Política
Rajoy e Iglesias mantienen su liderazgo, mientras Susana Díaz crece
Los votantes del PP defienden que su partido no celebre primarias y los del PSOE son los más descontentos con el papel desempeñado en esta legislatura
Los votantes del PP defienden que su partido no celebre primarias y los del PSOE son los más descontentos con el papel desempeñado en esta legislatura.
El año 2017 se lee en clave interna para los partidos políticos. Las cuatro grandes fuerzas celebrarán en los próximos meses sus congresos nacionales, aunque el grado de certidumbre con el que lo encaran unos y otros no es comparable. PP y Ciudadanos se enfrentan a cónclaves prácticamente de trámite, debido a la consolidación e incontestabilidad de sus líderes en el seno de ambas formaciones. Podemos aguarda en Vistalegre II el previsible choque de pablistas y errejonistas por la vocación de futuro que debe tener el partido, aunque el liderazgo de Iglesias no parece estar en cuestión. Distinto es el caso del PSOE que todavía no tiene convocado el 39º Congreso y, aunque aspirantes a la Secretaría General no faltan -terceras vías incluidas-, ningún candidato se ha postulado todavía abiertamente.
PP: la formación con más estabilidad interna
Los diez meses de bloqueo político no han hecho mella en el Partido Popular, más bien todo lo contrario. La formación que lidera Mariano Rajoy ha salido reforzada de este impasse de inestabilidad y ha visto incrementadas sus expectativas electorales. Además, segúnla última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, el presidente del Gobierno es el líder mejor valorado por sus votantes -un 6,9- y el PP, el partido cuya actuación desde la investidura obtiene la mayor calificación -6,6-. Los populares también se imponen como el partido que más fideliza a sus electores, pues un 87,7% de quienes les votaron en junio volverían a hacerlo ahora de producirse una nueva cita con las urnas. A pesar de las buenas expectativas, la realidad es que el PP gobierna actualmente en minoría y, en este escenario en el que es imprescindible llegar a acuerdos, un 43,6% de los votantes populares tienen claro que el socio natural de su partido durante esta legislatura debe ser Ciudadanos, no en vano, es con la formación naranja con la que firmaron el pacto de investidura. Sin embargo, la rúbrica de estos 150 compromisos no ha servido para que el Gobierno vaya de la mano de Albert Rivera, y sus primeras alianzas -subida del salario mínimo y pacto energético- las han forjado con el PSOE. Un 22,5% aprueba esta elección y considera que el principal partido de la oposición debe ser el aliado del Gobierno.
En vísperas del Congreso Nacional que se celebrará en febrero, los votantes populares bendicen la decisión de su partido de no realizar primarias y prefieren la elección del líder por designación del partido (48%) en lugar de por los militantes (42,6%). Es el único de los cuatro grandes cuyos electores optan por esta fórmula. En el ambiente precongresual del PP no existe conflictividad interna, exceptuando los movimientos aislados del ex presidente José María Aznar, y así lo perciben los votantes que en un 58,3% no reseñan este tipo de pugnas y lo colocan como la formación más tranquila internamente de las principales. Entre las prioridades que los votantes populares identifican para este 2017 está la unidad de España (50,5%) en pleno desafío soberanista, la economía (28,9%) y asuntos sociales (16,7%).
PSOE: entre las luchas de poder y la decepción
Más convulso es el panorama socialista para los próximos meses. El PSOE es el único de los grandes partidos que todavía no ha fijado la fecha de su 39º Congreso, con el objetivo de aplacar la tensión interna tras la dimisión de su ex secretario general Pedro Sánchez. Sin líder, los nombres socialistas propuestos por NC Report obtienen la peor puntuación, aunque Susana Díaz (6,1) se impone sobre Sánchez (5,7). El PSOE es también el partido peor valorado por sus votantes (5,6), fruto de la crisis interna que desembocó en el vergonzoso Comité Federal del 1 de octubre, y la fidelidad de sus votantes ha descendido hasta colocarse en la última posición: sólo un 67% de quienes votaron a los socialistas en junio volverían a hacerlo ahora. Tampoco tiene predicamento entre sus votantes el papel que ha desempeñado el PSOE desde que arrancara la legislatura, a pesar de haber conseguido conquistas como la subida de un 8% del salario mínimo, la paralización de las reválidas o la prohibición de los cortes de luz a las familias vulnerables. Aunque estos pactos se han alcanzado con el Gobierno, los votantes socialistas consideran que el aliado natural de su partido debería ser Ciudadanos (29,4%), seguido de Podemos (27,5%). Sólo un 12,8% apuesta por el Ejecutivo como socio.
