Barcelona

Sánchez-Camacho: «Consejero, renuncio a la escolta de los Mossos d'Esquadra»

La Razón
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¿Cómo se explica la presencia del coche del director de los Mossos frente al domicilio del jefe de Método 3, Francisco Marco, el pasado 18 de febrero? ¿Qué hacía allí horas antes de su detención cuando era la Policía Nacional el cuerpo encargado de este caso? El PP se realiza estas preguntas sin hallar todavía respuestas convincentes, pero con una consecuencia inevitable: la confianza de su partido con los directores políticos de los Mossos se ha quebrado. Tanto es así que la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho –la dirigente que puso la primera denuncia por espionaje tras ser víctima de un pinchazo durante un almuerzo con Victoria Álvarez, ex amante de Jordi Pujol Ferrusola– dirigió ayer una carta al consejero de Interior, Ramon Espadaler, para manifestarle su renuncia a continuar siendo escoltada por los Mossos.

«Conocidos los graves hechos que se publican hoy (por ayer) respecto al director general de los Mossos d'Esquadra, quiero comunicarle mi renuncia a la escolta de los Mossos d'Esquadra y mi agradecimiento a los profesionales que han prestado el servicio durante los últimos años», comienza la carta.

En su escrito, Sánchez-Camacho también le expresa al consejero su decepción porque la Policía Autonómica no siempre ha atendido sus peticiones de escolta. «En mi condición de senadora y presidenta del comité electoral del PP, necesito servicio en toda España y, como ya conocerá, la protección fue denegada por la Dirección General de Policía en nueve desplazamientos durante 2011 y 2012 a León, Valladolid, Salamanca, Málaga, Vigo, Orense, Menorca, Alicante, Elche (Alicante), Gandía (Valencia), Almería, Almuñécar (Granada), Granada, Jaén y Sevilla», recuerda la presidenta del PP catalán. En todos los casos citados, Sánchez-Camacho recibió la negativa de llevar escolta porque los Mossos consideraron que no había una situación de riesgo. A partir de ahora, será la Policía Nacional quien vele por la seguridad de Sánchez-Camacho.

La decisión de la presidenta del PP catalán de prescindir de los servicios personales de los Mossos d'Esquadra desató el enésimo cruce entre populares y convergentes, cuya relación se recrudece día tras día. El PP intuye que en CiU hay tensiones derivadas del espionaje. Sólo así se explican que el Gobierno de la Generalitat no se pusiera en contacto desde el primer momento con Sánchez-Camacho.