Número 2 del PP por Madrid

Marta Rivera, en tiempo de prodigios

La exconsejera de Cultura de la Comunidad de Madrid ha compaginado siempre sus raíces gallegas con su trabajo literario y político

Marta Rivera de la Cruz
Marta Rivera de la CruzIlustraciónPlatón

Lo primero que le vino a la cabeza cuando se enteró que era la elegida fue el título de su novela finalista en el Premio Planeta del año 2006: «En tiempo de prodigios». Su protagonista, Cecilia, era una mujer culta, ilustrada, aguerrida con valores y principios en los años convulsos de la Alemania nazi. Tal vez porque la izquierda siempre se ha querido adueñar de la vida cultural y artística, Alberto Núñez Feijóo ha pensado en una mujer discreta, intelectual, independiente y abierta como número dos para su lista estrella en Madrid.

Marta Rivera de la Cruz preparaba ya su aterrizaje en el Ayuntamiento de Madrid, donde se había integrado en las listas municipales de José Luis Martínez-Almeida,y todos daban por hecho su nuevo papel como concejala de Cultura en sustitución de Andrea Levy. Pero su paisano Alberto Núñez Feijóo dio un giro total al guion previsto y, poco antes de la reunión del Consejo de Gobierno en funciones presidido por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la llamó para comunicarle su decisión. La presidenta en funciones ya lo sabía, pues el día anterior había mantenido una larga conversación con Núñez Feijóo para cerrar los perfiles de dirigentes que iban a acompañarle en la lista madrileña. Feijóo quería una apuesta por la buena gestión y el triunfo arrollador en la Comunidad de Madrid.

«Es el rostro amable de la cultura», dicen quienes bien la conocen de esta escritora, periodista, editora y política gallega curtida toda su obra en lengua castellana. Nacida en una familia de periodistas, hija del conocido columnista lucense Francisco Rivera Cela, estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y de inmediato se embebió en su vena literaria. Con su primera novela «El refugio», ganó el Premio de Novela Corte Joven y Brillante, y a partir de entonces no paró en sus obras, entre ellas «Que veinte años no es nada», ganadora del Premio Ateneo Joven de Sevilla. Una historia de amor apasionado de la protagonista, Luisa, con un hombre veinte años más joven que ella, que Marta guarda con un gran recuerdo personal. Fue cuando le comunicaron ese galardón cuando decidió casarse con su marido, Marcial Martelo de la Maza y García, marqués de Almeiras, un abogado coruñés experto en derecho nobiliario descendiente de una de las familias más ilustres de Galicia. La pareja se casó en la tierra natal de Marta, en la histórica Iglesia de San Pedro de Lugo, una de las maravillas del Románico gallego.

Marta ha compaginado siempre sus raíces gallegas con su trabajo literario y político en Madrid. Llegó a la política de la mano de Albert Rivera y se integró en Ciudadanos bajo cuyas siglas fue diputada en el Congreso durante tres años. Era una parlamentaria activa en el mundo cultural y trabajó a destajo por la mejora fiscal de los escritores.

En 2019 fue designada por Isabel Díaz Ayuso para ser Consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid. Durante esa convulsa legislatura vivió las deslealtades de la formación naranja contra Díaz Ayuso, encarnadas por su entonces líder Ignacio Aguado, y siempre se postuló a favor de la presidenta madrileña. Esta pagó bien su lealtad y tras las nuevas elecciones autonómicas le reiteró su nombramiento como consejera de Cultura, Turismo y además, Deportes. Un departamento estrella en el que Marta aportó una buena gestión, rigurosa y seria, alejada de todo sectarismo.

Su vida política nunca ha estado alejada de la literaria. Obras como «La importancia de las cosas», «La vida después», «Hotel Almirante», «Tristezas de Amo», y sobre todo la finalista del Planeta «En tiempo de prodigios», jalonan su actividad. «No sería yo sin escribir», dice la ya flamante número dos de Alberto Núñez Feijóo en la lista de Madrid. Le gusta perderse por las librerías del centro de la capital y comprar tomos viejos, de esos que, según ella, «huelen a tiempo y sabiduría».

Se define como una intelectual independiente, dialogante y moderada, algo que el presidente del PP ha valorado. No pidió nada, pero de repente se ha encontrado en la órbita del poder y le ilusiona mucho volver al Congreso donde fue diputada de Ciudadanos. Es uno más de los fichajes estrellas del líder gallego hacia antiguos dirigentes del partido naranja en su apuesta liberal, centrista y aperturista.

Cuentos, ensayos, novelas y guiones componen la obra de Marta Rivera de la Cruz. Apasionada del mundo clásico viaja todos los veranos a Grecia, Chipre y Turquía. También adora su tierra gallega y fue la gran representante del mundo de las letras para homenajear los «Cantares gallegos» en el aniversario de su paisana Rosalía de Castro.

Es una mujer discreta, fervorosa de la lectura, a quien este nuevo salto a la primera línea de la política le ha venido de bruces. «Con enorme orgullo», dice de su rutilante puesto en la lista estrella de Madrid junto a Alberto Núñez Feijoó. «Amigo, paisano y gran líder», opina de él la candidata. Como buena gallega, mujer más de observar que de hablar, su carácter es muy parecido al del presidente del Partido Popular. Se conocen desde hace tiempo y hoy la vida política les ha unido. Parafraseando a su novela, Marta Rivera piensa que los tiempos actuales son convulsos y el prodigio solo es uno: el cambio imparable que llevará a Alberto Núñez Feijóo a La Moncloa.