Cataluña
La Fiscalía abre «investigaciones penales» a los CDR
Interior mantiene su «confianza» en los Mossos después de que Rivera y PSC llamaran a parar los «actos insureccionales».
Interior mantiene su «confianza» en los Mossos después de que Rivera y PSC llamaran a parar los «actos insureccionales».
La Fiscalía de la Audiencia Nacional anunció ayer en un comunicado que está impulsando «investigaciones penales de todo tipo» ante las «intolerables actuaciones» de los Comités para la Defensa de la República (CDR) en Cataluña que ponen en peligro «no solo la paz pública sino la misma esencia del sistema democrático que los fiscales estamos llamados a proteger». Tras investigar a los líderes políticos y a los dirigentes de las asociaciones civiles independentistas, la Fiscalía pone la lupa ahora en los «comandos de violentos» –por utilizar la expresión de Albert Rivera– utilizados por el nacionalismo para mantener la temperatura de la crisis en Cataluña.
Para la Fiscalía de la AN «a la vista de los últimos acontecimientos» los actos vandálicos protagonizados por los CDR podrían ser constitutivos de «delitos de rebelión, malversación y otros delitos contra el orden público». En este sentido se avisa de que el Ministerio Público actuará «con contundencia» para llevar ante la Justicia a los responsables de acciones que buscan es «la subversión del orden constitucional, ensalzando con violencia a personas judicialmente investigadas por graves delitos».
Ante las críticas vertidas contra la policía autonómica catalana en relación a las protestas de los CDR, el Ministerio del Interior mantiene su «confianza» en el trabajo que están realizando los Mossos en Cataluña. La gestión de la policía autonómica cuenta con el pleno respaldo del Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido, pese a los movimientos políticos que cuestionan la labor de este cuerpo policial después de que en los últimos días se haya intensificado la tensión en la calle a cargo de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR). Las imágenes de cortes de carreteras, boicots a los peajes de las autovías, asedios a instituciones, quema de neumáticos o las crecientes presiones sobre políticos o jueces, han dado alas a las críticas de Ciudadanos (Cs) e incluso ayer entró en la batalla el vicesecretario del PP Javier Maroto, abriendo otra vía de agua al Gobierno. En unas declaraciones en RNE cuestionó el papel de los mandos intermedios de los Mossos y señaló que había quien no estaba haciendo su trabajo. Desde la dirección popular precisaron que esas declaraciones serían matizadas.
En cualquier caso, la respuesta de Interior fue poner en valor el trabajo de la dirección de los Mossos, con Ferrán López al frente. «Confiamos en su profesionalidad, se está comportando como un policía que tiene que atender a las circunstancias». Fuentes de Interior destacan que el máximo responsable de la policía autonómica está actuando «con sensatez y responsabilidad» en un momento «muy delicado y de mucha tensión en Cataluña». En la misma línea, resaltan que los agentes en la calle están cumpliendo con todas las órdenes que se les están dando, atendiendo al «principio de proporcionalidad y de que hay que medir todas las actuaciones para no crear más problemas». Las fuentes consultadas destacan que los Mossos están desempeñando su trabajo en un clima «muy complicado», donde están recibiendo «presiones e insultos» de los sectores independentistas, y que hay que valorar que hay situaciones en las que todo cuerpo policial tiene que medir los medios con los que actúa.
La tensión y la carga de trabajo han afectado incluso a los descansos de los agentes, de quienes desde Interior insisten en subrayar su «dedicación absoluta a cumplir las órdenes que están recibiendo». Con la aplicación del artículo 155 de la Constitución la tutela de la Consejería de Interior está a cargo del Departamento que dirige Zoido. E Interior es, por tanto, el último responsable de los Mossos. En el ministerio precisan que Ferrán López está «trabajando con autonomía, dentro de la coordinación obligada», y recalcan, asimismo, que no debe perderse de vista que los Mossos «tienen que garantizar que se cumple la ley y garantizar el orden público sin desprestigiarse ante los catalanes porque en una situación como ésta eso podría degenerar en un enfrentamiento civil».
El vicesecretario de política social y territorial del PP fue contundente en sus críticas contra los episodios de violencia que se han vivido en Cataluña por los CDR y contra el papel de los Mossos al respecto en una entrevista concedida a RNE, unas declaraciones que serán matizadas en breve según Interior. Maroto llegó a comparar dichos episodios con la «kale borroka» y aludió a la policía autonómica cuando insinuó que «alguien no está haciendo su trabajo» ya que hay que «impedir estas cosas» y, cuando aun así suceden «tiene que haber consecuencias». «Me recuerda a lo peor que vivimos en la política vasca», dijo en concreto el dirigente popular para, poco después, explicar que, aunque la cúpula de los Mossos ha sido cambiada desde la aplicación del 155, existen «cargos intermedios» que no están haciendo todo lo necesario para impedir los altercados que están teniendo lugar en Cataluña. «En los Mossos se tomó la decisión de cambiar la cabeza máxima y el señor Trapero fue destituido inmediatamente, pero no se continuó en la cadena de cambios en los mandos de los Mossos porque se consideraba que era una decisión temporal, de muy poca duración», puntualizó. En cualquier caso la solución pasa por que se formalice un gobierno autonómico en Cataluña que se ocupe de las necesidades de la ciudadanía.
El líder de Ciudadanos se refirió a los CDR como «comandos separatistas violentos» y como la «cara oculta» del nacionalismo. «No podemos permitir que la violencia de unos pocos siembre el terror», subrayó. También el PSC hizo pública su protesta advirtiendo que si no se pone coto a este tipo de «actos insurreccionales» se puede empeorar el clima de en el «enfrentamiento civil» que vive la sociedad catalana.
Ayer mismo, activistas de los CDR levantaron las barreras de un peaje en la autopista C-32 a la altura de Sitges en dirección Barcelona. Los manifestantes que acompañaban a los activistas portaban una pancarta en la que se podía leer: «Levantemos las banderas de la represión».
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