Batalla por la izquierda
IU pisa el acelerador para buscar un candidato alternativo a Yolanda Díaz e Irene Montero
Maíllo quiere abordar ya los procesos y tener los deberes hechos para el próximo ciclo electoral.
El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Antonio Maíllo, lleva días pidiendo que se «aceleren» los procesos para lograr una candidatura unitaria, junto a Podemos y Sumar, que pueda encarar con fuerza el próximo ciclo electoral. Aunque Maíllo todavía evita hablar de nombres, IU ya ha anunciado que presentará su propio candidato y el partido defiende que el liderazgo se decida mediante un proceso de primarias.
Hasta ahora, la única persona que ha dado un paso adelante y ha mostrado su intención de liderar el espacio ha sido la exministra y eurodiputada de Podemos Irene Montero. Ya en abril de este año la formación morada la designó como candidata a las elecciones generales. Yolanda Díaz todavía no ha dado ese paso, incluso ha llegado a mostrar dudas en algún momento y no desvela qué hará, pero tanto en la izquierda confederal como en el ala socialista del Gobierno dan por hecho que se acabará presentando también.
A Izquierda Unida, sin embargo, no le gustan los nombres de Díaz ni de Montero. En más de una ocasión, Maíllo ha dicho que la reconstrucción del espacio a la izquierda del PSOE no puede hacerse «sobre liderazgos que se han antojado fallidos» y que su apuesta es «gente nueva que aborde el nuevo ciclo político sin el desgaste que ha supuesto todo este esfuerzo de diez años». Aunque no suele mencionar a ninguna de las dos cuando dice eso, el mensaje es más que evidente.
Además, también ha llegado a decir que «cada organización es legítima de presentar su candidatura, y nosotros en su momento también lo haremos». Esta tercera vía, este candidato alternativo, podría contar también con el apoyo del PSOE. En Moncloa ya no sienten tanta afinidad por la vicepresidenta segunda, creen que su proyecto está desgastado a la luz de los malos resultados electorales que ha estado concatenando en elecciones autonómicas desde las generales y su incapacidad para aunar al espacio. Por otro lado, las relaciones con Podemos se encuentran muy dañadas por la labor de oposición que consideran que les está haciendo el partido morado, día sí y día también, en el Congreso de los Diputados.
Este domingo, Maíllo pidió en la reunión de la Coordinadora Federal de IU «acelerar» los proyectos movilizadores de la izquierda de cara al nuevo ciclo electoral, que arrancará el próximo 21 de diciembre con las elecciones en Extremadura y seguirá en marzo con las de Castilla y León. Las de Andalucía también serán a mediados de 2026, aunque todavía no hay una fecha cerrada. «No hay tiempo que perder», insistió.
Aunque en Izquierda Unida no creen que Pedro Sánchez vaya a adelantar las elecciones generales, al menos no de manera inminente, este acelerón busca que la izquierda a la izquierda del PSOE tenga los deberes hechos cuando llegue ese momento. Ahora mismo, un adelanto electoral podría ser desastroso tanto para los socialistas como para sus posibles socios. Para el PSOE, porque no hay un solo ápice de viento a favor con el que poder acudir a las urnas y para los demás, porque la presión del calendario puede hacer aflorar la desunión y el resultado de esa eventual guerra casi fratricida es muy incierto.
«Estamos convencidos de que solo con un proceso movilizador que interpele a votantes y gente de izquierda puede darse las condiciones de éxito para los próximos procesos electorales que vienen, incluyendo las generales. Los proyectos políticos que justifiquen la unidad en el próximo ciclo, los acuerdos programáticos de obligado cumplimiento y las primarias como método de participación amplia y colectiva. Es tiempo de acelerar este proceso y hay, sin duda, mejores condiciones para ello», añadió Maíllo.
Para Pedro Sánchez y para la izquierda en general, la unidad es la única fórmula para acercarse siquiera a la idea de reeditar el Gobierno de coalición. Tanto es así que hasta Gabriel Rufiánllegó a proponer una coalición de todas las fuerzas de izquierda del Congreso, incluyendo las «periféricas», para que «no nos maten por separado». Pero fue un globo sonda que no cuajó entre las distintas formaciones políticas, ni siquiera entre aquellas con las que ERC ya tiene una coalición para el Senado y las europeas.
Pero el problema que se va a encontrar el espacio a la izquierda del PSOE es la aparente incompatibilidad entre Sumar y Podemos. Las relaciones ya llegaron maltrechas a las elecciones del 23-J y estallaron cuando los morados abandonaron Sumar para pasar al Grupo Mixto del Congreso. En uno de sus últimos movimientos, Ione Belarra trasladó a Izquierda Unida que eventualmente tendrá que elegir entre Sumar o Podemos para las próximas elecciones generales, algo que la formación de Maíllo descarta por completo.