Política

Elecciones generales

Sánchez deja en evidencia a TVE

El ente público se pliega a la exigencia del presidente de debatir el martes y solivianta a sus trabajadores. El líder socialista también cuestiona a la Junta Electoral Central y la culpa de plantar a Atresmedia.

La Radio Televisión Pública anunció a través de un comunicado que la fecha que ofrece para el debate electoral es el martes 23
La Radio Televisión Pública anunció a través de un comunicado que la fecha que ofrece para el debate electoral es el martes 23larazon

El ente público se pliega a la exigencia del presidente de debatir el martes y solivianta a sus trabajadores. El líder socialista también cuestiona a la Junta Electoral Central y la culpa de plantar a Atresmedia.

Pedro Sánchez ha perdido las riendas de una campaña sobre la que había establecido un férreo control. El debate se había ubicado en el centro de su estrategia electoral. En «el momento álgido» para propulsarse en la recta final, pero le está suponiendo un desgaste excesivo sin haber llegado siquiera a producirse. Agravio tras agravio, tropiezo tras tropiezo. Después de plantar a Atresmedia, faltando a su palabra, y evidenciar la falta de neutralidad de la dirección de RTVE, que ha sublevado a los propios trabajadores del ente, ahora el presidente del Gobierno descarga la responsabilidad de su desastrosa gestión del debate en la Junta Electoral Central (JEC). El candidato socialista señaló ayer en una entrevista en «Julia en la Onda» (Onda Cero) que «acata, pero no comparte» la decisión del órgano fiscalizador y garante del «fair play» durante la campaña. «Tengo muchas ganas de debatir, pero esta situación la ha creado la resolución de la Junta Electoral», destacó el candidato, que dijo «sentir de corazón» una decisión que «beneficia a la ultraderecha» al excluir a Vox del debate a cinco.

Sánchez defendió que él «ha cumplido con Atresmedia», pero que al imponer unas nuevas condiciones la JEC y verse obligado a elegir entre una cadena pública y una privada, el PSOE se debía decantar por la pública. El candidato socialista sostuvo, asimismo, que su posición final la desencadenó que ambas cadenas ofrecieran el mismo formato. «Si fuera un formato diferente estaría encantado de acudir», señaló. Una apreciación que no se sostiene dado que cuando Atresmedia ofrecía el debate a cinco y RTVE a cuatro, declinó participar en éste último. Tampoco se aceptó el cara a cara que le requiere Pablo Casado continuamente. El jefe del Ejecutivo defiende ahora que ha pivotado su presencia –en un único debate– sobre «dos premisas»: la «pluralidad», que le llevó a priorizar el debate a cinco, porque es necesario que se «vea al quinto en liza», en alusión a Vox, que resultará «fundamental para que la derecha se encarame al poder». Y en segundo término, la «difusión», dado que RTVE ofrecía la señal gratuita a todos los que deseasen emitir el debate.

Sánchez no cede y reitera que estará «el día 23 de abril en la cadena pública para debatir» con el resto de candidatos. Una cita a la que no han confirmado su asistencia ninguno de los tres líderes restantes que sí lo han hecho para ese mismo día en Atresmedia. El candidato socialista dice tener «bien clara su decisión» y pide a Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias que «reconsideren sus posiciones». Algo que él no piensa hacer. La tozudez de Sánchez, que ha evitado el «consenso» que pedía RTVE para fijar una fecha, obligó ayer a la dirección del ente a realizar un movimiento sin precedentes y sólo consensuado con los socialistas: promover unilateralmente un cambio de día al 23 de abril, contraprogramando a Atresmedia. Este hecho puso en entredicho la autonomía de la corporación que, claramente, se estaba plegando a los intereses de Sánchez. La iniciativa contó con el rechazo de los tres candidatos de la oposición y de los propios periodistas de RTVE.

En un comunicado, los Consejos de Informativos de TVE, RNE y RTVE reconocieron que «no comparten la decisión de proponer la fecha del 23 de abril para el debate electoral a cuatro y entienden que en dicha decisión deben primar los criterios periodísticos y profesionales». El documento critica que «RTVE debe apostar por la imparcialidad y no ajustar su programación a la propuesta de un único partido político». «No aceptamos que ninguno pretenda imponer su criterio», resuelven. Mientras los trabajadores de RTVE piden autonomía para que se «deje a los profesionales de la información organizar la forma de hacer el debate», Sánchez también despachó esta responsabilidad, señalando que el formato «lo organizan los medios y no los partidos» y recordando que la fecha del 23 que él impone cuenta con disponibilidad por parte del resto de líderes. Obvia que todos ellos se comprometieron, como hizo él, y mantienen ese compromiso de acudir al foro de Atresmedia.

El debate sobre el debate ha dado un vuelco a la campaña, colocando a Sánchez en una posición que no le interesa y que da munición a izquierda y derecha para acusar al candidato de esconderse y manosear la radiotelevisión pública. Para intentar reconducir el tema, el candidato socialista intentó orientarse hacia el ámbito propositivo, rescatando la propuesta –que no figura en su programa electoral para el 28-A– de «modificar la ley electoral en la próxima legislatura para regular los debates».