El desafío independentista
Santi Vila presenta su dimisión
El consejero, crítico con la independencia, se sumaría a otros ocho diputados que votarían en contra.
El consejero, crítico con la independencia, se sumaría a otros ocho diputados que votarían en contra.
El PDeCAT no está en su mejor momento. En el Consell de Govern todos los consejeros republicanos se pronunciaron ayer contra la convocatoria de elecciones junto con Jordi Turull, rival de Marta Pascal en el partido nacionalista. Se quedaron solos los consejeros del PDeCAT. Cuando Carles Puigdemont hizo pública la posibilidad de convocatoria, dos diputados nacionalistas se apresuraron a presentar su dimisión: Albert Batalla, alcalde de La Seo d’Urgell (Lérida) y Jordi Cuminal. Pero no fueron las únicas bajas, ya que a última hora, el consejero de Empresa, Santi Vila, presentó su dimisión al president de la Generalitat. Se trata de uno de los consejeros más críticos con la declaración unilateral. «Dimito. Mis intentos de diálogo nuevamente han fracasado. Espero haber sido útil hasta el último minuto al president y a los catalenes», escribió en Twitter.
En el caso de Batalla y Cuminal, ambos forman parte de una plataforma que lleva meses planteándose la creación de un nuevo partido. En ella se encuentran, entre otros, Miquel Busch, presidente de la ACM, Josep Rius, asesor de Puigdemont, o Mercè Homs, hermana del ex conseller Francesc Homs. Hace unos días mantuvieron una reunión en Montserrat para tantear esta opción, que parecía hacerse realidad ayer por la mañana, aunque se ha enfriado después del paso atrás de Puigdemont.
Por el otro lado, un grupo de diputados contrarios a una declaración de independencia estarían planteándose no votarla si al final la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, se abre a esta posibilidad. Desde ERC afirman que Forcadell planteará las votaciones. Entonces, hasta ocho diputados del PDeCAT podrían romper la disciplina de voto. Entre ellos podría encontrarse Marta Pascal, aunque su entorno lo niega rotundamente.
En caso que Puigdemont planteara la votación y Forcadell la aceptara, si estos diputados se abstienen o votan en contra, la DUI no tendría ninguna posibilidad de salir porque Junts pel Sí se quedaría con 53 diputados, dejando al independentismo con sólo 63, los mismos que los constitucionalistas y Catalunya Sí que es Pot. Deshacer el empate quedaría en manos del diputado no adscrito Germà Gordó, que acosado por los casos de corrupción se dio de baja del PDeCAT.
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