Elecciones municipales

Otegi, eufórico: se dispara en el País Vasco ante el retroceso del PNV y vence en Vitoria

La izquierda abertzale acecha ya la hegemonía de los nacionalistas vascos

ELGOIBAR (GIPUZKOA), 28/05/2023.- El coordinador general de EH Bildu, Arnado Otegi, ha ejercicio su derecho al voto este domingo en la localidad guipuzcoana de Elgoibar. EFE/Javier Etxezarreta
Arnaldo Otegi vota en ElgoibarJavier EtxezarretaAgencia EFE

El PNV ha sufrido un batacazo de consecuencias imprevisibles a un año de las elecciones autonómicas. El País Vasco votaba las alcaldías y la juntas generales y, en ambos casos, los nacionalistas vascos han perdido votos, representación y, muy probablemente, perderán poder. El partido de Andoni Ortuzar llegaba al 28-M gobernando las tres capitales de provincia y las tres juntas generales, pero puede salir sin Vitoria ni la diputación de Guipuzcoa. En ambos territorios ha ganado Bildu, que acecha la hegemonía de los nacionalistas vascos.

En el cómputo global, el PNV se ha desplomado en porcentaje de voto: han pasado del 36% de 2019 a un 31%, lo que se ha traducido en 80.000 votos menos y más de 80 concejales menos. Es decir, ha quedado, por número de ediles, relegado a segunda fuerza de la autonomía, ya que Bildu ha quedado por encima. Los nacionalistas vascos han perdido ediles en las tres capitales de provincia: uno en Vitoria, dos en San Sebastián y dos en Bilbao.

En este sentido, los nacionalistas vascos han pasado de ser primera fuerza en Vitoria a ser la cuarta, lo que significa que se quedan sin margen para lograr esa capital a través de pactos postelectorales. En Bilbao, el PNV seguirá al frente de la alcaldía, tal y como lleva haciendo desde que regresó la democracia, aunque deberá apoyarse en el PSE o el PP para gobernar a lo largo de toda la legislatura. En San Sebastián, los de Ortuzar han resistido como primera fuerza, pero por un palmo porque han quedado empatados a escaños con Bildu. En las juntas generales, el PNV pierde representación en las tres provincias y cae frente a Bildu en Guipúzcoa.

«Hoy es un día agridulce», ha valorado Ortuzar, reconociendo a medias que los resultados no fueron buenos para su partido. Lo cierto es que los nacionalistas vascos habían incrementado el apoyo en las dos últimas elecciones municipales, algo que no ha ocurrido este 28-M. En todo caso, Ortuzar sí reivindicó que se mantienen como primera fuerza en porcentaje de voto, aunque la tendencia es claramente a la baja y tan solo queda un año para las elecciones autonómicas. Es una tendencia a la baja a nivel de respaldo de los electores y de protagonismo en el Congreso, en Madrid.

Mientras el PNV ha sufrido un importante retroceso, Bildu se ha disparado. La izquierda abertzale ha logrado pasar del 24,8% al 29,2% del voto en el País Vasco, mientras que en Navarra el crecimiento ha sido mucho más leve (apenas un punto y medio) con respecto a las elecciones municipales de 2019. Arnaldo Otegi estaba eufórico: «Hemos hecho una campaña excepcional. Somos la primera fuerza municipalista. Son los mejores resultados de la historia de la izquierda independentista». Bildu no ha ganado por número de votos en el País Vasco, pero sí lo ha hecho por número de concejales (superando los mil, 119 más que en 2019).

Lo cierto es que Bildu ha vencido en Vitoria y Guipúzcoa y se ha quedado muy cerca en San Sebastián. En cualquier caso, mientras el PNV ha retrocedido en las tres capitales de provincia y en las tres juntas generales, la izquierda abertzale ha logrado todo lo contrario: crecer en todos esos lugares. En concreto, ha ganado dos concejales en Bilbao, dos en San Sebastián y uno en Vitoria.

Si bien, hay que ver si las victorias en Vitoria y Guipúzcoa se acaban traduciendo en gobiernos porque necesita al PSE en ambos casos, dado que no alcanza con Podemos y se da por hecho que el PNV no permitirá que gobierne la izquierda abertzale.

Estos resultados avalan la apuesta de la izquierda abertzale por adquirir protagonismo en Madrid, muy favorecidos por los acuerdos con Pedro Sánchez. Los electores vascos no han penalizado la inclusión de 44 etarras en las listas: de hecho, doce han conseguido entrar en sus ayuntamientos y dos de ellos han sido condenados por delitos de sangre. En este sentido, habrá que ver hasta qué punto los resultados electorales alteran las relaciones entre Sánchez y Bildu: la estrategia de alianzas del presidente del Gobierno con la izquierda abertzale se ha demostrado catastrófica para los socialistas a tenor de los resultados de las municipales y autonómicas.