La Princesa Leonor, con uniforme, testigo de la rejura de bandera del Rey Felipe VI

Hace apenas siete meses, Doña Leonor, fue quien juró por primera vez bandera en la Academia de Zaragoza ante la orgullosa mirada de sus padres. Este sábado, sin embargo, la Heredera a la Corona ha sido testigo de excepción de la rejura de bandera de Don Felipe VI.

La expectación era máxima y, como no podía ser de otra manera, Leonor ha acaparado todas las miradas. Mientras Doña Letizia presidía el acto desde la Tribuna, la Heredera se formaba en el patio de armas de la Academia desde dónde observó cómo su padre renovaba su compromiso con España. El Rey juró bandera el día 11 de octubre de 1985 en un acto en que fue el único jurando. Ese año, en el mes de diciembre, juró la XLV promoción que fue con la que comenzó su formación militar. Pero la promoción con la que salió de teniente fue la XLIV, que juró bandera en 1984 y es con la que ha rejurado este año al cumplirse el 40 aniversario. Como es tradición en el ejército, las promociones regresan a los 25 años y a los 40 a la AGM para renovar su juramento a la bandera. En el año 2009, siendo Príncipe de Asturias, rejuró con la XLIV promoción pero también acompañó a la XLV promoción en su acto a los 25 años (2010).

Han pasado ya siete meses desde que Leonor ingresó en la Academia y desde entonces se ha adaptado a la vida militar en la Academia. El de hoy ha sido la tercera ocasión en la que padre a hija coinciden en un acto en la academia de Zaragoza, donde la princesa de Asturias ingresó el pasado mes de agosto y en la actualidad continúa su formación como alumna de segundo curso de la academia.

Desde que la Princesa Leonor ingresó en la Academia, la Casa Real ha distribuido hasta en cuatro ocasiones imágenes de la Heredera durante sus ejercicios de entrenamiento. La última vez fue el pasado mes de marzo, cuando su padre fue testigo de las maniobras que realizó, junto a sus compañeros, en el Centro Nacional de Adiestramiento de San Gregorio. También la hemos visto, fusil en mano arrastrándose bajo un alambre de espino o vestida con traje de alta montaña militar, incluido gorro de nieve y braga en el cuello, y sobre unos esquís en una montaña nevada