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Rajoy busca un pacto con Rivera para presionar a Sánchez

Rivera se niega a estrechar la mano de Rajoy por segunda vez pese a las peticiones de los gráficos.

Reunión entre el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Albert Rivera
Reunión entre el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Albert Riveralarazon

Riverase niega a estrechar la mano de Rajoy por segunda vez pese a las peticiones de los gráficos.

El líder del PP, Mariano Rajoy, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, han comenzado su reunión en el Congreso. Rajoy y Rivera han entrado juntos en la sala, un comedor de uno de los edificios de ampliación del Congreso, donde el presidente del Gobierno también se reunirá esta tarde con el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

El líder del PP, vestido con traje azul oscuro y corbata, y el de Ciudadanos, con un traje gris claro y sin corbata, han comenzado de forma cordial y se han saludado brevemente ante los informadores gráficos. Acto seguido, Rivera se ha negado a estrechar la mano de Rajoy por segunda vez, pese a las peticiones de los gráficos.

Después se han sentado en dos sillones con el cuadro "Raíz del viento", de Martín Chirino al fondo.

Mariano Rajoy está dispuesto a negociar «de todo» con el PSOE y con Ciudadanos para buscar puntos de acuerdo. En Moncloa etiquetan como «decisiva» la reunión entre el presidente del Gobierno en funciones y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, de esta misma mañana, y con el máximo responsable socialista, Pedro Sánchez, el miércoles. Ya ha habido contactos exploratorios informales entre populares y miembros de Ciudadanos, y también a nivel de portavoces parlamentarios entre el PP y el PSOE. En este último caso, para tantear la negociación sobre el reparto de cargos en la Mesa del Congreso y la Presidencia de la Cámara Baja. Pero en la dirección popular siguen «a oscuras» sobre las intenciones finales de Ciudadanos y del PSOE. La posición con la que Rajoy y su equipo afrontan esta negociación se sustenta en el principio de que «van a intentar, como sea, que no haya de nuevo elecciones y alcanzar un pacto». Y esto implica abrir la negociación «a todo», y que vaya en paralelo a la de la cuota de poder en el órgano de gobierno del Parlamento. «El problema es que se dejen», precisan desde la dirección popular. De hecho, la cúpula del PP activa esta doble mesa de negociación bajo la impresión de que las otras partes no están en fase de «doy para que me des», o que por lo menos no quieren que se note. Y esto hace que el escenario sea aún más complicado.

Rajoy va a jugar primero sus bazas con Rivera. Ni a la reunión con el líder de Ciudadanos ni a la de Sánchez llevará un catálogo de reformas. Es un primer «tanteo» para ver la voluntad de buscar acuerdos para desbloquear la situación política. Esa segunda fase vendría después, si Rajoy confirma que hay voluntad de hablar, según anticipó el vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Fernando Martínez-Maíllo.

Si hay esa «voluntad de hablar», Rajoy entrará en materia sin vetos previos. Más allá de que se respete su candidatura como representante de la lista más votada, «y que amplió su distancia sobre la segunda fuerza en las elecciones de junio». En la dirección de su partido no quieren anticipar nada en lo que afecta al reparto de cargos en el Congreso. Es un asunto a negociar y cuando se pregunta si la posición de Rajoy es ceder un puesto en la Mesa a Ciudadanos para que tenga representación, pero mantener la Presidencia, desde el PP precisan que «es pronto para concretar» y que «dependerá de lo que hablen». Hasta ahora las otras partes tampoco han pedido nada. En principio, por aritmética parlamentaria al PP le corresponden cuatro puestos en la Mesa, dos al PSOE y dos a Unidos Podemos. Y la Presidencia sería para los populares. En el PP creen que es probable que hoy empiecen a moverse fichas, y a partir de ahí ellos moverán las suyas. Rajoy quiere escuchar los planteamientos de aquellos de quienes depende directamente su investidura. Su primer objetivo estratégico pasa por conseguir rectificar los desencuentros y las diferencias con Ciudadanos y buscar un acuerdo lo más estrecho posible con la formación naranja. De coalición, si pudiera ser, como confirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, en una entrevista en «Espejo Público», en Antena 3. Con ministros de Rivera en su Gobierno y con un acuerdo de gobernabilidad que fuera más allá de su investidura y que afectara al día a día.

En Moncloa creen que ese acercamiento puede facilitar a Ferraz la excusa necesaria para apartar su apuesta por el bloqueo y dejar que se ponga en marcha un Gobierno de Rajoy. Confían en ser capaces de conseguir una abstención, al menos de Rivera, y presentarse ante el Rey también con el apoyo de Coalición Canaria (CC). Mucho más pesimistas son con respecto al PNV. Las elecciones vascas de otoño son un difícil obstáculo porque se cruzan intereses estrictamente de partido. También es un obstáculo en la negociación con Ciudadanos. En otoño, PP y los de Rivera tendrán que pelear por el voto en el País Vasco y también en Galicia. El mensaje que ayer salió del Comité de Dirección del PP fue bidireccional. Rajoy presidió esa reunión de la cúpula popular previa a las que mantendrá en las próximas horas con Rivera y Sánchez. Y después de esa reunión de la cúpula popular, Martínez-Maíllo advirtió al PSOE de que si «obstaculizan» la formación de gobierno habrá unas terceras elecciones, y será por su culpa. «Todos tenemos que asumir nuestra cuota de responsabilidad. Unos apoyando, y otros no obstaculizando». Lamentó que el Comité Federal socialista haya sido «decepcionante», pero Rajoy acudirá a la reunión con Sánchez con «actitud positiva». «Insistiremos las veces que haga falta. No nos vamos a rendir». A Ciudadanos le pidió que tenga la misma actitud que mantuvieron con el PSOE. Por cierto, Margallo se mostró ayer, en Antena 3, «plenamente confiado» en que el PP logrará un acuerdo con Ciudadanos porque los puntos que unen a ambos partidos son «muchos más» que los que les separan.

En la línea de buscar un acuerdo se mostró ayer Mariano Rajoy a través de las redes sociales. Por la tarde colgó un tuit en el que aseguraba que «los españoles merecen que haya diálogo, consenso y Gobierno».