Audiencia Nacional
La Audiencia tiene «prácticamente terminada» la instrucción del 17-A
El juicio por los atentados se prevé para 2020. Los tres presos yihadistas están más cerca del banquillo ya que la investigación se encuentra en la recta final
La investigación por los atentados yihadistas del 17 de agosto de 2017 se encuentra ya en su recta final. La instrucción está prácticamente finalizada y se espera que en breve se remita a la Sala Penal para que comience la fase que llevará al banquillo a los tres acusados de su relación con esta masacre que permanecen en prisión desde hace ahora dos años.
Así lo manifestaba el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama en los autos donde rechaza la libertad solicitada por los investigados que se encuentran en prisión provisional, en los que aludía, precisamente, a la próxima finalización de la instrucción del procedimiento y en que ello aumenta el riesgo de fuga si se accediese a sus peticiones: «La instrucción de la causa está prácticamente terminada, en breve plazo se remitirá a la Sala, a fin de que se lleven a efecto los trámites pertinentes para su enjuiciamiento», señala al respecto el magistrado.
Esa circunstancia, añade al respecto el instructor, es lo que determina que el riesgo de fuga se haya «exacerbado, debido sobre todo a los graves delitos que se imputan a Driss Oukabir, Mohammed Houli Chemlal y Said Ben Iazza, lo que refuerza la negativa a concederles la libertad provisional. De esta forma, y pese a que finalmente será la Sala de lo Penal la que decida al respecto cuando resuelva los recursos de apelación, todo hace indicar que los tres llegarán presos al inicio del juicio oral.
Una vez que el juez remita el procedimiento a la Sala, se dará traslado al fiscal y a las acusaciones para que presenten sus calificaciones provisionales y, posteriormente, se hará lo propio con las defensas. Fuentes jurídicas consideran que todos estos trámites pueden estar finalizados antes de final de año, con lo que el juicio se celebraría en 2020.
A Oukabir y Chemlal se les atribuye un delito de integración en organización terrorista como miembros de la célula yihadista de Ripoll (Gerona), mientras que a Iazza se le acusa de colaboración. A ninguno de los tres se les considera responsables de los 16 asesinatos.
Pese a ello, la acusación que ejerce la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) considera que con el relato de hechos del auto de procesamiento se les puede acusar de coautores de los asesinatos. «Pensamos que todos tenían un pacto previo para cometer el atentado, en el que existía un reparto de tareas y su intención compartida era atentar. No es una cuestión de lo que hizo cada uno concretamente, sino que existía un concierto previo para cometer el atentado, por lo que todos son responsables», señalaron a LA RAZÓN fuentes de la AVT.
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