Rajoy: «No caben ocurrencias, España necesita seguir haciendo reformas»

«Señor Rajoy, de verdad que le ha tocado a usted un periodo muy duro de crisis económica, pero ahora vemos cómo España es el país que más crece en la Unión Europea. Felicidades y bienvenido a la Cumbre». Con estas palabras recibió Rebeca Grynspan a Mariano Rajoy a la XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz. La cita certifica hasta qué punto está calando en la comunidad iberoamericana el relato que el presidente español está desgranando en las diversas intervenciones que ha realizado desde que aterrizó en esta ciudad mexicana, la primera que fundaron los españoles en la América continental.

El primer punto de la agenda del presidente del Gobierno ayer en Veracruz tuvo lugar en el III Foro de la Comunicación. Este evento, organizado por Televisa y el Gobierno de España, lleva ya tres años convirtiéndose en el encuentro estrella de los diversos que se celebran al margen de las Cumbres Iberoamericanas. José Creuheras, vicepresidente de Planeta; Juan Luis Cebrián, presidente de Prisa, y Julio Linares, vicepresidente de Telefónica, fueron algunos de los protagonistas. Este encuentro centró su atención en la nuevas tecnologías y en cómo están afectando a los medios de comunicación.

El discurso de Rajoy, antes de centrarse en explicar la transformación que ha experimentado la economía española desde la Cumbre de Cádiz en 2012 hasta hoy, versó sobre la especial relación entre España e Iberoamérica. «Todos salimos ganando cuando se nos percibe como una comunidad fuerte desde el exterior», afirmó el presidente poco antes de recordar que «Iberoamérica es la zona del mundo donde un español puede sentirse mejor comprendido y acogido» y que España, a su vez, «es la mejor plataforma para que a Iberoamérica se le abran los inmensos mercados de la UE».

A continuación, el presidente pintó el dramático panorama que nuestro país ofrecía en 2012. «Era tan profunda la crisis que casi nadie creía en nuestra capacidad de recuperación», dijo Rajoy, quien compartió escenario en el Foro de la Comunicación con el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto. «Dos años después, el paro ha comenzado a disminuir y se empiezan a sentir los efectos de las reformas y hoy lo que parece imposible es que hubiéramos llegado a una situación tan dramática», concluyó el presidente. Rajoy aseguró que el Gobierno seguirá con el impulso reformista y defendió que las reformas, aunque «no son fáciles de hacer, no granjean popularidad y son utilizadas por otros para ver qué pueden pescar». Sería un «grave error» atacarlas con argumentos frívolos, argumentó Rajoy, pues las reformas son «el instrumento imprescindible para que las naciones prosperen». «No caben ocurrencias ni frivolidades», añadió en alusión a los argumentos populistas esgrimidos en los últimos días por Pedro Sánchez y Podemos. «España necesita seguir haciendo reformas y mi determinación es seguir liderándolas hasta que los españoles recuperen el nivel que la crisis les arrebató», concluyó.

Antes de la Cumbre, el presidente español defendió que la «unidad» entre los países iberoamericanos es algo que les «fortalece» ante la comunidad internacional, al tiempo que su «diversidad» es un elemento que les «enriquece». En el mundo actual, donde se depende «más los unos de los otros», los «triunfos y avances de cualquiera de los miembros» de la Comunidad Iberoamericana de Naciones «suponen un éxito para el conjunto», aseguró Rajoy en el III Foro de la Comunicación Iberoamericano, que organiza el Gobierno español. Sus palabras se contraponen a la crítica que su homólogo boliviano, Evo Morales, hizo el domingo en su país de las cumbres, que fundaron «especialmente los monarcas de España y Europa para sus intereses».

Tras la inauguración, Rajoy habló durante la primera sesión plenaria. «Creo necesario un compromiso firme y coordinado entre los poderes públicos y el sector privado para impulsar la circulación del talento y del conocimiento», afirmó el presidente, que subrayó el peligro de que, si no se toman medidas, se produzca «una crisis de talento en la próxima década con consecuencias en la recuperación de nuestras economías».