Sánchez presenta a sus ministros 43 días antes de las elecciones

Busca un golpe de efecto y repartirá los ministerios, que serán paritarios e intergeneracionales, 43 días antes del 26-J. Será un gabinete formado por personas del partido e independientes de prestigio

Ferraz comienza a construir la casa por el tejado. No tiene todavía perfiladas ni aprobadas las listas con las que concurrirá a las elecciones del 26 de junio, pero ya piensa en quiénes ocuparán las principales carteras de su Gobierno si consigue llegar a La Moncloa. Con este objetivo, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, presentará en un acto el domingo en Barcelona a sus «ministrables», un gabinete formado por personas del partido, pero también de corte «independiente» y de reconocido prestigio que le acompañen en su aventura presidencialista si es capaz de emprenderla después de los comicios. Se trata de una apuesta revolucionaria, un golpe de efecto con el que Sánchez pretende mandar el mensaje interno y externo de que su intención de llegar al Gobierno no es una quimera. De los integrantes del equipo no han trascendido nombres, pero será paritario e intergeneracional, según relatan a LA RAZÓN fuentes del entorno del secretario general. El enclave elegido para su presentación tampoco es casual, Sánchez busca con su puesta de largo en la Ciudad Condal impulsar la candidatura de Meritxell Batet –su antigua número dos por Madrid– para que mejore los resultados obtenidos por Carme Chacón el 20 de diciembre.

El acto supondrá el broche final a un fin de semana marcado por actos en clave electoral y de partido. El viernes el PSOE se encierra en Ferraz para alumbrar y aprobar las listas electorales con las que concurrirá a los comicios, no exentas de polémica después de la rebelión de algunos barones territoriales a cuenta de la confluencia con Podemos. Un día después, el partido trasladará su Comité Federal al Teatro Villa de Móstoles, que será testigo de la ratificación de las candidaturas para el 26-J y en el que se celebrará un contenido acto de proclamación de Pedro Sánchez como cabeza de cartel para el 26-J, después de que el pasado 8 de mayo se alzara como candidato sin rival y sin necesidad de primarias a La Moncloa.

No existen precedentes en el PSOE ni en política de que un candidato –que pelea por ser segunda fuerza– se atreva a presentar a su gabinete de Gobierno antes si quiera de concurrir a las elecciones. Sánchez ya desveló algunos de los perfiles que le interesaban para su futuro Ejecutivo cuando presentó, hace casi un año, a su «equipo de expertos». Una suerte de «gobierno en la sombra» al que le atribuyó la potestad de elaborar propuestas para el programa electoral con el que concurriría la formación a las generales de diciembre. Entre los elegidos estaba el polifacético Jordi Sevilla que desde que asumió el rol de experto económico ha desempeñado un papel fundamental en el PSOE, que le ha llevado a encabezar el equipo negociador para la investidura, pero que sin embargo le ha dejado fuera del Comité electoral. Otro de los perfiles que Sánchez valora es el de Ángel Gabilondo como ministro de Educación, dada su amplia experiencia en esta materia, una cartera que separaría de la de Cultura, compromiso que asumió en la pasada campaña.

Otro de los independientes que Sánchez reclutó para aquel equipo y que podría rescatar ahora es el de Rafael Bengoa como titular de Sanidad. Este doctor en Medicina y ex consejero de Sanidad del Gobierno vasco de Patxi López fue uno de los impulsores de la reforma sanitaria de Barack Obama en 2012. Además de independientes, Sánchez también cuenta con dirigentes del partido con una amplia trayectoria profesional como Magdalena Valerio (Bienestar Social) o Teresa Rivera (Medio Ambiente).

Según fuentes consultadas por LA RAZÓN, es «prácticamente definitivo» que Sánchez no contará con Luz Rodríguez para recuperar el «cuatro» por Madrid. La secretaria de Empleo de la Ejecutiva cedió en diciembre su puesto a Lozano y fue desplazada a cabeza de cartel por Guadalajara, cuyo candidato, Pablo Bellido, era temporalmente apartado por una imputación que ahora que se ha demostrado que era infundada le permite recuperar su puesto.