Con la elección de su próximo líder como principal quebradero de cabeza, los electores del PSOE prefieren que esta decisión se realice por primarias (56,9%), un sistema que está implantado, pero que no opera si se realiza una candidatura de unidad y sólo se presenta un aspirante. Un 34,9% opta por que sea el partido quien proponga al líder. La pugna por el liderazgo es precisamente lo que ha llevado al PSOE a ser percibido por sus votantes como el partido con más conflictividad interna (72,5%), por el 18,3% que piensa que no hay luchas interna. En cuanto al ámbito propositivo y legislativo, los electores socialistas identifican la unidad de España (38,5%) como la principal prioridad, seguida de los asuntos sociales (31,2%) y la economía (25,7%).
Podemos: líder fuerte en un clima de crispación
Unidos Podemos no consiguió el «sorpasso» el 26-J, pero sigue manteniendo el impulso entre sus seguidores. Su líder es el segundo mejor valorado para sus acólitos, por detrás de Rajoy, (6,4) y el partido conservaría hoy al 75,9% de los votantes que optaron por ellos en las pasadas elecciones. Aunque los podemitas no han destacado por su iniciativa legislativa desde la investidura, son el segundo partido mejor calificado (6,2) por detrás del PP. La endiablada aritmética parlamentaria hace que como tercera fuerza Unidos Podemos necesite de la connivencia de otros partidos para sacar adelante sus propuestas y la mayoría de sus votantes consideran que debe hacerlo apoyado en el PSOE (54,5%). A pesar de que a priori en Vistalegre II no habrá primarias para elegir al líder de Podemos, ya que por el momento sólo Pablo Iglesias ha anunciado su candidatura, los votantes de la formación morada consideran este proceso el apropiado para elegir el liderazgo (77,7%), por encima de la designación por el partido (13,4%). Aunque Íñigo Errejón no tenga intención de presentarse, la pugna por el modelo de partido que debe imponerse ha creado un clima de crispación que hace que los electores de Podemos perciban en un 70,5% de los casos que existen luchas internas en la formación. En cuanto a la hoja de ruta, los votantes señalan los asuntos sociales (59,8%) como prioridad, por encima de la economía (18,8) y la unidad de España (12,5%).
Ciudadanos: los votantes prefieren pactar con el pp
La formación de Albert Rivera se sitúa en el limbo en cuanto a valoración de líderes con un 6,3% y de partidos, con un 6,1%. Gracias a la debacle socialista abandona el vagón de cola como el partido que menos fideliza y un 70,1% de quienes votaron naranja el 26-J repetiría ahora. Ciudadanos se ha erigido como el partido bisagra por excelencia demostrando que puede pactar a izquierda y derecha, pero sus votantes consideran que debe ser el PP (50,7%) y no el PSOE (26,9%) quien sea su aliado principal. Las primarias de Ciudadanos que se celebrarán el 27 de enero se imponen por la mínima (49,3%) a la elección directa del partido (47,8%) como la fórmula para elegir a sus líderes y la falta de contestación interna que genera Rivera -al que sólo Carolina Punset ha amagado con disputarle la Presidencia- le concede el calificativo de partido tranquilo, exento de luchas internas para sus votantes. Para los electores naranjas, la prioridad de su formación en esta legislatura debe ser la unidad de España (46,3%), seguido de la economía (38,8%) y los asuntos sociales (11,9%).
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