El Rey, listo para su intervención: «Vuelvo al taller»

El Monarca hizo gala de su buen humor en vísperas de su operación. Recibirá hoy credenciales de 16 embajadores horas antes de ser intervenido

Apenas 24 horas antes de ser intervenido, el Rey mantuvo ayer una audiencia con los presidentes de las cámaras de representantes y consejeros de Marruecos. A las 19:30, el Jefe de Estado salió de su despacho para recibir a la delegación marroquí en el salón de audiencias de la Zarzuela y transmitió con su constante sonrisa un estado de tranquilidad y ánimo antes de ser intervenido quirúrgicamente por quinta vez en un año. Tras saludar a los periodistas, hizo gala de su habitual sentido del humor en los momentos previos a una operación. Si en la pasada cumbre Iberoamericana de Cádiz Don Juan Carlos anunció que volvería a «pasar por el taller» por «problemas de mecánica» –recurso que también ha utilizado en otras ocasiones prequirófano–, el Monarca no quiso ayer romper con la tradición y bromeó con los periodistas: «A esta hora de audiencias y mañana, al taller». Apoyado en dos muletas, quiso y pudo prescindir de ellas durante los saludos.

Si precisamente el Rey tuvo que posponer la anterior operación a que se celebrara la Cumbre Iberoamericana, este año sus compromisos institucionales le han vuelto a condicionar su «parada en boxes». Este periódico ya informó de que el Rey ingresaría en el centro privado Quirón de Madrid hoy por la tarde, dato que se confirma, ya que a las 12:30 de la mañana el Rey tendrá otro acto dentro de Zarzuela: la recepción de las cartas credenciales de 16 embajadores. De este modo, el formato cambia completamente; en lugar de ser en el Teatro Real y procederse tras la entrega a una reunión personal con los nuevos embajadores, será en Zarzuela, y la primera puesta de contacto institucional se hará en común. Este acto no constó en la agenda del Monarca hasta el día de ayer, cuando se descartó cancelar el encuentro debido a que los altos diplomáticos no pueden ejercer si no han recibido las cartas credenciales que sólo puede entregarles el Jefe de Estado.

La última actividad institucional del Rey unas horas antes de ponerse en manos del cirujano Miguel Cabanela debido a una infección en la cadera izquierda. Tal y como se informó en la rueda de prensa del pasado viernes para anunciar la operación del Monarca, no se sabe si ésta se hará en uno o dos tiempos, por lo que el tiempo y el desarrollo de la intervención son todavía una incógnita, así como a la hora en que se llevará a cabo. Fuentes de la Institución aseguran que se avisará a los medios de comunicación en el momento en que Don Juan Carlos entre en planta. Según las mismas fuentes, se le reservará un ala del centro privado, lo más alejada posible por motivos de seguridad, donde estará su habitación, y se reservarán asimismo las más próximas. Al igual que ha ocurrido en otras ocasiones, las precauciones se extreman ante una operación del Jefe de Estado, y el dispositivo de Seguridad de la Casa Real se encuentra operativo en la zona desde hace más de un día.

Zarzuela irá informando hoy del estado del Rey según se conozca el resultado de la operación, tras la que, según informó Cabanela, permanecerá una semana como máximo ingresado en el hospital. El periodo de recuperación oscilará entre dos y seis meses, durante los que la Casa Real insiste en transmitir un mensaje claro: el Rey no quedará inhabilitado para ejercer sus funciones constitucionales.

Ayer, durante el saludo a sus «invitados» marroquíes, el Rey intercambió unas animadas palabras en francés con el embajador de Marruecos en España, Ahmed Ould Souilem, al que le aseguró haber hablado un día antes con el Rey de Marruecos. «Me ha llamado para preguntarme cómo estoy», le contó y añadió haberle transmitido su intención de superarse y mirar hacia adelante.

Antes de que todos –a la recepción también acudieron el presidente del Congreso, Jesús Posada, y el del Senado, Pío García Escudero– accedieran al despacho del Monarca, éste se giró nuevamente a los periodistas para despedirse por poco tiempo: «Bueno, pues hasta mañana. Podéis venir de mecánicos».