Rajoy y Merkel, en el camino de Santiago antes de tratar el reparto de cargos de la UE

Rajoy y Merkel recorren parte del Camino de Santiago en su encuentro para perfilar la Cumbre del día 30

Aterrizó cinco minutos antes de lo programado. La canciller alemana, Angela Merkel, venía directamente de Ucrania y descendió por la escalerilla del avión ataviada con ropa deportiva dispuesta a hacer el Camino. A pie de pista del aeropuerto de Lavacolla de Santiago de Compostela le esperaba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, aunque por expreso deseo de la canciller la visita no contó con autoridades políticas. En castellano, Merkel se dirigió a todos los que saludaba con un «buenas tardes», directa a comenzar su etapa en el Camino.

A paso ligero y durante una hora, la canciller alemana y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, peregrinaron por los bucólicos y serpenteantes caminos de Santiago. Ella, con camisa y pantalón blanco y zapatillas marrones; él, con vaqueros y deportivas. La bilateral hispano-alemana comenzaba así en Pedrouzo, en el concello de Opino, antesala de Compostela, donde curiosamente pasó consulta el abuelo de Rajoy, el médico Manuel Brey. Bajo un bosque de eucaliptos, maizales, una mezcla de asfalto y suelo terroso con hojas secas y pequeñas aldeas, ambos dirigentes marcaron el paso en un territorio de sencillo tránsito, aunque dura subida que evita peligrosos cruces con el asfalto, un recorrido protegido de miradas ajenas e idóneo para dos autoproclamados amantes del senderismo. Durante el trayecto, Rajoy fue intercalando impresiones con Merkel, le explicó a la canciller alemana la historia del Camino de Santiago, la figura del Apóstol y puso énfasis en la importancia del turismo, que no es sólo de sol y playa sino también cultural, según fuentes de La Moncloa y se le pudo escuchar decirle «fuera exportamos...». Mientras, la canciller alemana le trasladó a Rajoy su sorpresa ante la variedad del paisaje. Ambos caminantes alcanzaron Amenal, única huella de los antiguos castros que poblaron la zona y último respiro antes de la dura escarpada. Allí, se concentraba un fuerte núcleo de seguridad que aguardaban un camino que no se cerró en ningún momento al paso de los peregrinos, pero que no estaba muy concurrido ya que los peregrinos suelen hacer el trayecto por la mañana. Ese itinerario pronunciado vino a poner a prueba la fuerza germano-española, constante durante dos kilómetros en los que ambos mandatarios rozaron el municipio de Santiago y su aeropuerto. Múltiples cruces que dejan los peregrinos a su paso adornan la valla que delimita la terminal; es la meta final donde una rotonda con un monolito adornado con el bordón, la calabaza y una vieira indica la entrada al concello compostelano, el fin del trayecto de ambos mandatarios. Aunque el humor gallego de taxistas y camareros aprovechó para poner en duda que terminaran el trayecto.

No hablaron de trabajo, un tema que dejaron para la cena que mantuvieron anoche en el restaurante El Pasaje, situado en la Rua Do Franco, donde compartieron una cena para dos. En la mesa no habría más comensales, aunque estarían asistidos por los traductores, que no cenaron. Allí, la canciller alemana pudo degustar los tradicionales platos gallegos y, separados por un biombo, permanecieron lejos de las miradas de los curiosos. La especialidad de la casa abarca toda la cocina gallega, desde el chuletón de ternera gallego –para compartir–, hasta los mariscos y los pescados, una variedad de productos que el establecimiento tiene en el escaparate del restaurante como «platos típicos». Además, el local cuenta con dos salidas, por lo que el local pudo mantener el servicio en la planta baja mientras el equipo cenaba en otro apartado.

Sobre la mesa, la situación económica, el euro, el crecimiento, los acuerdos comunitarios pendientes y el desbloqueo de algunos temas que deberán resolver en el próximo Consejo Europeo extraordinario que se celebrará la próxima semana, entre ellos, el reparto de cargos tras las elecciones europeas. El presidente del Gobierno ya anunció en el pasado congreso del PPE en Dublín que quería que España tuviera un poder destacado en Europa. Por ello trata de cerrar el nombre de Miguel Arias Cañete como comisario europeo y de encontrar el apoyo de Merkel para situar al ministro de Economía, Luis de Guindos como presidente del Eurogrupo.

Otro de los temas que preocupan a Rajoy, y mucho, es el tema de la inmigración. Al margen de los asuntos económicos, fuentes del PP apostaban ayer por que Rajoy recordará a Merkel que el problema de la inmigración es un tema comunitario y que las fronteras de Canarias, Ceuta y Melilla no son sólo fronteras españolas, sino también europeas y que luchar contra la inmigración ilegal y ayudar a los países que emiten inmigración y los países de tránsito es una tarea de todos los países de la UE, no sólo de España. Por ello, podría pedirle a Merkel más financiación para Frontex, ya que actualmente este asunto parece que no cuenta con mucho apoyo de los países del norte de la UE. En cuanto al veto de las frutas y hortalizas españolas por parte de Rusia, trasladará la necesidad de que no sean los agricultores quienes paguen además del precio de sus cosechas el precio de la política exterior europea.

Hoy, ambos mandatarios mantendrán una reunión bilateral y ofrecerán una conferencia de prensa conjunta a las 10:30 horas en el Hostal de los Reyes Católicos. Posteriormente, pasadas las 11:00 horas, está prevista la llegada de Merkel y de Rajoy a la Catedral de Santiago de Compostela, donde realizarán una visita al templo, y donde saludarán a otras autoridades locales y autonómicas. Ayer, ambos mandatarios hicieron camino al andar...

La reunión

Los temas en la agenda

- Los nombramientos

Rajoy buscará el apoyo de Merkel para que De Guindos sea el presidente del Eurogrupo y cerrar el nombre de Cañete como comisario europeo

- Economía

Ambos mandatarios hablarán sobre las reformas y el crecimiento del euro

- Inmigración

El presidente del Gobierno le recordará a la canciller que es un problema comunitario