Rajoy intentará negociar con Sánchez su abstención en la investidura

Sánchez ha llegado a la sede de la Presidencia del Gobierno pasadas las 12:00 horas y ha sido recibido por Rajoy a la salida del vehículo en el que se ha desplazado hasta allí. Ambos, con gesto serio, se han saludado con un apretón de manos. El encuentro apenas ha durado 45 minutos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se han saludado hoy con gesto serio antes de iniciar su primera reunión tras las elecciones generales en la que van a sondear los escenarios de gobernabilidad que se abren tras los resultados de las urnas.

Sánchez ha llegado a la sede de la Presidencia del Gobierno pasadas las 12:00 horas y ha sido recibido por Rajoy a la salida del vehículo en el que se ha desplazado hasta allí. Ambos se han saludado con un apretón de manos ante los informadores gráficos y a continuación han accedido al interior del edificio del Complejo de la Moncloa en el que se ha desarrolla el encuentro, que apenas duró 45 minutos.

El jefe del Ejecutivo quiere intentar salir de la situación de bloqueo institucional cuanto antes. Por eso ha citado hoy a Pedro Sánchez en La Moncloa para intentar que los socialistas se abstengan en segunda vuelta y así poder formar Gobierno.

La «generosidad» a la que se refirió Rajoy en su comparecencia del lunes implica, explican en Moncloa, abrir la negociación haciendo gestos que faciliten el consenso. Y el primer paso ha sido sentarse 48 horas después con el líder del PSOE para explorar vías de diálogo y ver qué condiciones le piden los socialistas para lograr su apoyo y que España tenga un Gobierno y no sea necesario repetir las elecciones en primavera.

Ayer se especuló con la posibilidad de que el presidente en funciones ofreciese a Sánchez la presidencia del Congreso y negociar una reforma de la Carta Magna, un hecho que fue desmentido desde el Ministerio de Presidencia. Y es que fuentes del Gobierno advierten de que Rajoy «no va a vender su programa» y que la disposición al diálogo y al consentimiento tiene que ir acompañada de gestos de la otra parte. Esto es, se pueden hacer concesiones, pero en ningún caso se traspasaran líneas rojas. La primera prueba real de un posible entendimiento estaría en la composición de la Mesa del Congreso, que los populares están abiertos a negociar.

La estrategia es demostrar que Mariano Rajoy sí esta haciendo todo lo posible por facilitar la estabilidad y dejar la pelota en el tejado del PSOE para que se retrate. En el Gobierno y en el PP ven muy difícil que los socialistas rectifiquen su no y creen que es muy previsible que haya elecciones en primavera.

Los pactos postelectorales van a condicionar también este año las vacaciones navideñas de Moncloa y de los ministros. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha decidido hacer un paréntesis en Nochebuena y Navidad, pero con la instrucción de que el día 28 se retome la actividad gubernamental. El martes 29 celebrará un Consejo de Ministros extraordinario, después de la obligada reunión de la comisión de subsecretarios, que prepara la agenda del Consejo.

Pese a la excepcionalidad de la situación, Rajoy quiere mantener la normalidad en la medida de lo posible, y que dentro de sus competencias no haya decisiones ni instituciones que se vean paralizadas por la negociación de los acuerdos postelectorales.

Justo ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el decreto del cese del Gobierno, pasando así a estar en funciones. Pero esto no quiere decir que cada miembro del Gobierno no pueda seguir asumiendo las responsabilidades que le corresponden, aunque el calendario esté condicionado por la constitución de las Cortes, las consultas del Rey y la comparecencia de los candidatos a formar Gobierno. «La normalidad democrática debe marcar todo este proceso», indicó el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá. «Es nuestra responsabilidad y vamos a seguir gobernando y buscando los consensos que permitan la mayoría parlamentaria para formar un Gobierno, que permita a su vez mantener la confianza, la gobernabilidad y el funcionamiento de las instituciones», resaltó. La Ley del Gobierno 50/1997, de 27 de noviembre, regula las funciones del Gobierno y en su Título IV, artículo 21, especifica qué es lo que puede hacer un Ejecutivo en funciones y lo que no puede hacer el presidente en esa situación. En concreto, esta norma precisa que «el Gobierno en funciones facilitará el normal desarrollo del proceso de formación del nuevo Gobierno y el traspaso de poderes al mismo, y limitará su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos, absteniéndose de adoptar cualquier otras medidas salvo casos de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general cuya acreditación expresa así lo justifique».

Rajoy se pondrá a partir de la semana que viene a trabajar con su equipo en la estrategia de negociación para ver si puede recabar los apoyos necesarios para ser investido de nuevo como presidente del Gobierno, en su condición de candidato de la lista más votada. El primer escollo es la constitución de las Cortes Generales el próximo día 13 y, en consecuencia, la votación del presidente del Congreso y la conformación de su Mesa, el órgano de gobierno de la misma.

Justo ayer, Rajoy almorzó con el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, y el del Senado, Pío García-Escudero, con motivo de la tradicional comida de Navidad. También participaron el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes.

El inicio del proceso para conformar el Gobierno de la Nación coincide en el tiempo con la reactivación en Cataluña de la negociación para intentar que por fin se pueda investir a un presidente de la Generalitat, tras las autonómicas de septiembre. Ante los nuevos movimientos ejecutados por Juntos por el Sí y la CUP, desde el Gobierno advirtieron de que la Ley los habilita para seguir adoptando decisiones frente al desafío independentista, y que mantienen la mayoría absoluta en el Senado, que es el que activa el artículo 155 de la Constitución.