Informe Afinsa

Guijarro facturó a la empresa 96,6 millones y de 39 no hay ni rastro

La Razón
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Francisco Guijarro fue el principal proveedor de sellos de Afinsa entre 1997 y 2003. En ese periodo facturó a la sociedad filatélica «unos 100 millones de euros».

El imputado Francisco Guijarro fue el principal proveedor de sellos de Afinsa entre 1997 y 2003, hasta el punto de que, en ese periodo, llegó a facturar a la sociedad filatélica «unos 100 millones de euros» (96,6 para ser exactos), según constata el informe pericial. Y eso que, tal y como reseñan los peritos, desde 1998 a junio de 2003, cuando las empresas de Guijarro suministraban a Afinsa casi en exclusiva los sellos de los contratos CIT y CIF (de corta duración), «se ha demostrado que el 92,5% de la filatelia clásica» utilizada en la adjudicación de los contratos CIT «era falsa, estaba manipulada o mal catalogada con el fin de atribuirle un valor muy superior al de la filatelia realmente suministrada». Así consta en diversos informes firmados por los mismos técnicos de la sociedad filatélica, confirmados por los expertos contratados por la Administración concursal para la valoración de sus activos.

La conclusión de los peritos es clara: o los directivos de Afinsa «tenían desde el principio un conocimiento bastante aproximado de la naturaleza de la filatelia suministrada o bien, en el mejor de los casos, no les importaba lo más mínimo la naturaleza de dicha filatelia». Y es que, tal y como subrayan, «en el momento actual no se tiene conocimiento de ninguna demanda civil o querella criminal entablada por Afinsa contra Francisco Guijarro o sus empresas».

En las fechas reseñadas, Afinsa es «el único cliente» de las empresas de Guijarro (a quien Figueiredo llegó a considerar «su mejor amigo»), aunque él declaró ante el juez que «compraba y vendía a más gente».

Del total de fondos ingresados en las cuentas bancarias de las empresas de Guijarro, el 97% procedía de ventas de sellos a Afinsa (96,6 millones), de los que únicamente 15,8 millones (un 16%) se destinan a la compra justificada de filatelia. Otro cinco por ciento, subraya el informe, se destinaba a «retribuciones a miembros de la familia, seguros sociales, tributos y demás gastos, incluidos los derivados de las tarjetas de crédito» (5,6 millones). Del mismo modo, de esos fondos salen al menos 7,7 millones para adquirir «bienes a nombre de los miembros de la familia».

El resto de los fondos (70 por ciento de los ingresos totales) se retiró en «disposiciones en efectivo» desde la apertura de las cuentas y «durante prácticamente todos los meses». El importe total del reintegro en metálico asciende a 69,5 millones. Los investigadores han podido determinar el destino de 30,2 millones: diez en cuentas de Suiza y Mónaco a nombre de la familia Guijarro; 9,5 se encontraron en el registro de su domicilio; otro millón en compra de coches e inmuebles; dos millones en pagos en efectivo a proveedores; otros cinco que no están acreditados en la compra de sellos para contratos PIC y 2,7 más en idéntica situación en la adquisición de filatelia para contratos CIT. De los 39 millones restantes «se desconoce totalmente el destino», afirman resignados los peritos judiciales.