Reforma educativa
Las juventudes del PSOE critican la «ley Wert» con faltas de ortografía
¿Que por qué es necesaria una reforma educativa? La mejor justificación la aportan las Juventudes Socialistas de Zamora, que en sólo 140 caracteres –los que acepta un tuit– de crítica a la «ley Wert» llegaron a cometer hasta cuatro faltas de ortografía al escribir "va ha hacer"en lugar de "va a hacer", «prueva» en lugar de «prueba», «retrocesora», una palabra inexistente en el diccionario, en vez de «retrógrada» –se supone que quería poner el autor– y «oidos», sin la correspondiente tilde en la «i» (oídos)
No es la primera vez que el PSOE hace alardes de su mala ortografía a través de las redes sociales, donde el partido ha estado especialmente activo para pedir la dimisión del titular de Educación, José Ignacio Wert. En noviembre pasado llegó a cometer hasta cuatro faltas consecutivas al pedir su dimisión mientras su número dos, Elena Valenciano, defendía en el Congreso la reprobación que presentó contra el ministro de Educación. El responsable del tuit confundió la conjunción «que» con el pronombre interrogativo «qué». Así, podía leerse: «Para qué en el Ministerio de Educación no reine el sectarismo#VeteWert», «para qué vuelva a haber diálogo en el Ministerio de Educación #VeteWer», «para qué vuelva a las tertulias#VeteWert», «para qué no se deteriore más la educación pública#VeteWer».
Joaquín Müller, director de la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), asegura que «en las redes sociales se utiliza un tipo de redacción ajustada a coordenadas de uso, también llamada economía del lenguaje, pero el problema es que hay que saber utilizar el lenguaje en cada foro y los jóvenes españoles demuestran que no conocen las reglas gramaticales a la hora de utilizar las redes sociales».
Los tuits son un ejemplo visible de lo que luego denuncian los informes internacionales en materia educativa, que es el bajo nivel de rendimiento de los jóvenes españoles, lo que nos sitúa a la cola de Europa. Los alumnos españoles de 15 años tienen más dificultades para entender un texto y saben menos de Ciencias y de Matemáticas que la media de estudiantes de su misma edad que viven en países de la OCDE y sólo el 3% de los alumnos es muy bueno, frente al 8% de la media europea. No hay más que ver las tasas de abandono escolar. Uno de cada cuatro jóvenes españoles o no sigue con los estudios postobligatorios o ni siquiera acaba la educación obligatoria, es expulsado del sistema educativo. Para colmo, el 40 por ciento de los jóvenes españoles no está a los quince años en el curso que le corresponde con esa edad.
En definitiva, el sistema educativo cuenta con 500.000 alumnos repetidores que cuestan al Estado la friolera de 2.500 millones al año, alertaba recientemente la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio. La presidenta de la Comisión de Expertos que analizó las carencias de la Universidad, Teresa Miras, cree que los alumnos «llegan a la educación superior con déficit del lenguaje y si no captas la información, no eres capaz de procesarla. Eso se consigue leyendo y escuchando un lenguaje bueno. Necesitamos que lleguen a la universidad mentes lógicas», dijo a LA RAZÓN.
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