Congreso

ERC se desmarca de Irene Montero en el «sí es sí» y buscará mejorar la reforma del PSOE

Los republicanos se alejan de los intentos de Podemos por pactar enmiendas conjuntas y trabajan con colectivos afectados

Irene Montero, Ministra de Igualdad durante la sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados
Irene Montero, Ministra de Igualdad durante la sesión de control al gobierno en el Congreso de los DiputadosAlberto R. RoldánLa Razón

Si nada cambia, la reforma de la Ley de Libertad Sexual (conocida como «solo sí es sí») se aprobará el próximo 20 de abril en el Congreso y la semana siguiente recibirá el plácet del Senado. A estas alturas, la ley parece tener el camino allanado porque la derecha se ha comprometido a apoyarla ante la alarma social que ha generado que agresores sexuales se hayan beneficiado penalmente de la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero.

Sin embargo, más allá de su aprobación final y el endurecimiento de penas, también será relevante cuál es la foto de la mayoría que da respaldo a la ley. Durante la primera votación de la toma en consideración, los socios habituales del Gobierno se dividieron: PNV y PDeCAT se alinearon con el PSOE, mientras que ERC y Bildu lo hicieron con Podemos. No obstante, las cosas pueden empezar a cambiar porque los republicanos tienen intención de presentar sus propias enmiendas y tratar de mejorar el texto legislativo, lo que les acercaría al bloque del PSOE.

Según explican algunas voces de Esquerra, el voto en contra durante el debate de toma en consideración fue un «voto protesta» ante el caos y la división que reinaba en el Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos, pero ahora dejan atrás esa postura para aspirar a mejorar la proposición de ley impulsada por los socialistas con enmiendas. ERC está centrado en las enmiendas ahora y, para ello, están hablando con los colectivos afectados para atender recomendaciones o peticiones.

En este sentido, cabe decir que el «no» de ERC en la toma en consideración fue por cuestiones políticas, pero tampoco comparten técnicamente el texto propuesto por el PSOE y, de ahí, la voluntad por introducir enmiendas que lo mejoren. Cabe recordar que Esquerra, junto al PP y PDeCAT, fueron los únicos partidos que ya advirtieron durante la tramitación parlamentaria de la Ley de Libertad Sexual de los «efectos indeseados» que ha acabado teniendo la norma en la aplicación de las penas por unir los delitos de abuso y agresión sexual.

Bildu también está predispuesto a presentar enmiendas, pero su cambio de posición con respecto a la toma en consideración está algo más alejado. Los abertzales aseguran que probablemente presentarán enmiendas junto a ERC y, por este motivo, ambas formaciones pidieron el pasado martes ampliar el periodo de enmiendas. De momento, el PSOE ha tenido un gesto con Esquerra y Bildu al ampliar el periodo de enmiendas, pero tampoco está habiendo conversaciones con ambas formaciones, aunque más tarde o más temprano tendrá que haberlas.

El periodo de enmiendas se ha prolongado hasta el 10 de abril, margen suficiente para que haya negociaciones antes de que se someta el texto nuevamente a votación.

El paso de Esquerra deja, sobre todo, con mayor soledad al partido de Montero en la pugna con el PSOE en un ámbito muy sensible para la izquierda, como es Igualdad. De hecho, Podemos ha intentado negociar enmiendas con Esquerra para presentarlas conjuntamente, pero los republicanos se han negado y prefieren ir por su propia vía. Podemos ha hecho una dura oposición contra la ley presentada por el PSOE porque es una enmienda a una iniciativa propia y se antoja muy complicado un viraje de aquí a la votación final. La única señal de apertura que ha dado el partido ha sido celebrar la ampliación del periodo de enmiendas. También, cabe decir que, dentro del grupo parlamentario, se han ido constatando diferencias sobre cómo abordar la cuestión del «sí es sí»: coincide que los más próximos a Yolanda Díaz (principalmente, los Comunes, con Jaume Asens a la cabeza) se han mostrado siempre más predispuestos a reconducir la situación y tratar de virar de posición.

También es cierto que habrá que ver hasta qué punto cede al PSOE para granjearse el apoyo de Esquerra y Bildu y tratar de escorar a la izquierda la foto de la aprobación de la ley del «solo sí es sí» porque el PP y Vox, determinantes en la votación, también han advertido que estarán muy vigilantes a posibles cambios que se puedan introducir. Los populares también van a presentar enmiendas (tienen una docena preparada) y van a exigir comparecencias de expertos para contar con voces que conozcan bien la materia y evitar que se reproduzcan errores. El punto de partida de la reforma legislativa impulsada por el PSOE es un texto prácticamente calcado a una proposición de ley que presentaron los populares en diciembre, por lo que es comprensible el posicionamiento que han tenido los de Alberto Núñez Feijóo hasta ahora. No obstante, el PP exige también una aceleración de los plazos para aprobar la norma.

En cualquier caso, el plazo de enmiendas para la ley concluye el próximo 10 de abril y, hasta ese momento, los grupos parlamentarios tienen margen para moverse y negociar. A partir de ahí, la semana del 13 de abril está previsto el debate y aprobación en la Comisión de Justicia y, ya el 20 de abril, iría a Pleno. La semana siguiente quedaría elevada al Senado y, si no hay cambios, quedaría aprobada definitivamente y entraría en vigor de inmediato.