Tensión
PSOE y Sumar intentan vender unidad en plena confrontación
Díaz arranca a Sánchez reuniones periódicas para lograr visibilidad, pero no medidas concretas
PSOE y Sumar buscan trasladar imagen de unidad en vísperas de las elecciones europeas, con la activación ayer de la comisión de seguimiento que contempla el acuerdo de coalición. Una reunión que hasta ahora no se había producido y llega días después de que la vicepresidenta, Yolanda Díaz, anunciara que el encuentro tendría lugar de manera «inmediata», con el objetivo de relanzar la legislatura tras el periodo de reflexión del presidente del Gobierno.
La reunión se celebra, por tanto, con tres meses de retraso pese a los intentos reiterados del socio minoritario de programarla, que en febrero ya había pedido al PSOE formalizar la comisión permanente de seguimiento del acuerdo de Gobierno para revisar el funcionamiento de la coalición, evaluar el cumplimiento de los objetivos y coordinar la acción del Ejecutivo.
Ahora, más allá de su puesta en marcha, Sumar busca dotar de contenido el «punto y aparte» que prometió el líder del Ejecutivo, y en esta línea reclaman medidas de regeneración democrática, como poner fin a la ley de Seguridad Ciudadana –coloquialmente «ley mordaza»– o la renovación de la cúpula del Consejo General del Poder Judicial por la vía de la rebaja de las mayorías parlamentarias y sin contar con el principal partido de la oposición.
En concreto, de la reunión sale el compromiso de crear un grupo de trabajo para avanzar en esta vía, en la proposición de medidas que permitan abordar la «regeneración democrática pendiente» a la que aludió Sánchez en su comparecencia e «impulsar el cumplimiento del acuerdo de coalición, especialmente de las medidas sociales, ante la ausencia de unos Presupuestos Generales del Estado para el 2024», según reza el comunicado que ambos partidos distribuyeron. Una vez que la comisión se ha puesto en marcha, acuerdan mantener citas periódicas cada dos meses.
Tanto Sumar como el PSOE coinciden en la «necesidad de reconocer lo antes posible el Estado palestino por parte de España e impulsar las medidas necesarias para el fin de la barbarie cometida en Gaza». Cuándo se produzca este reconocimiento ha sido uno de los puntos de tensión entre ambos partidos en las últimas semanas, dado que las urgencias de Sumar de que llegara antes de las elecciones catalanas no se vieron colmadas por Sánchez, que espera a un reconocimiento con otros países, previsiblemente, la próxima semana.
Pese a que ambas partes coinciden en felicitarse de que la coalición «goza de buena salud», lo cierto es que en las últimas semanas se han multiplicado los choques. En Moncloa asumen que obedecen a la necesidad de Sumar de sacar cabeza y marcar un perfil propio de cara a un escenario electoral en el que los de Yolanda Díaz han sufrido ya tres varapalos importantes, en sus primeras experiencias electorales tras su desembarco en la política nacional el pasado 23J. Por su parte, los socialistas han encadenado dos buenos resultados en País Vasco y Cataluña que les permiten proyectar un mensaje de optimismo, de cara a su alternativa al PP.
En la reunión, Sumar buscaba un pacto de no agresión con su socio en el Ejecutivo, después de que lleven días denunciando una estrategia por parte del PSOE de reagrupación del voto de izquierdas. Sánchez ha virado el rumbo hacia la izquierda, consciente de que las europeas suponen una reválida del 23J, en la que se juega un mano a mano con Alberto Núñez Feijóo y busca una reagrupación, entorno a las siglas del PSOE, del espacio progresista para tener un resultado solvente.
Por su parte, desde Sumar plantean cada semana polémicas prefabricadas con cuestiones como el Estado palestino, la tauromaquia o, el buque «Borkum». Sin embargo, los de Díaz también se enfrentan a su propia encrucijada en estas europeas, en su propia carrera con Podemos. Al ser unas elecciones con circunscripción única, se leerán como un plebiscito entre ambos. Los morados en los últimos meses han mejorado en las encuestas y cuentan con el tirón de la exministra de Igualdad Irene Montero. Mientras, los socialistas cuentan con el viento a favor después de llegar de unas elecciones catalanas donde han cumplido sus expectativas y aspiran a gobernar. El sándwich perfecto.
La cita, que se dilató durante dos horas, contó con la presencia, por parte del PSOE, de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, el ministro de Justicia y Presidencia con las Cortes, Félix Bolaños, la portavoz del PSOE en Ferraz, Esther Peña, y el diputado y secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. Por parte del socio minoritario de la coalición, han acudido el ministro de Cultura y portavoz de la formación, Ernest Urtasun; la directora de gabinete de la Vicepresidencia segunda, Virginia Uzal; el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey; y la secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández.
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