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Cerco judicial al PSOE

El reparto de «sobres» reabre la guerra en Ferraz

El aparato cree que se trata de un «descuadre». Pero la ‘vieja guardia’ recela de la llegada de Sánchez

Comité Federal del PSOE Eva Ercolanese PSOEEFE

El Tribunal Supremo se abrió ayer a investigar si el PSOE manejó una contabilidad paralela para sufragar gastos de representación tras las revelaciones de la Guardia Civil sobre el patrimonio de los implicados en la trama del «caso Cerdán». Es más, el alto tribunal llamará al exgerente Mariano Moreno para que explique la entrega en metálico con la que el actual responsable de ENUSA resolvió durante años estos pagos a todos aquellos que tuvieran «entidad» en Ferraz.

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La sospecha de que el partido se ha podido financiar irregularmente –el presidente del Gobierno lo niega siempre– ha reabierto una vieja guerra en el PSOE. El núcleo de dirigentes que apostó desde el principio por el secretario general, Pedro Sánchez, no duda en negar la mayor en conversación con LA RAZÓN. «¿La cuestión cuál es? ¿Que la gerencia tenía una caja B antes de gobernar? Serán descuadres contables. Puede que se confundan anticipos con pagos a posteriori», justifica un dirigente socialista tras trascender que Koldo García, el exasistente de José Luis Ábalos, recibió al menos 7.000 euros más de lo que Ferraz certificó en 2017 y 2018, según reveló El Español.

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, no fue capaz de explicar el asunto y se limitó a quitarle hierro: «Son cantidades tan menores que se aclararán, como se están aclarando todas las cuentas que tienen que ver con el Partido Socialista», dijo. El problema es que la ‘vieja guardia’ contra la que Sánchez peleó en las primarias de 2017 recela, con todas estas informaciones, de la forma en que el presidente llegó a la Secretaría General.

«Es impresionante. Quieren normalizar todo lo que se está conociendo», explica una socialista con solera en el partido. «Todo esto es muy fácil. Que acrediten el dinero que se ha sacado en efectivo de los bancos. ¿Que se han sacado 100.000? Pues que demuestren que se han entregado 100.000 y digan: ‘Aquí están los tickets’», explica otro socialista que no comulga con el actual equipo de Pedro Sánchez en el PSOE.

La dirección, en verdad, intenta echar balones fuera: «Se lanzarán todos los bulos, insidias, manipulaciones y tergiversaciones maliciosas que sean necesarias. Todo vale. El que pueda hacer que haga», lamenta un miembro de la ejecutiva.

Hace nueve años que el PSOE se dividió en dos. Fue un 1 de octubre de 2016, durante el Comité Federal más convulso que se recuerda en la calle de Ferraz. Pedro Sánchez intentó retener el mando del partido, pero fue defenestrado. Aunque volvió al despacho noble de Ferraz en las primarias de 2017. El problema para buena parte de los socialistas críticos es que lamentan que todo empieza a desmoronarse.

Todos recuerdan que, según difundió el informe de la Guardia Civil que envió a Santos Cerdán a prisión preventiva, el ex secretario de Organización ordenó a Koldo amañar votos en las primarias del PSOE que ganó Sánchez, en 2014. Cabe recordar que era la gerencia del partido, a través de la secretaría de Organización, la que decidía a quiénes se les sufragaban los gastos y qué conceptos eran sufragables. Y eso que el propio código ético del partido deja claro que «la austeridad implica hacer un uso eficaz y eficiente de los recursos, en particular por parte de las personas con responsabilidad en la gestión económica». De hecho, el propio Sánchez admitió haber cobrado «en alguna ocasión» dinero en metálico.

El exgerente citado, Mariano Moreno, administró económicamente todas las campañas electorales de los socialistas del año 2019 y fue el responsable de la gestión patrimonial del PSOE desde junio de 2017 hasta octubre de 2021. De manera que es el más indicado para explicar cómo se nutría la caja con la que el partido pagaba los gastos de representación de los suyos, que es lo que quiere saber el juez.