Berlín

El escaño neonazi eclipsa la victoria de Merkel

Los euroescépticos del AfD irrumpen con siete diputados. Los socialdemócratas de Schulz recortan distancias

La canciller alemana, Angela Merkel, en el momento de depositar su voto
La canciller alemana, Angela Merkel, en el momento de depositar su votolarazon

Aunque el bloque conservador de la canciller Angela Merkel ganó ayer las elecciones europeas, su triunfo deja un sinfín de dobles lecturas para unos comicios marcados por el avance del euroescepticismo y la entrada del partido neonazi alemán en la Eurocámara. Pocas veces unos comicios en Alemania se habían saldado con tal número de vencedores y con un triunfo tan agrio. De hecho, y a pesar de que la UDC de Merkel fue, con el 30,2% de los votos, la fuerza más votada, quedó retratada como la gran perdedora al anotarse su peor resultado en unos comicios europeos, lo que supone perder siete escaños en la Eurocámara. Por el contrario, el Partido Socialdemócrata, pese a quedarse a ocho puntos de los conservadores, experimentaba, con un 6,5%, un espectacular avance. Un repunte que, sin embargo, y como compañero de coalición en el Gobierno federal, no habrá sentado tal mal a la canciller como la irrupción del partido antieuro alemán, Alternativa por Alemania, que obtiene siete escaños, o el ascenso del temido partido ultraderechista NPD que, por primera vez, sentará a uno de sus miembros en la Eurocámara. Los euroescépticos Votantes Libres, Los Piratas, el Partido para la Protección de los Animales, el Partido de la Familia y los ecologistas del ÖDP también tendrán sitio en Estrasburgo a raíz de la decisión del Constitucional alemán de anular el límite de votos exigido para optar a un euroescaño.

Aunque ayer era difícil encontrar a un solo ganador, los medios alemanes no titubearon en señalar a la canciller, más que como la perdedora, como la responsable ahora de poner orden en el puzle con vistas a formar un gobierno en la Eurocámara. Para la prensa alemana, se avecinan tiempos revueltos para Merkel, quien tendrá que acometer alguna reestructuración interna, amén de rediseñar la estrategia de su formación e, incluso, apostar por algún acercamiento con alguno de estos partidos que, aun pequeños, prometen alzar la voz en la Eurocámara. Por lo que pudiera pasar en las urnas, Merkel ya dejó caer en campaña mensajes que apuntaban que la elección del presidente de la Comisión no obedece a ningún automatismo; incluso llegó a asegurar que la UE no es una unión social. Algo que, con los datos de estos comicios, ya muchos entienden como un puente que la acerca a quienes, como Alternativa por Alemania, reniegan del conjunto del proyecto europeo.