valcárcel, feminista y profesora de la Universidad de Oviedo, que asesorará a la Ejecutiva en en materia de igualdad y en la qu estarán históricas dirigentes como Carmen Alborch, Francisca Sauquillo, Amparo Rubiales y Rosa Conde, además de Ángel Gabilondo y Antonio Camacho.
Rubalcaba pasa así, sin apenas rasguños, la enésima convulsión interna desde que llegó a la secretaría general; Elena Valenciano, como hemos venido contando estos días, sale reforzada –en detrimento de Óscar López– y tutelará la organización del PSOE, incluido el grupo parlamentario en el Congreso. Así lo había pedido el presidente andaluz, José Antonio Griñán, y así ha entendido Rubalcaba que debe ser para que él tenga más visibilidad y se ocupe sobre todo de la agenda social.
En la reunión nadie habló de primarias ni de modificaciones de calendarios, pero preguntado en rueda de prensa, Rubalcaba se mantuvo firme en que cumplirá su contrato con el partido hasta 2016, dijo no sentirse debilitado y justificó los cambios en la necesidad de que el PSOE sea más eficaz y evite errores. ¿Primarias? Después de las europeas. En resumen, y como dijo alguien ayer, «el elefante parió un ratón». Ahora, a esperar la próxima. Pero Rubalcaba avisa: «Me quedan ganas y fuerza».
Bases para un acuerdo con el PSC
Ni primarias, ni congreso, pero la Ejecutiva Federal habló de su proyecto político para España, de un acuerdo por el empleo, de la pobreza y el riesgo de exclusión... y de las relaciones con el PSC. Nada se avanzó. Tan sólo se aprobó un documento que sienta las bases para un acuerdo y que incluye cuatro puntos: la voluntad de continuar juntos, la necesidad de revisar las relaciones respetando los principios de simetría, reciprocidad y autonomía ; el compromiso de abordar una reforma constitucional que debe ir más allá del asunto territorial y la constatación de que las divergencias sobre el derecho a decidir no pueden resolverse al margen del diálogo entre Cataluña y el resto de España. Rubalcaba apostó claramente en este sentido por un nuevo modelo de convivencia que acabe con las tensiones territoriales.
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