Gasto militar

Por qué exmandos de Defensa ven obligado un gran acuerdo PSOE-PP

Las razones que desmontan el discurso de que se puede ampliar el gasto militar sin unos nuevos PGE

Entrevista con Julián García Vargas, exministro de defensa
El exministro de Defensa, Julián García Vargas.Alberto R. RoldánLa Razón

El cambio geopolítico coloca al Gobierno ante un desafío clave en la política nacional y que puede afectar incluso al devenir de la legislatura. Así lo ha visto ya el principal partido de la oposición conforme a la información que le llega de Bruselas, y de ahí que tome posiciones preventivamente. La izquierda se ha metido en su propio laberinto con su discurso antibelicista y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se juega su propia credibilidad en el ámbito internacional. Fuera asume compromisos, incluso en cuanto al envío de «botas» sobre el terreno conforme a unas condiciones, mientras que en la arena nacional tiene que buscar la manera de sortear el obstáculo de que no puede aprobar ni siquiera unos nuevos presupuestos para ajustarse a lo que salga del consenso comunitario.

Pero ¿qué fórmulas habría para aumentar el gasto militar sin pasar por el Congreso?

El que fuera ministro de Defensa entre 1991 y 1995, Julián García Vargas, apunta a LA RAZÓN que para que se pueda ampliar el gasto militar sin unas nuevas cuentas habría que aprobar un presupuesto «extraordinario», es decir, una partida al margen de los que están prorrogados. Sin embargo, esto en el ámbito de Defensa no se ha hecho nunca. Además, considera que también habría que «aprovechar los préstamos que da la UE, en la primera etapa, de 150.000 millones». Sin embargo, García Vargas se muestra escéptico sobre que esto pueda llevarse a cabo con los socios del Gobierno de Sánchez. «Tendrían que intentarlo pactando con el PP»: sería «razonable» que para algo que afecta a la seguridad se pusieran de acuerdo porque, advierte, es «un objetivo de Estado». Sobre el margen que podría existir para redistribuir el presupuesto de Defensa actual, el exministro considera que «no habría mucho problema» teniendo en cuenta que esas cuentas ya están aprobadas. «Se pueden hacer modificaciones presupuestarias por acuerdo del Consejo de Ministros dentro del total del gasto público», pero para poder tomar deuda pública hay que aprobarlo por Ley, ya que lo que ha dicho la UE es que «nos presta el dinero», pero no deja de ser deuda pública, explica el exministro.

En la misma línea se muestra un ex alto mando militar que ve «inviable y una locura» que se pueda aumentar el gasto sin un nuevo presupuesto. «Van a tener que hacer encaje de bolillos porque se trata de un tercio del presupuesto actual». No lo ve factible, aunque «hemos visto cosas imposibles volverse posibles en los últimos años». En cualquier caso, igual que el exministro, insiste en que la única salida pasa por un acuerdo entre los dos principales partidos políticos (PP y PSOE).

Si se hace sin una base presupuestaria, «¿de dónde va a salir? ¿de ayudas de Europa solo para Defensa? ¿con la firma de quién?» «No lo entiendo». También desmiente la falacia que propagan los socios de Gobierno cuando destacan que el hecho de que se invierta más en Defensa supone una merma en las inversiones para hospitales. Las mismas fuentes militares apuntan que una mayor inversión en Defensa no supondrá tampoco más capacidad de producción porque «hemos deslocalizado empresas que hacían armas y no hay tiempo para desarrollar lo que hemos perdido».

Aunque en determinados ámbitos se sigue hablando de la posibilidad de una guerra, tanto el exministro como el ex alto mando no ven que España sea objetivo de Rusia. «No lo veo ni deseable ni oportuno por parte de Rusia», dice García Vargas, si bien sí apoya que se haga un esfuerzo en la UE para hacer ver que somos capaces de actuar conjuntamente en el terreno defensivo. Recuerda, por ello, el «esfuerzo» que hizo Josep Borrell con la Brújula Estratégica para reforzar la seguridad, donde estableció el concepto de cooperación estructural permanente como «núcleo militar de los países de la UE». Entonces se apuntaron 23 países, lo que considera que no era una idea muy «manejable». «Habría sido necesario crear una estructura de mandos europeos, con un Estado Mayor Conjunto» y para ello sería necesario una «cooperación reforzada de ocho o diez países, no más». «Casi todo lo que hay que hacer ya estaba previsto en la Brújula Estratégica, y nadie habla de eso».