Casa Real

Los Reyes se miran en el espejo de Leibovitz: "¿Vosotros qué pensáis?"

Felipe VI y Letizia han visto por primera vez sus retratos de la mano de la fotógrafa en el Banco de España

Cuando Carlos III vio su retrato terminado, cuentan que se sintió decepcionado. «¡Demasiado verdadero!», se le escuchó decir ante la pintura de Anton Raphael Mengs. El monarca, que no era precisamente agraciado, pensó que el realismo de la obra le había hecho un flaco favor. Felipe VI, declarado admirador de Carlos III, no mostró ayer disgusto, aunque tampoco sabremos nunca con exactitud cómo se ve. Preguntado por si les han hecho justicia, el Rey acertó a decir: «No somos nosotros quienes tenemos que decirlo». Mucho más agraciados, desde luego, que Carlos III. Y también más modestos.

Un año después de la sesión fotográfica con Annie Leibovitz, Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación, los Monarcas pudieron asomarse en persona al espejo que les brinda la artista en el Banco de España. La sintonía entre los tres fue evidente desde la entrada, donde se saludaron con un abrazo. Una química personal que motivó que la mítica estadounidense accediera a un encargo que ha costado 137.000 euros a la institución bancaria. No se prodiga ya mucho la fotógrafa contemporánea más prestigiosa del mundo, que ha logrado repetir su magia con los Reyes.

Don Felipe y Doña Letizia se pararon frente al díptico entre sonrisas amplias y comentarios que sonaban aprobatorios. Letizia, vestida con un traje de chaqueta del mismo color que la capa de Balenciaga que lleva en la imagen, respondió con una pregunta a las preguntas de los periodistas: «¿Vosotros qué pensáis?». Unanimidad sin fisuras entre la Prensa sobre la fotogenia hollywoodiense de la pareja real.

De espaldas, los Reyes se enfrentaron cada uno con la imagen que proyectan. Luego, como en una coreografía estudiada, se cruzaron y se posicionaron cara a cara con la del otro. Leibovitz, vestida de negro y calzada con botas como acostumbra, se les unió minutos después y los tres compartieron un rato de charla. Los acompañaban, entre otros, el ministro de Agricultura, Luis Planas, y el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.

Concebidos para ser expuestos siempre el uno junto al otro (¿metáfora o augurio?), los dos paneles son de gran tamaño, 223,52 x 170,18 centímetros cada uno. Con una textura de tela que puede engañar en un primer vistazo, son los mayores retratos en la larga carrera de la fotógrafa de Connecticut. El Rey, a la izquierda, encarna toda la solemnidad y sobriedad del cargo con uniforme militar, la banda azul de la Orden de Carlos III, el Toisón de Oro y otras condecoraciones. Lo rodea el «atrezzo» más clásico: una mesa, la lámpara de araña, el espejo y la puerta abierta al fondo. Al parecer, las dos primeras opciones, un chaqué y un frac, fueron finalmente desechadas por Leibovitz.

Quizá como el contrapunto perfecto a Don Felipe, la Reina aparece a la derecha desprovista de toda la simbología de su cargo. Ni diadema, ni banda de Carlos III; como únicas joyas, luce el collar de chatones que Alfonso XIII regaló a la Reina Victoria Eugenia cuando aún estaban prometidos, dos pendientes a juego y el que dicen que es su anillo favorito, regalo de sus hijas.

La exposición «La tiranía de Cronos», dispuesta en la sala donde cuelgan las fotografías, está teniendo récord de visitantes. En concreto, 26.000 en doce semanas. Tanto interés ha causado que se amplíe la muestra hasta el 31 de mayo. Todos los Reyes de España desde 1782 han sido retratados para la colección del Banco. Goya, Madrazo, Sorolla y, ahora, la fotógrafa de cabecera de John Lennon.