Independentismo
Moncloa «cruza los dedos» para que Margallo no se salga de la agenda acordada
El ministro y Junqueras pactan centrar su cara a cara en el encaje de Cataluña en la UE.
El ministro y Junqueras pactan centrar su cara a cara en el encaje de Cataluña en la UE.
La agenda de temas pactados para el debate de esta noche entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, circunscribe la discusión a la situación y encaje de Cataluña en la Unión Europea, las consecuencias sociales de la independencia y si Cataluña seguiría en el euro en el caso de que se produjese una declaración unilateral de secesión.
En el Gobierno y en la dirección del partido cruzan los dedos para que Margallo se ajuste a este guión, «no entre a trapos innecesarios» y, sobre todo, no rompa su discurso oficial en esta materia, especialmente en cuestiones tan sensibles como la reforma de la Constitución. El ministro ha ido por libre a la hora de plantear cómo debe ser el día después del 27-S, avalando la negociación política y la puesta en marcha de un proceso de modificación de la Carta Magna del que se ha desmarcado Rajoy y que el PP no llevará en su programa electoral. En la dirección popular temen que el líder republicano e independentista ataque al titular de Exteriores y, por ende, al Gobierno, por este flanco, el de aprovechar sus declaraciones personales para dibujar la imagen de un Ejecutivo central inmerso «supuestamente» en la contradicción. Ahí se enmarcan buena parte de los recelos internos al debate que esta noche protagonizará el jefe de la diplomacia con el «número cinco» de la lista independentista.
También preocupa la distorsión que, en todo caso, se hará en Cataluña del resultado del debate y la lectura que se pueda hacer a nivel internacional de un contexto en el que el ministro de Asuntos Exteriores se coloca de «tú a tú» con uno de los portavoces de la hoja de ruta rupturista. «Podemos perder mucho, pero también se puede ganar algo si la cosa va bien», sentencian en Génova. De momento, ayer el presidente del Gobierno atribuyó la organización del debate al responsable de la campaña electoral catalana.
En medios gubernamentales sostienen que el ministro consultó y que Rajoy, ante su propio Gabinete, no respaldó su iniciativa. Pero una vez que Margallo ha impuesto su decisión de tirar hacia adelante, Rajoy se sacudió la polémica atribuyendo la decisión al jefe de campaña y calificando de «saludable» el rifirrafe dialéctico. En una entrevista en Onda Cero, precisó que con quien acordó ese «cara a cara» el jefe de la diplomacia española fue con el director de campaña del PPC, Jordi Cornet. «Lo importante en una campaña electoral es lo que considere el director de campaña. Yo voy a Reus porque el director de campaña me ha mandado a Reus y después me toca acudir a Gerona. Y el director de campaña ha dicho que le parece bien que se produzca este debate», manifestó el jefe del Ejecutivo.
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