El caso Carromero
José María Viñals: «No pudimos tener acceso a las pruebas del accidente. Sólo valían las de sus peritos»
José María Viñals es uno de los juristas más reconocidos de Cuba. Es, además, un defensor de las causas perdidas, un abogado que sabe moverse entre dos aguas: llevó casos de disidentes cubanos, pero mantiene una buena relación con ciertos círculos del régimen castrista. Por todo esto, la Embajada lo eligió para defender al preso español Ángel Carromero.
–¿Cómo se encuentra Carromero?
–Después de la pesadilla que ha vivido en estos meses, Ángel Carromero se encuentra bien, con ganas de ver a su familia.
–¿Cómo calificaría el proceso judicial llevado a cabo en la isla?
–La sentencia resultó firme cuando el Ministerio de Exteriores y la embajada española asumieron el protagonismo y el liderazgo en las negociaciones con las autoridades cubanas. De todas formas, yo no tomé parte de esas negociaciones, por lo que no tengo constancia de si hubo alguna condición impuesta por las autoridades cubanas. No tengo dudas de que si el juicio se hubiera desarrollado en España el resultado habría sido distinto; aunque dado el caso, se cumplieron de forma excepcional las garantías en Cuba. No obstante, desde la óptica de las leyes españolas falló la capacidad de contradicción, porque en Cuba no pudimos tener acceso a las pruebas del accidente y tuvimos que actuar con lo que los peritos y las fuerzas del orden cubanas determinaron sobre el mismo, como establece allí la legislación. No niego tampoco que haya existido cierta politización de este caso, que se ha desarrollado en tres niveles: uno jurídico y legal, otro mediático y un tercer nivel político. Además, con la especificidad de que había dos políticas, una en España y otra en Cuba, y tan dispares la una de la otra. Por todo esto, optamos por un perfil bajo y así se lo hemos aconsejado a los amigos y familiares de Carromero, que lo han respetado. Ha sido un encaje de bolillos porque, para todos, lo fundamental era que viniera cuanto antes.
–Y ahora, ¿cuáles serían los pasos a seguir?
–Me reuniré con Carromero para perfilar la estrategia de defensa y decidir cuál de las vías posibles que tiene abiertas es la más apropiada, entre las que se encuentra también el indulto. Entendemos que sería aplicable un tercer grado en una de las modalidades más benignas. Nosotros, como defensa, haremos lo posible para que así sea, pero la Junta de Tratamiento de la cárcel es la que tiene, a priori, que adoptar la decisión en un sentido o en otro.
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