Doctrina Parot
Encarnación Caballo: «Que los jueces piensen qué harían si les destrozaran a su hija»
Madre de Olga Sangrador, una menor violada, torturada y asesinada por un pederasta
Era la alegría de sus padres, la sonrisa de Villalón de Campos (Valladolid), la ingenuidad de los 9 años, los besos que se estallaban en la mejilla de sus hermanos, el taconeo de unos zapatos de sevillana por vestir en carnaval... Para Juan Manuel Valentín Tejero, un pederasta en la calle con un permiso penitenciario, Olga Sangrador era su próxima víctima. La «doctrina Parot» impidió que el asesino de la niña saliera en marzo de 2012 a la calle.
–¿Qué significó para usted la «doctrina Parot» cuando le dijeron que el asesino de su hija estaba a punto de salir de prisión?
–Fue un descanso total. Me parecía muy poco tiempo para que saliera de la cárcel. ¿Cómo iba a salir si casi ayer habíamos enterrado a Olga? Estaba con el miedo inminente de que este tipo salía. Nos quedamos más tranquilos al conocer que seguiría en prisión porque ya no podría hacer daño a ninguna otra persona. El daño que nos ha hecho ya no nos lo quita nadie, pero lucho para que no haga a ninguna familia. Mi hija se merece que su asesino esté en la cárcel.
–El asesino de su hija estaba en libertad por un permiso penitenciario...
–Le dieron un permiso que no debieron concederle y salió a por una víctima. Así lo declaró: dijo que la próxima que encontrara la mataría para que no le delatara y lo hizo con toda la intención. Aparte, las horas que retuvo a mi hija la hizo sufrir. Cuando pienso en nietos, o en mi hija, siempre tengo claro que este asesino sólo merece que lo maten, como él hizo.
–Ahora se baraja que la «doctrina Parot», sea derogada. ¿Qué siente?
–Deberían pensar un poco en los casos que hay, en las familias, en nuestro sufrimiento. Si han asesinado a cuatro o cinco personas... ¿por qué tienen que cumplir sólo por uno? No puede salir tan barato matar, ni ensañarse con una niña como pasó con mi hija. Los asesinos tendrán que cumplir por todos los asesinatos que han hecho. El que mató a mi hija lo hizo con toda la intención, la violó, la asesinó, la remató... Si esta norma es para los que actúan con alevosía, creo que se debería seguir manteniendo.
–Si tuviera delante al Tribunal de Estrasburgo –que va a decidir el miércoles sobre la derogación de la «Parot»–, ¿qué le diría?
–Que si son padres o abuelos, piensen un poco en que cualquiera de sus hijas o nietas tuviera 9 años, que fuera una niña inocente a la que le hicieran todas las cosas horribles que le hicieron a Olga: secuestrarla, violarla, torturarla, asesinarla, rematarla... Tenía hasta las manos y los pies destrozados. Que se pusieran sólo un instante en la piel de lo que sufrió mi hija, de lo que sufrieron sus hermanos y de lo que hemos sufrido sus padres.... Porque yo cada día la echo más de menos, la necesito cada día más. Que piensen la de casos como el de Olga que se podrán evitar, porque estos asesinos tendrían que estar más tiempo en la cárcel o no salir nunca.
–¿Confía en la Justicia?
– He discutido mucho con los jueces. Siempre les decía que o la ley está mal o la aplican mal. Yo pedía los derechos de mi hija, porque ella ya no tiene ningún derecho, sólo tiene derechos su asesino; porque mi hija ya está muerta. No he perdido la fe en la Justicia sino que hay administradores que no saben o no lo hacen como yo creo que debería ser.
–¿Cree que la «Parot» vulnera los derechos humanos como alega la etarra Inés del Río, con 23 asesinatos a sus espaldas?...
– Creo que ellos no tienen ningún derecho, porque ellos no son humanos, ellos matan. Las personas que matan no tienen humanidad. Por eso se tienen que aplicar unas leyes y que paguen por lo que hacen. ¿De qué humanidad habla una terrorista con 23 asesinatos? Creo que un tribunal no puede tener en consideración la reclamación de una persona que ha matado y que quería seguir matando... El asesino de mi hija sabía lo que iba a hacer, igual que lo saben los terroristas cuando van a asesinar.
–¿El asesino de su hija se ha arrepentido?
–Nunca ha mostrado ni que se arrepentía ni tampoco que se quisiera apuntar a los trabajos para ello. Tampoco nos indemnizó.
–¿Cómo recibió la noticia cuando le dijeron todo lo que había sufrido Olga?
–Cuando llegaron las cinco de la mañana y no encontramos a Olga, yo sabía que a mi hija la habían cogido y la habían matado. Tardé unos años en leer la sentencia porque no podía. Hay una parte de mi vida que la he olvidado, sólo comía, iba a trabajar y volvía. Me olvidé de vivir, he perdido años de mi vida por culpa de la falta de mi hija. Tuve incluso que estar en tratamiento psiquiátrico, perdí parte de mi memoria porque vivía como una autómata por el tratamiento.
Recuerdo que esperaba a mi hija y ella no llegaba... Lo hemos pasado muy mal. No hay día en el que con cualquier cosa no la recordemos. Era la niña de la casa.
–¿Teme encontrarse con el asesino un día?
–Más vale que no se cruce en mi camino, porque creo que lo mataría. Y espero que nunca se cruce tampoco en el de mis hijos... porque no sé lo que podría pasar... Cuando te dicen que puede salir de prisión se te remueve todo. Estos días lo hemos pasado muy mal porque hace poco fue su cumpleaños... Nos hace mucha falta.
¿Cómo recuerda a su hija?
–Como una niña muy alegre, hablaba con todo el mundo... Vivo en un pueblo, nos conocemos todo el mundo. Siempre pensaba que en la calle, al lado del restaurante que tenía, no pasaría nada. Solían juntarse en la plaza del pueblo unos 20 niños a jugar y mi hija siempre volvía a las 22:00 a casa, nunca le dejaba más. El día que le dejé más tiempo de lo debido, se la llevó. Cierro los ojos y la veo sentada en las piernas de mi madre, jugando con ella, o que viene corriendo por la calle, que viene a abrazarme. Solía repetir que su papá era el más guapo del mundo.
–¿Qué hizo para seguir?
En Navidad di todas las cosas de Olga a Cáritas. No soy de las que abren la habitación y se recrean. Tengo a mi hija en mi pensamiento y en mi corazón.
En prisión hasta 2025 por la «Parot»
Cumplía condena por tres abusos a menores cuando salió con un permiso en 1992 y asesino y violó a Olga Sangrador. Condenado a 52 años de cárcel, no recuperará la libertad hasta 2025 gracias a la «doctrina Parot», que establece la reducción de condena sobre la base de los delitos y no sobre el total.
✕
Accede a tu cuenta para comentar