España toma posiciones ante la apertura del Gobierno iraní

Tres ministros y una delegación de 40 empresas retoman hoy las relaciones diplomáticas con el país.

Irán vuelve a estar en el radar de las empresas españolas después de la firma del acuerdo nuclear en julio entre el grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia y Alemania) y el régimen de los ayatolás, un pacto que pone fin a diez años de negociaciones sobre el programa atómico secreto. El Gobierno español quiere tomar posiciones ante el nuevo escenario con una visita oficial de alto nivel, hoy en Teherán, que incluye una amplia delegación compuesta por los ministros de Exteriores, Industria y Fomento y 40 empresarios acompañados por la Cámara de Comercio y la CEOE. España pretende así relanzar las relaciones políticas y económicas, como ya han hecho Italia, Francia, Reino Unido y Alemania en las últimas semanas.

Para hoy se espera que los ministros José Manuel García-Margallo, José Manuel Soria y Ana Pastor mantengan encuentros con sus homólogos iraníes, mientras que los empresarios se reunirán con ejecutivos locales. Asimismo, también está previsto que García-Margallo se entreviste con el presidente iraní, Hasan Rohani, con quien el presidente Mariano Rajoy y el propio titular de Exteriores ya tuvieron un breve encuentro en 2013 en Nueva York. Si finalmente Teherán cumple sus compromisos, a principios de 2016 podrían levantarse las sanciones económicas, y las empresas españolas volverán a trabajar en Irán con buenas perspectivas. Por sectores interesan hidrocarburos, transportes, automoción, energías renovables, telecomunicaciones y turismo. Hasta hace poco, apenas una decena de empresas españolas estaban establecidas en Irán a pesar de la brusca caída en las relaciones comerciales desde julio de 2012, fecha en que entró el vigor el régimen de sanciones impuesto por la UE. Destinia, la primera agencia on-line de viajes, opera desde el pasado mes de julio. Mientras que Paradores buscará posibles acuerdos en un país que espera conseguir para 2025 hasta 20 millones de visitantes.

Pero el gran caladero está en el sector energético y de la ingeniería. En 2011, España compraba aquí el 14% del petróleo que consumía. Era su segundo mayor proveedor después de Rusia en ese momento. Repsol –que acude representada por Josu Jon Imaz, su consejero delegado– y Cepsa sondearán las posibilidades de importar crudo iraní. Actualmente, el país produce dos millones de barriles al día, pero confía en duplicar esta cantidad en el futuro. En un congreso celebrado en Viena en julio se dijo que Teherán ha identificado 50 proyectos de petróleo y gas por valor de 185.000 millones de dólares que esperaba firmar antes de 2020. También ha ofrecido vender activos estatales a empresas extranjeras. Con el fin de las sanciones, el régimen recuperará entre 120.000 y 170.000 millones de dólares congelados en países occidentales, y Rohani ha prometido destinar 8.000 de ellos a la red ferroviaria, que incluye la línea de velocidad alta Teherán-Mashad (925 kilómetros y una inversión prevista de 1.175 millones de dólares), y la ampliación del metro de la capital iraní y nuevas redes en las ciudades de Isfahán y Mashhad.

Irán representa un mercado de 79 millones de habitantes y una clase media bien formada que supone más de un cuarto de la población. El país posee las cuartas mayores reservas de petróleo y las quintas de gas natural, pero las sanciones impuestas desde 2006 y el atraso de su modelo económico requieren de grandes flujos de inversión extranjera para renovar no sólo la industria de los hidrocarburos, sino también las infraestructuras. Las autoridades buscan socios fiables a largo plazo, empresas que inviertan, produzcan en el país y transfieran tecnología a Irán, la segunda mayor economía de la región por PIB después de la de Arabia Saudí. Algunas de las 40 empresas que forman parte de la delegación son Cepsa, Gas Natural, Hotusa, Indra, Intecsa, OHL, Paradores, Repsol, Grupo Sacyr, Seat, Ineco, Isolux, Gamesa, Taurus, Group o Sercobe. Todas ellas establecerán una aproximación a la realidad económica del país, ya que aún siguen vigentes las sanciones, que sólo se levantarán cuando la OIEA, el Organismo Internacional de la Energía Atómica, constate que Teherán ha cumplido con lo firmado en julio. En lo político, las relaciones entre ambos países han sido tradicionalmente buenas. España es uno de los países europeos con mejor imagen de la Unión Europea tanto entre los iraníes como entre sus autoridades y no existen contenciosos entre ambos Estados.

José Manuel García-Margallo traladará hoy a su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, el apoyo del Gobierno español al acuerdo nuclear y al desarrollo del país. Como miembro del Consejo Permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, España ocupa actualmente la presidencia del Comité 1737 , que vigila por el cumplimiento de las sanciones a Irán.