Cortes

Puigdemont pone a Sánchez contra las cuerdas

El líder del PSOE ofrece a Junts el impulso del uso del catalán en las instituciones europeas, pero dirigentes del partido lo ven insuficiente

La presidencia del Congreso está en el aire a pocas horas de que se constituyan las Cortes. A partir de las 8 horas, tanto Junts como Coalición Canaria, las dos formaciones determinantes, reúnen a sus direcciones y tomarán la decisión final. Ahora mismo, todo apunta a que ninguna de las dos dará el apoyo al PSOE y el PP se quedará con la presidencia del Congreso y la mayoría en la Mesa, un área de poder sustancial para el desarrollo de la legislatura.

El PSOE ve cómo se aleja la presidencia del Congreso pese a los gritos desesperados que ha lanzado Pedro Sánchez en las últimas 48 horas, todos ellos relacionados con el uso del catalán en las instituciones. El martes anunció que su candidata para presidir el Congreso es Francina Armengol, una defensora de la inmersión lingüística que ha impulsado una ley educativa en Baleares que sitúa el catalán solo como única lengua vehicular (un mínimo del 50% del horario escolar se debe impartir en catalán), marginando el castellano. Armengol es un perfil que invita a pensar que va a ser permisiva con el uso del catalán en el Congreso, pese a que es algo que hay que regular. Y, este miércoles, Sánchez ha anunciado que impulsaría en las instituciones europeas el uso de las lenguas cooficiales, una reivindicación histórica del nacionalismo que no ha visto aún la luz.

Sin embargo, Sánchez, que tiene solo garantizados los apoyos de los 121 diputados del PSOE y los 31 de Sumar, necesita 20 más, como mínimo, para lograr la presidencia del Congreso. Y, de esos 20, tan solo tiene cerca los seis de Bildu porque ni el PNV (5), ni Junts (7) ni ERC (7) ni BNG (1) han asegurado ya su apoyo al PSOE. Y tampoco parece que haya conseguido seducir a nadie con esos dos últimos movimientos de última hora.

Este miércoles, en el Congreso, los ánimos confirmaban lo mismo que la exigua mayoría con la que cuenta el bloque de izquierdas. En estos partidos se reconocía en privado la dificultad para controlar hoy la Mesa del Congreso, a la par que se mostraba cautela al tener que depender de Puigdemont. En el caso de perder el órgano del Congreso, fuentes parlamentarias expresan su pesar al ser conscientes de que «tratarán de retrasar leyes e incluso tienen en su mano decidir cuando se presenta Sánchez a la investidura», lamentaban. Si bien, en público desde Sumar exhibían optimismo. Yolanda Díaz anunció su implicación total en la negociación con Junts y en el partido valoran como «buena señal» el silencio de los independentistas.

Este optimismo contrasta con la actitud de Junts, a quien no le parece suficiente ni Armengol ni el uso del catalán en la UE para prestar sus votos, según explicaron algunos dirigentes consultados por este diario. El propio Puigdemont ha reclamado este jueves mismo «hechos comprobables» ya que su «desconfianza» hacia los partidos políticos españoles es absoluta: «No tenemos ninguna confianza en los partidos políticos españoles». En todo caso, ha asegurado que su posición no ha variado aún con respecto al inicio, lo que señala que las negociaciones no han arrojado aún frutos, por lo que se antoja que su voto será negativo.

Junts ha situado desde el principio dos exigencias como esenciales: la amnistía y la autodeterminación. Y, de momento, no parece que el PSOE sea capaz de ofrecer nada parecido a eso a ambas formaciones y se limita a gestos con el catalán, que también puede beneficiar a los socialistas catalanes en su pugna con los independentistas por lograr la Generalitat en las próximas elecciones catalanas.

En ERC tampoco parece suficiente Armengol porque el partido seguía ayer sin dar el «sí» al PSOE. Y eso que a los republicanos es un perfil que les gusta, pero miran muy de reojo a Junts y, por eso, se antoja complicado que den un paso adelante sin conseguir nada a cambio y sin ver que los posconvergentes también se alinean con ellos. De hecho, la semana pasada parecía que su apoyo al PSOE estaba allanado, pero el ala dura del partido, liderada por Marta Rovira, reculó y advirtió que no se puede dar sus votos por descontados.

El PNV, que también ha guardado mucho silencio en los últimos días y, esencialmente, se ha limitado a decir que con el PP no va a negociar, tampoco ha anunciado que vaya a apoyar al PSOE. De hecho, tras el guiño de Sánchez con el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones europeas, Aitor Esteban ha salido este miércoles prácticamente a reprochar la actitud que ha tenido Sánchez hasta ahora con el euskera y ha puesto en duda su credibilidad: «Lo tenía más fácil para ser creíble en temas lingüísticos y ha demostrado lo contrario. PERTE de nueva economía de la lengua: de 1.100 millones, sólo 2 millones para el euskera. ¿Fuera sí y dentro no? Parece que l@s vasc@s en el estado somos menos europe@s».

Sánchez podría tener opciones de atar la presidencia del Congreso si CC se aviniese a apoyar al PSOE, pero ese escenario parece complicado aunque el partido canario sigue sin decidir. El PP tiene ahora mismo 171 apoyos garantizados y probablemente sume a Coalición Canaria (serían 172), mientras que los socialistas, sin Junts, se quedarían en 171, como mucho.