Tomás Gómez

Elecciones en noviembre

Hay posiciones en el PSOE favorables a gobernar con Bildu o facilitarles la investidura

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante la clausura del Congreso extraordinario del PSPV, en El Invernadero-Arrecife, a 24 de marzo de 2024, en Benicàssim, Castellón.
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro SánchezRober SolsonaEuropa Press

La caída de Sánchez está siendo acelerada por dos asuntos: la fortaleza que ha dado al independentismo catalán y el «caso Koldo», y varias torpezas consecutivas. Puigdemont y Junqueras están dejando claro lo que todos sabíamos, que la amnistía es la antesala para el referéndum. La ilusión de que Illa pudiese contar con el apoyo de ERC se ha desvanecido a medida que los discursos independentistas han coincidido en la radicalización. Si los números salen, habrá Gobierno separatista, en otro caso, la situación será de ingobernabilidad.

En cuanto al caso de corrupción, la información revelada por The Objective apunta a que la Fiscalía tapó el asunto para que no perjudicase al PSOE en las elecciones. El asunto es la máxima gravedad porque sería poner las instituciones del Estado al servicio de un partido y porque es muy probable que Sánchez tuviese conocimiento del asunto en el momento de elaborar las listas, tomando medidas solo cuando el asunto estalló. Por otra parte, la decisión de mantener a Ábalos y apostar por Armengol para la Presidencia de las Cortes serían de extremo cinismo político.

Ambos barrizales serían suficientes para hacer caer a cualquier Ejecutivo pero, además, hay otros frentes en los que la táctica es equivocada. Cada vez que Sánchez ataca al novio de Ayuso, no es consciente de que pone el foco en los negocios de Begoña Gómez.

Otro temporal que tiene a la vista el PSOE, son las vascas. PNV y Bildu están en un pañuelo y la tendencia de los abertzales es ascendente, de manera que no se puede descartar la victoria de los herederos de ETA. Hay posiciones en el PSOE favorables a gobernar con Bildu o facilitarles la investidura. Sánchez ha dinamitado el PSOE desde dentro. Ha violentado todo lo que identificaba a un partido centenario no para reconstruirlo, sino para usar los escombros en interés propio. No aguantará mucho más allá de verano, noviembre es una fecha probable de elecciones legislativas, después vendrá un largo camino por el desierto. Muchos errores durante mucho tiempo requerirán muchos más aciertos durante más tiempo.