Extremo centro

No se preparan ya ni la coartada para mentir

Sánchez y su equipo de académicos juegan con una premisa sencilla: nadie con dos dedos de frente se

va a poner a revisar un informe un 28 de julio

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece ante los medios de comunicación para hacer balance del curso político, a 28 de julio de 2025, en Madrid (España). Esta fotografía ha sido realizada utilizando la técnica de doble exposición. 28 JULIO 2025 Eduardo Parra / Europa Press 28/07/2025
Pedro Sánchez comparece para hacer balance del curso políticoEduardo ParraEuropa Press

Sé que me hago viejo porque ya no me enfada tanto que la política sea incapaz de resolver mis problemas como que pretendan tomarme por idiota. Es un tipo de cabreo que no nace tanto del desacuerdo en las opiniones que los seres humanos desplegamos sobre la realidad, como por la sensación de desprecio que nace cuando ves al que miente hacerlo ya sin ganas. No se produce cuando alguien no te dice la verdad, sino cuando te hacen perder el tiempo a sabiendas de que ni siquiera se han preparado un mínimo la coartada.

Aumenta el cabreo mi nivel de atención a la coñosfera, mutante intelectual académico y colectivo, artífice tanto de narrativas y leyes que dejan sueltos a violadores como de indultos a secuestradoras de niños reincidentes. Desde esos espacios se sigue generando su propia épica conceptual y autorreferencial con la que satisfacer el malestar contemporáneo de la mujer feminista de mediana edad con estudios superiores. Si ayer circulaban nuevos términos como el «heterofatalismo», que viene a señalar como tragedia griega que las mujeres no se puedan desembarazar de la pinga masculina en favor de un «lesbianismo político». Hoy se inventan el «mankeeping», que convierte el hecho de apoyar emocionalmente a una pareja masculina en una nueva carga estructural de género.

Pero volvamos a Pedro Sánchez, alias Paco el Trolas, que se ha marcado un acto institucional en pleno julio para presentar un informe de rendición de cuentas emitido y cobrado por la «Bullshito Consulting Company». Una amalgama de académicos y opinólogos de izquierdas donde tenemos a: Inánity, Monge, Villoria et al. El GAM, así se llama el grupo de alegres bandoleros, te saca un portal web, un resumen ejecutivo, un mapa de compromisos, datos abiertos, últimas noticias e informes anteriores. Te editan hasta un PDF de 49 páginas que asegura que el Gobierno ha cumplido ya con el 45% de sus compromisos y que ha ganado el 86% de las votaciones en La Congresa.

Que yo sé que los ignorantes sin estudios como yo solo nos fijamos en que no hay presupuestos. El GAM te explica cómo el Gobierno ha sacado adelante medidas tan decisivas como una Proposición No de Ley sobre el uso de la bicicleta, votada por unanimidad en la Comisión de Parques y Jardines. Usted, que es igual de ignorante que yo, me dirá que no hay un marco económico ni fiscal con el que proyectar el país. Me dirá que tampoco nos vamos de vacaciones con una afirmación sencilla: «Si en otoño de 2025 no obtengo el apoyo parlamentario, dimitiré y convocaré elecciones».

Pero no somos académicos, así que quizás preguntemos si gobernar así es normal (sabemos que no lo es), o deseable (eso parece ir por barrios), sino si es siquiera viable como fórmula. Si prorrogar unos presupuestos nacidos de la legitimidad democrática de una Cámara legislativa anterior es una fórmula con la que recorrer una legislatura. No sabría explicar con precisión qué ha pasado con la política española durante estos años de «sanchismo», pero da la sensación de que los sistemas institucionales de confianza pública han abandonado su tarea fundacional: decir más o menos la verdad, asumir responsabilidades, rendir cuentas.

Nos preguntamos si gobernar así es normal, deseable o viable

Quizá él y su equipo de académicos juegan con una premisa sencilla: si ni siquiera ellos se lo han leído, nadie con dos dedos de frente se va a poner a revisar un informe un 28 de julio. ¿Quién va a pinchar en los indicadores para ver si miden algo real? Un par de ejemplos sobre el nivel de vagancia: en la línea estratégica sobre vivienda, el indicador es la Tasa de Emancipación Juvenil. Según el Consejo de la Juventud de España, esa tasa está en el 14,8%, que es el peor dato desde 2006 y el peor desde que tenemos registros. En seguridad ciudadana, el indicador es el «Ranking del Índice de Paz Global», pensado para evaluar zonas en conflicto a nivel internacional.

Me ha dolido especialmente que en los indicadores sobre reto demográfico no aparezca una de las heridas más íntimas de nuestro país: la distancia entre el número de hijos que desean tener las mujeres que quieren ser madres y el número de maternidades alcanzadas. Sí, la amiga soy yo. Yo soy uno de esos cenizos que creen que el WAPO, The Guardian y Forbes se cobran todos y cada uno de los artículos de propaganda que publicaban sobre Sánchez. Creo que parte relevante de los fondos europeos se han evaporado en «proyectos de consultoría», grupos de expertos y absolutas chorradas sin sentido (como el GAM) que no transforman nuestra economía, no la hacen más productiva y definitivamente no hacen más eficiente a nuestra administración pública.

Supongo que es triste saber que cuando todo esto pase, y pasará, algunos seguiremos aquí, escuchando, leyendo y apuntando. Aunque sea el mes de julio y estemos en vacaciones. Aunque sepamos que no nos van a decir la verdad.