Política

Navarra

No es sensato

La Razón
La RazónLa Razón

La idea de anular el régimen fiscal vasco y navarro en el sistema de financiación de las comunidades autónomas es de todo punto rechazable. Es insensata. El PSOE no lo asume y la rechazará expresamente. Primero, porque éste ha sido durante siglos el sistema de relación económica entre las provincias vascas y navarra con el Estado. Fue respetado hasta por Franco para Álava y Navarra. Bizkaia y Gipuzkoa vieron interrumpida esa relación, porque Franco las castigó con la anulación del concierto por su condición de «provincias traidoras» en la belicosa expresión franquista. Cuando se reconstruyó la democracia, la continuación del sistema fue obligada para Álava y Navarra y la restitución del concierto a las otras dos resultó un acto de justicia democrática.

Segundo, porque el actual modelo autonómico está construido sobre esa base. La Constitución recuperó esa especificidad no sólo para respetar ese tracto histórico, sino porque era una base esencial del pacto autonómico vasco y del amejoramiento navarro. Nadie debe olvidar que la legitimación del marco autonómico en el País Vasco tiene un amplio fundamento en este hecho.

Tercero, a lo largo de estos últimos 35 años hemos desarrollado una amplísima legislación para incorporar a nuestro ordenamiento la especificidad de las Juntas Generales como órganos legislativos capaces de dictar normas forales de carácter tributario. Esa singularidad se ha trasladado a normas legales básicas (Administración local, por ejemplo) y a órganos como el Tribunal Constitucional, de manera que la arquitectura jurídica española ha integrado con naturalidad la singularidad del sistema fiscal foral.

En la Euskadi de hoy, que ha derrotado a la violencia después de más de 30 trágicos años, que se acomoda a su autogobierno en su pluralidad, y que mantiene una moderación política razonable, suscitar siquiera esa anulación es, como mínimo, innecesariamente desestabilizador. No es sensato, ni inteligente, crear problemas irresolubles (mucho menos en tiempos de crisis ).

Otra cosa es el cupo. Como se sabe, este concepto determina la aportación económica del País Vasco y Navarra al Estado por las competencias estatales no transferidas. Discutir sobre los conceptos que integran esta cifra es razonable. Comprobar si la balanza de flujos financieros entre estas dos comunidades con el Estado es equilibrada, aceptable. La actualización anual del cupo es una negociación técnica susceptible de opiniones diversas y hasta encontradas. Eso es lo lógico. Esto sí. Lo otro no.