Gobierno de España

Los Presupuestos avanzan con el apoyo de C's y PNV

El acuerdo marcha «lento», pero Rajoy descarta el adelanto electoral y anima a los grupos a actuar con responsabilidad

Rajoy recibe ayer al primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en La Moncloa
Rajoy recibe ayer al primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en La Moncloalarazon

El acuerdo marcha «lento», pero Rajoy descarta el adelanto electoral y anima a los grupos a actuar con responsabilidad

Después de los primeros tanteos en el nivel del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y también ministerial, desde Moncloa y desde la dirección del PP trasladan confianza respecto a la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre el techo de gasto y sobre poder sacar también adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017. Fuera de micrófono y del discurso oficial, la impresión que se deja es de prudente optimismo. Las dos decisiones del Ejecutivo tienen que ser refrendadas en el Parlamento. El diálogo avanza, «lento», pero avanza, precisan fuentes populares.

En relación al techo de gasto, la negociación afecta también al PSOE, que ha aceptado participar en ella porque su resultado tiene consecuencias directas en los intereses de las comunidades autónomas en las que gobierna. La posición no es la misma en lo que toca a las cuentas para el próximo año, sobre las que desde la gestora ya se ha anticipado al Ejecutivo que no negociarán y que lo previsible es que, como siempre han hecho desde la oposición, presenten una enmienda de devolución del proyecto. Aún no conocen el texto, pero la posición política es «no». Aunque la prudencia les obliga a admitir que tienen que esperar a ver lo que remita finalmente el Gobierno al Congreso, si ya les está siendo difícil digerir la abstención en la investidura de Rajoy, no cumplir con la tradición de pedir la devolución de los Presupuestos del PP abriría otro agujero de dimensiones galácticas en el seno del partido.

Sin el PSOE, la negociación está centrada en Ciudadanos y en el PNV, además de en las minorías que ya respaldaron la investidura de Rajoy. Si suman al PNV, estarían a un escaño de la mayoría necesaria, y ahí podría entrar en juego desde el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, hasta las posibles ausencias que se produjeran en la Cámara el día de la votación de las enmiendas de devolución. Rajoy participa directamente en esta negociación, y también está implicada la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el Ministerio de Hacienda.

El mensaje que trasladan oficiosamente es que después de sacar adelante la investidura, es poco probable que al final no puedan aprobarse los Presupuestos de este año. «Otra cosa es lo que pueda suceder en años posteriores», apuntan. El techo de gasto tendría que quedar aprobado como muy tarde en dos semanas, para que los Presupuestos lleguen a principios de diciembre a la Cámara Baja. Apurando el calendario, ya que luego los grupos necesitan al menos un par de semanas para estudiárselos antes de que se celebre el Pleno de su toma en consideración. Es la única salida para que puedan estar aprobados a principios de año y cumplir así con las últimas exigencias de Bruselas.

Ayer Rajoy ratificó en una comparecencia en Moncloa que no baraja otro plan que el de sacar adelante los Presupuestos y seguir trabajando por la estabilidad, que no tiene «planes B», en relación a la posibilidad de convocar de nuevo elecciones en primavera. Fue su desmarque de las informaciones sobre que supuestamente había garantizado a la Comisión Europea que convocaría de nuevo elecciones si no podía cumplir con sus compromisos. «En planes B no voy a entrar», apostilló, junto al primer ministro portugués, António Costa. «Lo que tengo es un plan A que consiste en aprobar los Presupuestos Generales para el año 2017», añadió. Horas antes, ante la Junta Directiva Nacional del PP, el presidente del Gobierno insistió en el mensaje de que la única política económica posible es la que se ha estado llevando a cabo durante los últimos años porque los datos económicos están demostrando que funciona y que es la que conviene a España. «La política económica debe ser sustancialmente la anterior porque ha funcionado. Las previsiones son razonablemente buenas y trabajamos para conseguir el respaldo en las Cortes», señaló.

Ante el máximo órgano entre Congresos del PP, Rajoy se detuvo en el detalle de los datos económicos actuales y de las previsiones de Bruselas en crecimiento económico y creación de empleo. La base que le sirvió para insistir en la urgencia de aprobar la distribución de los objetivos de déficit por administraciones, para que las comunidades autónomas y las corporaciones locales tengan unas reglas de juego claras, y, a continuación, «unas cuentas para 2017 que permitan sostener el crecimiento económico y la creación de empleo».

Rajoy confirmó ayer el inicio inmediato del diálogo social, el día 24 tendrá lugar la primera reunión con las organizaciones sindicales, y anunció también la convocatoria de una conferencia de presidentes antes de que venza el año. Otro de los asuntos que marcarán esta legislatura es la negociación de un nuevo modelo de financiación autonómica.