La Policía llama a una víctima del «violador del portal» de Lugo que será excarcelado hoy

Cristina (nombre ficticio para proteger su identidad) volvía a su piso de estudiante universitaria en Lugo (Galicia) entre las 4:30 y las 5:00 de la mañana cuando al abrir la puerta y entrar en su portal alguien la abordó por detrás repentinamente, la introdujo en el ascensor y mientras le tapaba la boca para que no gritara pulsó la numeración secreta que hay que conocer para bajar al garaje. Allí I.H.Z la metió en el cuarto de contadores al grito de «cállate o te mato» y la obligó a hacerle una felación. La joven que hoy tiene 25 años –tenía 18 cuando sucedieron los hechos en 2016– acaba de recibir la llamada de la Policía para advertirla de que su violador sale de la cárcel hoy, dos años antes de lo que esperaba porque ha sido beneficiado por la ley del «solo sí es sí».

«Ella era una niña y esto te marca de por vida. No hay forma de superarlo», cuenta su abogado Gonzalo Díaz Rodríguez en nombre de la joven. «Tanto ella como su madre están indignadísimas y dicen que esto, desde luego, no es una forma de proteger a las mujeres sino todo lo contrario», explica en conversación telefónica con LA RAZÓN.

I.H.Z no residía en el edificio pero conocía la distribución del portal, el ascensor y los cuartos a la perfección. Era el peón que realizó la instalación de la fibra óptica de toda la zona en los meses previos a los hechos. Varias mujeres de distintas edificaciones terminaron denunciándole y el asunto que atemorizó un tiempo a las estudiantes de esa zona terminó popularizándose bajo el nombre de «el violador del portal». «Conocía los huecos y las habitaciones de los portales y debía tener llave de algunos de ellos», cuenta el letrado. En la sentencia de la Audiencia Provincial de Lugo de marzo de 2020 los jueces le condenan a seis años y seis meses por un delito de agresión sexual y otro en grado de tentativa por otra chica que logró zafarse. Además, le imponen el agravante de «disfraz y aprovechamiento de las circunstancias de tiempo y lugar».

La noche que asaltó a Cristina llevaba una braga que le tapaba la boca y parte de la nariz. Mientras la bajaba en el ascensor le quitó las llaves de su piso para que no pudiera escapar y le apretó tan fuerte el cuello que la joven casi pierde el conocimiento, según el relato de los hechos probados. «Si me la chupas te dejo que te vayas», le dijo antes de masturbarse contra la pared. Al terminar le lanzó las llaves y se marchó.

No es el único caso que detalla la sentencia, I.H.Z volvió a actuar en la misma zona y sobre la misma hora un mes después. Esta vez la víctima fue Juliana (pseudónimo) de 41 años. El hombre se encontraba en un trastero comunitario al lado del ascensor y cuando Juliana entró en el portal él apareció y se puso a esperar el elevador con ella con el pene sobresaliendo del pantalón semi-erecto. La víctima empezó a subir por la escalera, pero el agresor la persiguió y la abordó en el rellano previo al primer piso. Después de un forcejeo Juliana gritó para alertar a su marido que estaba en casa y el hombre huyó por miedo a que lo descubrieran.

«Su identificación resultó de las pruebas de ADN obtenidas de los vestigios hallados en la víctima por un lado, y en los obtenidos en su perfil en otra causa. La coincidencia de ambos llevó a su detención», expone el abogado del agresor Jorge Martínez Navas a este periódico. La petición de rebaja de condena con la reforma del Ministerio de Igualdad partió de él porque su cliente había sido castigado a seis años y seis meses de prisión, el mínimo, y con la nueva horquilla penal el suelo está en cuatro. Por eso los jueces han reducido la estancia en prisión en dos años. «No se trata de una cuestión interpretativa, sino de aplicación de un principio básico consolidado en España. Lo que deberíamos preguntarnos es, ¿Cómo es posible que se reforme una ley de capital importancia como es el Código Penal, sin tan siquiera comprender previamente su funcionamiento», apunta Martínez Navas.

A pesar de que la Fiscalía inicialmente pedía 11 años para él, el conocido como «violador del portal» fue condenado a una pena tan baja porque llegó a un acuerdo con las víctimas y el Ministerio Público. «Con el fin de que ella no volviera a pasar por repetir todo en el juicio, nosotros nos apartamos», concreta su abogado que ahora no podrá recurrir la rebaja.

El hombre sale este 14 de febrero de la cárcel de Villena (Alicante) donde fue trasladado desde Lugo por tener familia allí. Tendrá una pulsera telemática durante los próximos ocho años que le mantendrá geolocalizado por la Policía todo ese tiempo y la prohibición de acercarse a las víctimas a menos de 500 metros. Además, I.H.Z. debe participar en un programa sobre víctimas contra la libertad sexual.

Cristina ha recibido estos días la llamada de los funcionarios de la prisión para darle la noticia y la de la Policía para saber cuál es su domicilio ahora (se mudó después de los sucedido) y mantenerla bajo vigilancia. A la pregunta de si se siente segura, su abogado es tajante: «En absoluto. Hay muchos casos de gente que reincide y muchos protocolos que fallan», dice Díaz. Ante la cuestión de la posibilidad de reincidir el abogado del agresor también es claro: «Si bien la tasa de reincidencia de estos delitos es bastante alta, el arrepentimiento, la buena conducta, y la medida de libertad vigilada, generan un marco de seguridad en el que es prácticamente imposible que nuestro cliente reincida», asegura Martínez Navas.

Los excarcelados son ya 43

Las rebajas por la aplicación de la ley ideada por el Ministerio de Igualdad ascienden a 516, según los datos parciales que ofrecen los tribunales superiores de justicia de todo el territorio. De estos, los casos que han terminado en excarcelación han sido 43, siendo Andalucía la Comunidad Autónoma con más casos (8), seguida de Madrid (7), País Vasco (6), Castilla y León (5), Comunidad Valenciana (4) y Baleares (3). Galicia consta con 48 condenados con rebajas en sus sentencias y, con la que cuenta hoy este periódico, ya son 3 también los puestos en libertad. Además de Cantabria y Asturias, que también tienen dos casos cada una, la lista la completan por la parte baja Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha con un excarcelado en cada autonomía.