Reformas estructurales

La principal reforma: crear empleo

Rajoy centrará las medidas en financiación a las empresas y otro recorte del «gasto del Estado»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (delante), seguido por la ministra de Empleo, Fátima Báñez (d), y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros, a su llegada a la sesión de control al Ejecutivo
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (delante), seguido por la ministra de Empleo, Fátima Báñez (d), y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros, a su llegada a la sesión de control al Ejecutivolarazon

El equipo económico del Gobierno está rodeando de un gran secretismo el programa de medidas que estudiará el Consejo de Ministros del viernes. En lo que afecta a la revisión del cuadro macroeconómico, la nueva previsión de decrecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) –en torno al 1,2 por ciento frente al 0,5 por ciento que se fijó en las estimaciones que se enviaron en otoño a Bruselas–, afectará también al déficit y a las cifras de paro, por ejemplo. Pero el Gobierno también oficializará ya en el nuevo informe que remitirá a la Comisión Europea una relajación del objetivo de déficit para los dos próximos años, a partir del 6 por ciento para 2013 en lugar del 4,5 por ciento.

En este nuevo escenario, el Ejecutivo ultima un nuevo recorte «del gasto del Estado». El viernes se conocerá el alcance de ese nuevo tijeretazo y las partidas a las que afecta, aunque desde el equipo económico descartan que vaya a tocar al gasto social. Ha sido el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el que ha roto el uniformismo del discurso de las últimas semanas, centrado en la idea del crecimiento y de los estímulos, para volver a poner encima de la mesa el impopular mensaje de los ajustes. Como explicación, desde el Gobierno precisan que están obligados a hacer equilibrios entre el discurso nacional y el que trasladan a la UE. En realidad, Bruselas ha validado que la recesión general y la caída de los ingresos hace imposible cumplir con el objetivo de déficit marcado para este año y para los que vienen. Es decir, que lo que ha sentenciado es que el Ejecutivo español tiene más margen para seguir haciendo lo que había dicho que iba a hacer, porque para este ejercicio no nos han reclamados nuevos ajustes. Pero Rajoy también está obligado a convencer a Bruselas de que la flexibilización no implica una relajación en sus compromisos, es decir, que no va a gastar más porque le hayan dado más tiempo para hacer sus deberes fiscales, puntualizan en Moncloa.

En cuanto a las reformas, el objetivo principal es facilitar la inversión real, no ya la financiera, de las empresas. Y eso afecta a los incentivos fiscales, a la financiación y a las trabas burocráticas que en la actualidad siguen dificultando que se pongan en marcha nuevos proyectos.

El Consejo de Ministros validará un programa de reformas –esbozado en el último Debate del Estado de la Nación por el jefe del Ejecutivo–, al que pondrá fechas concretas, dentro de una estrategia dirigida a relanzar el mensaje de que acelera sus medidas y de que mantiene su vocación reformista. Aunque todavía estén pendientes de culminar proyectos que echaron a andar hace meses como la reforma local o el grueso de la reforma de las Administraciones Públicas.

Según el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, «estamos en un momento de cruce de caminos y es fundamental que los programas del Gobierno manden una señal clara sobre la orientación de la política económica». El Ejecutivo entiende que estamos en puertas de una desaceleración económica mundial, con la UE en el vagón de cola, y que esto da una mayor trascendencia al programa de reformas a medio plazo.

En clave puramente doméstica, insisten en que pese a que el panorama global es malo, aquí sí hay signos claros que confirman que la economía española entra en la senda de la mejora. Entre esos factores está el comportamiento del sector exterior, que por primera vez tendrá un superávit de la balanza de pagos por cuenta corriente; así como la modificación estructural del comportamiento de la economía, que supone que las exportaciones hayan crecido los dos primeros meses del año por encima del 4 por ciento a pesar de la desaceleración económica. Esto prueba «que la economía española es competitiva y que se está reduciendo el endeudamiento exterior que se acumulaba a un ritmo exagerado en años en los que teóricamente se crecía mucho, pero que sentaban bases de la crisis actual».

El Gobierno resume así el plan que verá la luz el viernes: «Vamos a profundizar en el plan nacional de reformas para flexibilizar la economía española y hacerla más competitiva».

¿Y los impuestos? Rajoy negó ayer que el viernes vayan a aprobar una subida fiscal. Ahora bien, desde el Gobierno se cruzan ya mensajes que dejan la puerta abierta a todo, y que ponen muy en duda que en el próximo año puedan cumplir con el compromiso de revisar algunas subidas impositivas, como la del IRPF.

No se tocarán pensiones ni ayudas por desempleo

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, trasladó ayer a los sindicatos que el Gobierno no tiene en mente introducir medidas que afecten a «las pensiones ni a las prestaciones por desempleo» dentro del Plan Nacional de Reformas que se aprobará en el Consejo de Ministros. En rueda de prensa para presentar los actos del 1 de Mayo, el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, acompañado de su homólogo en UGT, Cándido Méndez, desveló que así de «tajantemente» se lo comunicó la titular de Empleo en conversación telefónica. Los sindicatos temen que el debate sobre las cotizaciones en el empleo a tiempo parcial y el factor de sostenibilidad acabe poniendo «patas arriba» el sistema de pensiones, y que el Gobierno, una vez conozca el dato de la Encuesta de Población Activa (EPA) de hoy, apruebe un nuevo paquete de recortes antes del verano que pueda incluir la subida del IVA o un ajuste «brutal» en el empleo público. Méndez insistió en que la posible nueva prórroga de dos años para cumplir los objetivos de déficit conllevará «nuevas imposiciones» por parte de la UE, y estimó que la revisión de las previsiones de crecimiento para este año, de hasta una caída del 1% del PIB, supondrá un necesidad de ajustar 10.000 millones de euros adicionales.

Una veintena de medidas ya en marcha

1.- Reforma Laboral

El principal objetivo de la reforma es frenar la sangría de destrucción de empleo y elevar las oportunidades de los parados de larga duración

2.- Pago a proveedores

El Gobierno lanzó una línea de crédito de 35.000 millones para pagar a los proveedores y evitar el cierre de más empresas

3.- Comercio minorista

El Ejecutivo aprobó un decreto por el que permite a los comerciantes, entre otras cosas, ofrecer rebajas todo el año y abrir 10 festivos

4.- Formación Profesional dual

Esta medida permite a los estudiantes realizar como mínimo un tercio de su formación en las empresas y ser remunerados por su trabajo

5.- Lucha contra el fraude

Medidas para erradicar la economía sumergida y denunciar a aquellos que no pagan impuestos y hacen trabajar a empleados sin Seguridad Social

6.- Ley de Unidad de Mercado

Esta norma permite a las empresas y profesionales ofrecer sus productos o servicios en toda España con una única licencia