Funeral

El «plante» de Sánchez descoloca al PSOE y aviva las especulaciones

Moncloa mantiene el mutismo y no ofrece explicaciones añadidas a la ausencia del presidente el sábado

Pedro Sánchez viajará el viernes al Vaticano para reunirse con el Papa y "aunar esfuerzos" por la paz en Oriente Próximo
Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, con el Papa FranciscoEuropa Press

Pedro Sánchez lanzó este martes un mensaje de «recuerdo y afecto» hacia el Papa Francisco, a quien consideró «un amigo de España» y un «referente moral y espiritual». «Un líder que abogó por la lucha contra la pobreza, por una mirada humanista del fenómeno de la migración, por la mitigación y la adaptación al cambio climático o contra la intolerancia cuando más falta hacía». «El mundo va a echar de menos su valor y su mensaje», dijo, para señalar que en España se le honraría.

Sin embargo, apenas unas horas después LA RAZÓN avanzaba que el presidente del Gobierno español no se integraría en la delegación española que viajará este sábado al Vaticano para asistir al funeral del Pontífice. Será la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, quien acuda como máxima representante del Gobierno, acompañando a los Reyes Felipe VI y Letizia, que serán quienes encabecen la delegación española, como jefes de Estado.

La decisión de ausentarse ha generado cierta «incomprensión» en el PSOE, tal como reconocen varias fuentes consultadas, que no aciertan a entender por qué Sánchez no asistirá a un acto que trasciende lo religioso y se enraíza en lo puramente político, al asistir una nutrida representación de mandatarios de todo el mundo. En privado, varios dirigentes reconocen no comprender la decisión, más cuando no ha trascendido ningún impedimento de agenda que lo justifique, aunque públicamente no se visibilicen estas dudas.

En Moncloa se han sumido en el más absoluto mutismo y no aportan ninguna explicación añadida a la que ya ofrecieron el martes, cuando se limitaban a asimilar el funeral del Papa Francisco a las tomas de posesión de mandatarios extranjeros a las que si acude el Rey no acude el presidente del Gobierno. «Con los Reyes ya va la más alta representación», resuelven, para justificar que se trata de un acto entre Jefaturas de Estado. Además de los Monarcas y Montero, también asistirán la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.

Sin embargo, los hechos y el precedente de Juan Pablo II desmienten esta argumentación. Entonces, en la delegación oficial española viajaron los Reyes Juan Carlos y Sofía; el por entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, y Mariano Rajoy, líder de la oposición.

También lo desacredita la representación de otros países, donde gobernantes y jefes de Estado conviven en las delegaciones. Desde Bélgica y Países Bajos ya confirmaron que enviarán al jefe del Estado y a su primer ministro. Y en el caso del Reino Unido, Carlos III mandará a su hijo, el príncipe Guillermo, en representación de la Corona, pero también irá acompañado por el primer ministro, Keir Starmer, según confirmaron oficialmente fuentes de Buckingham Palace.

En público, sin embargo, ningún dirigente ha querido alimentar la crítica. Emiliano García-Page restó trascendencia a la decisión, señalando que no existía «causa política» tras la misma. Cuestionado por el precedente de 2005, el presidente de Castilla-La Mancha aseguró: «No sé si lo uno es mejor que lo otro, no hay una regla escrita sobre otro particular y cada uno decide en función de la coyuntura».