La Guardia Civil cree que las empresas de "Mon" son ficticias

El producto que ofrecía Ángel Ramón Tejera de León se vendía dentro de la Guardia Civil como "único y novedoso para combatir las humedades". De sus empresas, la de Solocorcho S.L. y la de Impermecork S.L. se dedicaban a una técnica específica de impermeabilización de fachadas y cubiertas que "habían utilizado en muchas comandancias". Pero no eran las únicas que trabajaban con el Instituto Armado, el empresario canario conocido como "Mon" poseía también Angrasurcor S.L. y Canarycork S.L. Todas ellas ahora en el punto de mira del Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid que investiga el 'caso cuarteles'.

El Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil, que dirige la investigación contra este empresario por una presunta trama de corrupción en connivencia con altos cargos del cuerpo, ha acreditado que había otras empresas más cerca de las provincias para las que hizo trabajos "Mon" que también aplicaban esta técnica y que, además, ofrecían mejores condiciones. "Ninguna de las obras de impermeabilización de fachadas y cubiertas mediante la aplicación de corcho proyectado ejecutadas en acuartelamientos de la Guardia Civil por el contratista D. Ángel Ramón Tejera de León, cuenta con la garantía de 10 años ofrecida por el fabricante Depoyec Subertres", expone el sumario al que ha tenido acceso LA RAZÓN. Cabe recordar que el empresario se hizo con un total de 193 contratos de la administración pública para reforma de cuarteles en 13 zonas por toda España.

Los investigadores han escrutado a fondo cada una de las sociedades y creen que todas ellas pueden ser ficticias. Según el registro mercantil, la empresa Angrasurcor está residenciada en una esquina de San Bartolomé-Lanzarote. La Guardia Civil ha comprobado que en ese domicilio lo que hay es una casa. "No se observa ningún centro de trabajo que pueda entenderse relacionado con la empresa ni ningún centro de actividad empresarial", reflejan en uno de sus informes. En algunas de las facturas emitidas por la empresa se muestra otro domicilio de la isla. Un inmueble que "aparentemente", dicen los agentes, es "una vivienda unifamiliar".

De las decenas de facturas que constan en el sumario los agentes se han percatado de que algunas otras se dirigen a la calle Madroño de Sevilla. Pues allí, según el catastro solo hay ocho inmuebles (cuatro a cada lado de la calle) "sin relación con ningún centro de trabajo o de actividad empresarial". A las cuentas de Angrasurcor S.L. llegaron entre 2014 y 2021 más de dos millones de euros.

Asuntos Internos también ha inspeccionado Solocorcho S.L. a la que fueron a parar 518.141 euros entre 2016 y 2019 de distintas comandancias. En este caso el domicilio está supuestamente en la calle Sófora de Madrid. "En este inmueble, aparentemente de viviendas, no se observa ningún centro de trabajo", concluyen. Y lo mismo con Canarycork S.L. con unos 57.668 euros más gracias a obras con la Guardia Civil. La dirección señalaba una calle de Las Palmas de Gran Canaria. Allí hay un impresionante chalé con palmeras y el nombre 'La Casa'. Ninguna empresa.