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Nadie quiere la foto

Plante total a Sánchez en el 40 aniversario de la adhesión de España a la Comunidad Europea

Felipe VI preside una ceremonia marcada por grandes ausencias; Sumar, el PP, González y los presidentes socialistas autonómicos se borran del acto

Un día como hoy de hace 40 años, otro Rey en otro momento histórico rubricó la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) y el paso de todo un país a la modernidad con mayúsculas. El 12 de junio de 1985, Juan Carlos I sancionó la ley que nos convertía en europeos de pleno derecho con las siguientes palabras: "Esto representa una responsabilidad para todos nosotros y los gobiernos españoles sabrán cumplir el compromiso europeo de España".

Hoy es su hijo, Felipe VI, quien ha presidido en la misma Sala de Columnas del Palacio Real el acto solemne (y austero) de conmemoración de tamaña efeméride. Aunque fue el expresidente Adolfo Suárez quien comenzó unas negociaciones complejas que se alargaron casi una década, fue su sucesor, Felipe González, quien disfrutó de la llegada a puerto.

Don Felipe, que ha cerrado con sus palabras la ceremonia tras los discursos de Pedro Sánchez y Antonio Costa, ha instado a no dar por supuesta la integración europea, "que nos ha dado tanto y ha asombrado al mundo". "No permitamos, pues, que sean ahora las divisiones y los conflictos los que debiliten precisamente aquello que nació para superarlos y que ha sido la mayor garantía de paz". ha dicho.

Sin altura de miras

Pocos días como hoy las palabras y la presencia del Rey han sonado como un bálsamo. Ni el Rey Emérito, ni González, ni el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, están aquí. Cada uno por distintos motivos, aunque las tres ausencias hablan mal de aquella "responsabilidad" y altura de miras que invocaba Don Juan Carlos hace cuatro décadas. Son síntomas de la deriva de una política que está muy por detrás de la ejemplaridad que merecen los ciudadanos.

Y es que si en 1985 tres atentados de la banda terrorista ETA trataron de reventar la europeidad que estrenaba España, la dimisión hoy del secretario de Organización del PSOE por un caso de corrupción que implica al jefe del Ejecutivo enturbia la normalidad institucional de un acto de esta dimensión.

Del principal partido de la oposición solo ha acudido el presidente del Senado, Pedro Rollán. Ningun presidente de ninguna comunidad autónoma, ni socialista ni popular; por supuesto, tampoco la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Todos los socios de Sumar se han borrado del acto. Ni el ministro de Cultura, ni la vicepresidenta, Yolanda Díaz, ni la ministra de Sanidad. Tanto Ernest Urtasun como Mónica García y Yolanda Díaz estaban anunciados en la agenda del Gobierno para hoy.

Por parte del Gobierno, se han presentado aprácticamente todos los ministros socialistas de Sánchez, excepto Fernando Grande-Marlaska. El músculo del Gabinete de Sánchez lo han escenificado 13 de sus miembros, pero la cara de Sánchez era un poema a la entrada al Palacio Real. Con gesto extrenadamente grave ha llegado solo diez minutos antes de la hora y sin quitar ojo a su móvil mientras subía las escaleras.

"Carencias" democráticas

Durante su discurso, que ha abierto la ceremonia, Pedro Sánchez ha hecho un recordatorio de la evolución de España en estas cuatro décadas y ha reconocido también errores: "Hemos pasado de ser una democracia joven y frágil a una plena, aunque sin ninguna duda aún tenemos carencias hemos ido avanzando mucho en 40 años". Sánchez ha insistido en el crecimiento mutuo de la UE y España en un camino paralelo.

Antes de acudir esta tarde a la ceremonia tras la rueda de Prensa en Ferraz, Pedro Sánchez había reafirmado el compromiso de España con "una Europa unida, fuerte y fiel a sus valores" que es, además, "faro y hogar de nuestro bienestar". Queda en el aire si el mismo compromiso atañe a una España desunida, con la polarización en máximos y la política ejercida desde la trinchera.

La propia ausencia del líder del PP a un evento cuyas invitaciones ha cursado la Casa del Rey es la antítesis de la normalidad institucional, por mucho que el propio Feijóo haya explicado esta mañana que tiene "todo el respeto" por la Monarquía aunque se niega a compartir un acto institucional con el presidente Pedro Sánchez.

Sí han acudido, sin embargo, representantes del Poder Judicial y varios ministros y líderes del proyecto europeo, tanto veteranos como en activo. También el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en la que es la primera visita que realiza a España desde que hace ahora un año fue elegido para ese cargo por parte de los Veintisiete. Entre los invitados, asimismo, ex altos cargos españoles en las instituciones europeas, representantes de los agentes sociales y de diversos sectores de la sociedad civil, como el religioso, el educativo, el universitario, el cultural, el deportivo y el de las ONG.