Valencia

Francisco Camps: «No voy a hablar del PP, pero Barberá es más del partido que sus siglas»

El ex presidente de la Generalitat valencina considera a Rita Barberá una parte importante de la historia de Valencia «porque luchó siempre por conseguir lo que es hoy».

Francisco Camps: «No voy a hablar del PP, pero Barberá es más del partido que sus siglas»
Francisco Camps: «No voy a hablar del PP, pero Barberá es más del partido que sus siglas»larazon

El ex presidente de la Generalitat valencina considera a Rita Barberá una parte importante de la historia de Valencia «porque luchó siempre por conseguir lo que es hoy».

-Después del «shock» y la tristeza por la muerte de Rita Barberá, quizá ahora llega el momento para la reflexión...

-Ha muerto una alcaldesa inolvidable. De época, la mejor que ha tenido la ciudad de Valencia, irrepetible. Era la alcaldesa de todo el pueblo porque, además de quienes la votábamos, que eramos mayoría, todo el mundo la quería. Estoy convencido de que quienes no la apoyaban le tenían cariño y afecto. Por eso ha trascendido al PP, y también a la ciudad. Era una alcaldesa conocida y querida en toda España. A mi, por donde iba me preguntaban por ella. En la Comunitat Valenciana y fuera de aquí.

-¿Cómo ha evolucionado Valencia durante sus mandatos?

-Se podría resumir en varias frases: de una ciudad grande a una gran ciudad. De una ciudad entrañable a una ciudad atractiva. De una ciudad hermosa a una ciudad envidiada. De una ciudad tranquila a una ciudad cosmopolita. De una ciudad oculta a una ciudad imprescindible. Todo eso es lo que Rita Barberá consiguió hacer de Valencia en 24 años

-¿Por qué cree que la quería tanto la gente?

-Porque ella demostró, desde el primer minuto, que iba a trabajar por la ciudad. Por toda la ciudad sin distinción alguna. Por los barrios, los distritos, las calles y además en todos los ámbitos, los colectores, el transporte público, los jardines, el agua, la movilidad, los ciclistas, los jóvenes, los mayores, las mujeres.... Todos tenían que estar integrados en este gran proyecto de Valencia. Consiguió algo extraordinario. Una ciudad habitable para sus ciudadanos, con todos los servicios de una gran urbe y además muy atractiva a todos los que venían de fuera. Esto es muy complicado. Ciudades como Madrid, París, Londres, Barcelona, Roma son muy potentes, pero los ciudadanos padecen muchas incomodidades por la complejidad de la grandiosidad de la propia ciudad. Pero Valencia consiguió el equilibrio perfecto de ser muy habitable, muy vivible y muy atractiva a la gente que viene de fuera.

-¿Durante todo este tiempo siempre quiso ser alcaldesa?

-Yo he conocido momentos muy importantes que lo ratifican. El presidente Rajoy, vicesecretario nacional del partido, vino en 1991 a proponerle ser la candidata a la alcaldía. Ella no tenía ningún tipo de interés ni intención. Estaba haciendo su carrera política en el Parlamento autonómico y por servicio al partido, porque se lo pidieron, fue la candidata. Un dato que corrobora su lealtad al PP porque la lista electoral municipal no la hizo ella sola, sino que la compartió con la formación regional y nacional. Recuerdo cómo se conformó porque yo era miembro del Comité Electoral Nacional y formé parte de él. En 1996 Aznar la llama para que encabezara la candidatura por Valencia a las elecciones generales, como se lo propuso a Luisa Fernanda Rúdi, a Teófila Martínez o a Celia Villalobos, que eran las grandes alcaldesas que tenía el PP. Y ella dijo que no se quería mover de aquí. Que estaba por la ciudad y por los valencianos y que parecería que su carrera política iba más allá de la ciudad. Rita quería vivir intensamente el proyecto que quería sacar adelante: hacer de Valencia una gran ciudad. Y en mis momentos finales como presidente de la Generalitat, cuando ya iba a dimitir, le dije en el salón de mi casa, delante de Federico Trillo, de Cotino, del conseller Cabré, de mi mujer, si quería ser la presidenta de la Generalitat y me dijo que no con estas palabras: «No quiero sustituirte a ti en estas condiciones después de lo que estás sufriendo, y porque además mi proyecto sigue siendo la ciudad de Valencia, y lo seguirá siendo mientras los ciudadanos y mis compañeros de partido quieran que sea así». Y así fue.

-¿Cuál es la característica que define a Rita Barberá?

-Era una mujer intensa para todo. Para el trabajo, para su amor por Valencia, para su lealtad a España, a los Reyes, al presidente del partido, para su lealtad a los ciudadanos a sus costumbres, a sus fiestas...

-¿Es posible que su lealtad, especialmente al PP, le provocara toda la tristeza que tenía en los últimos meses?

-Por supuesto. Porque, además, el PP es su familia. Donde ella había desarrollado toda su vida, donde materializó su personalidad. Ella es más del Partido Popular que sus siglas. De hecho, era antes del PP que las siglas. Como yo. Los dos procedíamos de AP. Rita y yo somos más antiguos que las siglas del partido. No mucha gente puede decirlo ya.

-¿Usted cree que se encontraba sola?

-Públicamente se encontró muy sola. Esa es la verdad.

-¿Quién la abandonó?

- Yo, desde luego, no. Como tampoco me abandonó ella nunca a mí. Y, como he vivido una cosa parecida... sé lo que se sufre. Mucho.

-¿Con Rita Barberá fue más duro?

- Durísimo. Injustísimo. Con ella se ha sobrepasado lo inhumano.

-¿Cree que alguien debería pedir perdón?

- La decisión de pedir perdón es tán personal que cada cual debe saber lo que debe hacer al respecto. No soy yo quien tenga que enseñar a nadie. No lo he hecho antes y no voy a empezar a hacerlo ahora.

- ¿Debería cambiar algo en el PP de la Comunitat Valenciana?

- Llevo cinco años sin hablar del Partido Popular y no voy a hacerlo ahora.

-¿Qué debería cambiar para que esto no pase?

- El ámbito mediático, la opinión publicada y la irrupción de Podemos son factores que han generado una tremenda crispación y distorsión de la realidad de nuestro país. El 15-M es uno de los peores acontecimientos de la historia de España y hasta que superemos el trauma de esta distorsión democrática que se ha producido con un movimiento antidemocrático la crispación continuará. En el momento en el que la democracia vuelva a situarlos en el lugar que les corresponde y la opinión pública deje de tener en consideración lo que opinan los antidemócratas, la normalidad volverá otra vez a nuestro país. El 15-M vino a romper la convivencia entre los españoles y cuando lo superemos volveremos otra vez a los ambientes de concordia y de convivencia entre todos los españoles.