Caso Pujol
Los hijos de Pujol vaciaron las cuentas 24 horas después de la confesión
El «patriarca» guardó el secreto del comunicado que iba a emitir hasta el punto de que sorprendió a sus vástagos, según la investigación
Los hijos del ex presidente de la Generalitat comenzaron a vaciar sus cuentas en Andorra, y muy probablemente en otros países, el 26 de julio del año pasado, al día siguiente de que Jordi Pujol emitiera el comunicado en el que reconocía que había tenido dinero en el extranjero sin declarar, según los datos aportados por la Justicia andorrana en la comisión rogatoria que ha remitido a España.
Es decir, según la conclusión a que han llegado los investigadores, el «patriarca» no avisó a sus vástagos con el tiempo necesario para que pudieran adoptar medidas de ocultación u opacamiento del dinero. Por el contrario, lo tuvieron que hacer con toda la celeridad posible ante una investigación que, tras el citado comunicado, se produciría más temprano que tarde.
Aunque se produjeron las lógicas dificultades, la «trama» Pujol contaba ya con un grupo de empresas y testaferros que colaboraban con ellos en algunas operaciones que ya habían realizado para enviar dinero a diversos países de América, entre ellos Panamá, México y Belice.
Sin embargo, en las cuentas andorranas de los «pujoles» había una gran cantidad de dinero y no era cuestión de dejar pasar el tiempo sin tomar las medidas necesarias para que cuando la Justicia española requiriera la correspondiente información bancaria a través de comisiones rogatorias, las cuentas tuvieran, como ocurre ahora mismo, cantidades testimoniales. La «trama» utilizaba ante todo divisas fuertes, como el dólar, el marco y el euro, aunque también han aparecido en diversas cuentas dinero en otras monedas extranjeras, entre ellas algunas de paises asiáticos.
Pujol padre había guardado celosamente el secreto del comunicado que iba a emitir, hasta el punto de que el presidente de la generalitat, Artur Mas no sabía nada del asunto hasta el mismo 25 de julio, a las 8 horas de la mañana. Pujol explicó ante el Parlament que ese día a primera hora se reunió con Mas en la sede de CDC en Barcelona y le comunicó lo que iba a hacer público unas horas después.
Cuando decidió comparecer ante la opinión pública, Pujol sabía de sobra que, tan pronto como se iniciaran las investigaciones jurídico-policiales la «coartada» de la herencia de la herencia de su padre, Florenci Pujol, saltaría hecha añicos. Por eso, sus palabras de entonces en el sentido de que «soy el único responsable de los hechos descritos», no concuerdan, según las citadas fuentes, con su decisión de mantener desinformados a sus hijos.
En el comunicado, había señalado que «mi padre Florenci Pujol y Brugat dispuso como última voluntad específica que un dinero ubicado en el extranjero (...) fuera destinado a mis siete hijos y a mi esposa, porque él consideraba errónea y de incierto futuro mi opción por la política en lugar de seguir en el mundo de la actividad económica».
En aquel momento la minoría de edad de la práctica totalidad de mis hijos me convertía en responsable legal de cualquier decisión, y pese a que mi conciencia y mi cargo me empujaban a rechazar esta herencia, la última voluntad de mi padre junto con su opinión y dudas sobre mi opción vital por la política pesaban todavía más, y finalmente decidí encargar su gestión y regularización a una persona de máxima confianza de mi padre y también mía, gestión de la que no quise saber nunca el más mínimo detalle, hasta que llegados a la mayoría de edad todos mis hijos se decidió que esta persona cediese esta gestión a uno de mis hijos. Es en este momento que mi error original contaminó directamente a mis siete hijos y a mi esposa».
De la «trama» que se había montado en Andorra (y en otros países), con la apertura de cuenta a nombre de los hijos, ni una palabra, cuando el montante del dinero que había acumulado el clan era una auténtica fortuna, en la que, tal y como adelantó LA RAZÓN, se habían establecido las formas de reparto de las comisiones en función de quién era el que hacía las principales gestiones para lograr las «mordidas» de tal o cual obra.
La precipitación con la que tuvieron que actuar los hijos del ex president va a permitir, ya lo está haciendo, la obtención de pistas sólidas sobre los lugares a los que ha sido enviado el dinero y las empresas y testaferros que han colaborado en estas maniobras.
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