Política

Elecciones generales

Más de tres millones a Cs y Vox

No hubo trasvase entre bloques pero sí ajustes internos. Casi el 80% del voto de los de Abascal procede de los populares. Sánchez «pescó» el 25,8% del voto de Iglesias.

Más de tres millones a Cs y Vox
Más de tres millones a Cs y Voxlarazon

No hubo trasvase entre bloques pero sí ajustes internos. Casi el 80% del voto de los de Abascal procede de los populares. Sánchez «pescó» el 25,8% del voto de Iglesias.

Tras el 28-A no se observan importes trasvases de votos de un bloque a otro, sino que se trata mayoritariamente de ajustes internos entre el centro derecha por un lado y la izquierda por otro. PSOE sube a costa de UP y Vox y Cs crecen, especialmente Vox, sustrayendo votos al PP.

Los dos movimientos migratorios de votos más potentes registrados corresponden al trasvase de 2,1 millones de votantes desde el PP a Vox, así como el de 1,3 millones transferidos desde Podemos al PSOE.

La radiografía del electorado popular nos muestra que fue el partido que menos proporción de votantes conservó de 2016, tan solo retuvo el 48,3% de sus electores, frente al 66,6% de UP, el 67,1% de Ciudadanos o el elevadísimo 84,5% del PSOE. Los populares perdieron 3,6 millones.

El 26,8% de los votantes del PP marchó a Vox, así como el 14,5% (1,1 millones de electores) eligió a Ciudadanos. Otro 8,2% (0,6 millones) se abstuvo.

El hundimiento del PP fue llevado a cabo por la mitad de votantes de 2016; mientras que el 48,3% le seguía siendo fiel el restante 51,7% optó por otras alternativas, básicamente las otras dos marcas del centro-derecha.

La otra candidatura que retrocedió con respecto a 2016 fue la de Unidas Podemos, perdieron 1,4 millones de votantes netos. La mayor parte de las deserciones tuvieron como destino el PSOE, al que marchó el 25,8% de los electores morados, un total de 1.3 millones. Además, otro 4,4% se abstuvo.

En contraposición al debilitamiento de PP y UP se encuentra el PSOE, que debe sus buenos resultados fundamentalmente a dos factores; la remesa de 1,3 millones de votantes que recibió procedente de UP y la captación de otros 1,3 millones de papeletas cuyo origen son los nuevos electores (por mayoría de edad) o los votantes intermitentes, aquellos que ejercieron la abstención en 2016.

El PSOE recibió el 25,8% del voto de UP y el 35,1% de los nuevos electores y de los votantes intermitentes. Estas son las dos fuentes, prácticamente las realmente significativas, del crecimiento de los de Sánchez.

Entre los que abandonan el PSOE se encuentra un 6,4% que se abstuvo y un 4,4% que eligió a los de Rivera. El resultado neto fue positivo, de 2,0 millones de votos más que en 2016.

La candidatura de Ciudadanos experimentó una mejora, creciendo en 995.000 votantes netos. Tres han sido las principales procedencias de este voto; el primero 1,1 millones de votantes del PP; en segundo lugar, 0,6 millones de los nuevos electores o abstención de 2016 y en tercer lugar el cuarto de millón de votantes socialista que logra captar.

En cuanto a la quinta fuerza, Vox, que en 2016 obtuvo 47.182 votos, pasa a casi 2,7 millones. Su resultado lo debe básicamente al trasvase de 2,1 millones de votos que recibe desde el PP. Esto significa que el 79,4% del voto de Vox procede directamente del PP. El segundo aporte de votantes es de 0,3 millones, cuyo origen es las abstención y los nuevos electores.

El incremento de la participación benefició especialmente a la izquierda, el 41,7% de los nuevos votantes y de la abstención movilizada, votaron a PSOE y UP, frente al 28,1% que eligió a PP, Cs o Vox.