Los afectados: «He estado toda la noche con el corazón en un puño»

Jesús «Nadie se ocupa de las instalaciones de Extremadura»

Jesús viajaba ayer en el Talgo desde Madrid a Cáceres, no es la primera vez que se sube a un tren de estas características, pero reconoce que el de ayer es «mucho mejor» que el que dejó tirados a más de un centenar de personas el martes. Sus reclamaciones van más dirigidas a las instalaciones de Renfe allí en Cáceres, «dejan mucho que desear» reconoce. Lamenta la falta de mantenimiento de los trenes y de personal.

Wenceslaa «He estado toda la noche con el corazón en un puño»

Wenceslaa estaba de visita en Madrid y el miércoles amanecía con la noticia de que había muchos viajeros que no habían podido llegar a su destino en hora. Reconoce que se subía al vehículo con «el corazón en un puño» y que se había pasado toda la noche «desvelada». Su familia en Madrid está al tanto de que el viaje finalice bien, «bromean diciendo a ver si van a tener que venir a buscarme» y recuerda que en otras ocasiones su tren ya se había quedado parado.

Ana «Es una vergüenza que se repite continuamente»

Ana acostumbra a utilizar el tren varias veces al año, se encontraba pasando las vacaciones de Navidad y ahora la tocaba regresar a casa, a Mérida. Antes de subirse al tren asegura que no tiene m iedo «porque en cualquier sitio pueden pasar cosas, no hay que amedentrarse por lo que ha ocurrido» pero, señala que este suceso «es una vergüenza que se repite continuamente» y reclama al Gobierno central «una solución».