Rajoy invitará a Aznar para que intervenga en la Convención del PP

La dirección popular no ha elaborado aún el programa de la Convención Nacional que celebrará en Valladolid el 31de enero y el 1 y 2 de febrero. Pero tienen previsto, porque ése es el deseo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, invitar al ex presidente del Gobierno José María Aznar y ofrecerle un turno de palabra.

Este cónclave llega en un momento en el que ha habido gestos y declaraciones que han dado a entender que las relaciones entre Rajoy y Aznar no atraviesan su etapa de más cercanía. Cabe mencionar algunas de las últimas manifestaciones del ex presidente, entre ellas una entrevista en Antena 3 realizada por la directora de Informativos, Gloria Lomana. En las últimas fechas el ex presidente ha defendido la bajada de impuestos; ha reclamado una acción de Gobierno «muy definida por un proyecto político y unos objetivos históricos renovados»; o ha advertido al PP de que cuando se cuenta con una mayoría tan amplia como la que tiene «lo que hace falta es que la mayoría aplique el programa por el que fue elegido». En la presentación de su segundo libro de memorias, editado por Planeta, nadie de la dirección popular le acompañó.

Gestos, como se ha dicho, que han dado lugar a todo tipo de interpretaciones sobre las relaciones de Aznar con su partido por las diferencias en lo que afecta a la gestión política, territorial y económica.

Y éste es el contexto en el que Rajoy cuenta con el ex presidente para el cónclave con el que pretende dar un impulso electoral al PP y remontar en las encuestas. Sus sondeos internos no son demasiado optimistas y obligan al partido a hacer un esfuerzo extra en este nuevo curso político para recuperar apoyo ciudadano y ganar al PSOE en las europeas. Al menos en esa línea apuntó el análisis que el sociólogo Pedro Arriola realizó a puerta cerrada en el «retiro» que la cúpula popular celebró en Toledo el pasado fin de semana.

«Queremos que Aznar intervenga en la Convención, como ha hecho en otras ocasiones, y no puede ser de otra manera. Pero todavía no está cerrado el programa», anticipan en la dirección popular respecto a la estrategia con la que manejarán un acto que reunirá a la Junta Directiva Nacional, parlamentarios autonómicos, miembros de los Consejos de Gobierno de las comunidades, presidentes o portavoces de las Diputaciones provinciales, cabildos y consejos insulares, y a cargos municipales.

Para que estos planes de contar con Aznar se concreten hará falta que lo permita la agenda del ex presidente del Gobierno y presidente de honor del PP. Además del protagonismo que tendrán las elecciones europeas, y su candidato, en esta Convención el PP dará aire al discurso de la recuperación económica. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quiere su espacio, como también darán cancha a algunos de los referentes territoriales. Ya han repartido juego, pero entre segundos niveles, en la definición de las ponencias.

Entre los «premiados» están el alcalde de Santander y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Íñigo de la Serna; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el secretario general del PP de Canarias, Asier Antón, o el secretario general del PP de Extremadura y presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano. Las ponencias económica, social y territorial las dirigen los tres vicesecretarios, Carlos Floriano, Javier Arenas y Esteban González Pons.

En relación a las elecciones europeas, con el alargamiento del tiempo de espera para conocer el «cabeza de cartel» Rajoy está alimentando dentro de su partido, con o sin intención, la sensación de que son menores que hace cinco años las posibilidades del ex ministro Jaime Mayor Oreja para que revalide por tercera vez su candidatura como «número uno» en la lista para esos comicios.

Rajoy está jugando sus cartas teniendo también en cuenta cómo maneja las suyas su principal adversario, Alfredo Pérez Rubalcaba, explican en su entorno. Pero en el partido siguen con sus cábalas y esta semana, después del «encierro» de Toledo, son más los que creen que el presidente del Gobierno ha diseñado un movimiento de fichas que trasciende la simple ratificación, una vez más, de Jaime Mayor.