Iniciativa

La rebaja de la jornada laboral, bloqueada por falta de apoyos: el Gobierno retrasa su votación por tercera vez

PSOE y Sumar amplían el periodo de enmiendas para evitar que la iniciativa llegue a Pleno sin falta de apoyos

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Armengol capitanea a los miembros del PSOE en la Mesa del CongresoEuropa Press

Nuevo retraso a la votación de la rebaja de la jornada laboral a 37,5 horas. En total, ya van tres prórrogas de ampliación del periodo para presentar enmiendas porque el Gobierno no ve el momento para llevar la ley a votación en el Congreso por temor a salir derrotado. La clave es Junts, que se niega a apoyar la iniciativa por el impacto que puede tener en la economía catalana, compuesta por mucha pequeña y mediana empresa y mucho más sensible a este tipo de regulaciones laborales. Sin el apoyo de Junts, la ley quedaría tumbada.

El PSOE y Sumar amplían el periodo de presentación de enmiendas como mecanismo para ganar tiempo: de esta manera, la ley no tiene que ir a votación. El primer paso sería el debate y votación de las enmiendas a la totalidad que se presenten: si se aprueba alguna, la ley quedaría tumbada. Por el momento, se han aporbado ya tres prórrogas: es decir, el Gobierno se ha visto obligado a pedirle al Congreso hasta tres veces que retrase la tramitación de la iniciativa para no perderla.

Lo cierto es que esta ley para rebajar la jornada laboral a 37,5 horas tiene más impacto en unos territorios que en otros y en un tipo de empresas que en otras ya que, en algunos casos, ya está implantado. De hecho, según los datos de convenios colectivos (abarcan a más de siete millones de trabajadores), la jornada media pactada en España está situada en 38,3 horas de media, lo que indica que los convenios colectivos ya han conseguido rebajar el horario por debajo de las 40 horas que marca actualmente el Estatuto de los Trabajadores. De hecho, en el País Vasco, la media está por debajo de las 37,5 horas.

En todo caso, para Sumar y para el Gobierno la ley tiene sobre todo un gran impacto político en un momento de máxima debilidad. Poder acudir a una nueva cita electoral reivindicando que PSOE y Sumar forman el Gobierno de la reducción de la jornada laboral es una bandera importante para la izquierda, que siempre ha presumido mucho de la «contrarreforma» laboral del PP. Tampoco hay que olvidar que Sumar y PSOE también han tenido diferencias con esta iniciativa por el ministro Carlos Cuerpo, quien trató de poner freno a Díaz y se mostró más partidario de que la norma tuviera una aplicación más gradual y quirúrgica.

No obstante, la ley se antoja complicado que acabe aprobándose dado que Junts se ha opuesto y el PP tampoco parece que vaya a reconsiderar su posición ya que apuesta por la negociación con las empresas y el Gobierno se ha opuesto a dar ese paso. La CEOE se opuso con rotundidad cuando el Gobierno aprobó la iniciativa en el Consejo de Ministros y decidió enviarla al Congreso, donde permanece varada por la falta de apoyos y sin un horizonte de aprobación claro.