Rivera: «Susana lleva aún en el barco a quien puede hundírselo»

Ciudadanos no se pone límites a la hora de negociar de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Están dispuestos a abrir el diálogo con todos los grupos porque –según explicó Albert Rivera ayer en un acto en Sevilla– lo importante es «para qué y no con quién». A lo único que dicen no estar dispuestos es a «calentar» escaños y concejalías o a «apuntalar gobiernos obsoletos». «Si no ganamos, gobernarán los que ganen». Ciudadanos evita mojarse antes de que esté fresco sobre la mesa el próximo resultado electoral. El mensaje oficial es que salen a ganar el partido y a disputarle la hegemonía a las dos grandes formaciones: Partido Popular y Partido Socialista. Sin embargo, tomando como referencia la reciente encuesta del CIS, Ciudadanos puede ser la llave en comunidades como Valencia o Madrid y en ciudades como Sevilla. Cualquier movimiento en falso puede tener un efecto corrosivo de cara al electorado del PP o del PSOE que está emigrando a la formación de Rivera. Hasta el 25 de mayo Ciudadanos no despejará de manera clara si sigue con la flota amarrada a puerto –siguiendo una comparación usada por el propio Rivera ayer– o recala en forma de pacto en algún ayuntamiento. Un dirigente regional de la formación es cauto cuando se le pregunta al respecto. «Hay una comisión de pactos que tendrá que decidir». La bandera que de momento ondea Ciudadanos es la de la regeneración democrática, la limpieza de las instituciones y la superación cromática de las ideologías. «España es cada vez menos de rojos y azules y más naranja». En cuanto a la negociación de investidura en Andalucía, el voto fue ayer «no» y lo seguirá siendo si no hay un cambio de rumbo. El problema es Chaves porque según explicó ayer el líder nacional del partido el PSOE no tiene el compromiso firme de pedirle que entregue su acta de diputado y abandone el Congreso de los Diputados. «Imagínese qué hubiera pasado si firmamos el pacto anticorrupción, los periodistas hubieran preguntado por Chaves y Díaz dice que no está incluido y Ciudadanos dice que sí». «Las cosas hay que firmarlas y cumplirlas».

A las acusaciones de Chaves, que consideró un «chantaje» que tanto Podemos como Ciudadanos pidieran su dimisión para sentarse a negociar, Rivera respondió asegurando que es el ex presidente andaluz el que «en lugar de pensar en los andaluces, piensa en su aforamiento». «El PSOE tiene que cortar el cordón umbilical de los ERE y del pasado». El ex presidente Griñán –también imputado– es capítulo cerrado para C’s pese a estar también imputado en los ERE, ya que su dimisión se produciría con la renovación de los senadores por designación autonómica.