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Defensa

¿Tiene relevo la Armada para el patrullero “Infanta Elena”, que será dado de baja el viernes, y para su gemelo “Infanta Cristina”?

Construido por Bazán fue entregado a la Armada el 12 de abril de 1980. El acto de despedida tendrá lugar en el muelle Juan de Borbón y será presidido por el Almirante Jefe del Arsenal de Cartagena.

El patrullero de altura 'Infanta Elena', con base en Cartagena (Murcia), concluye su última patrulla de vigilancia y seguridad marítima, tras casi 43 años de servicio Fernando Truyols González

La Armada dará de baja este viernes 17 de marzo el patrullero de altura Infanta Elena, tras casi 43 años en servicios, con más de 730.000 millas recorridas y 4.200 días de mar.

El acto de despedida tendrá lugar en el muelle Juan de Borbón y será presidido por el Almirante Jefe del Arsenal de Cartagena (Alarcart), el vicealmirante Pedro Luis de la Puente García-Ganges. Al acto acudirán autoridades civiles y militares; a la vez que antiguos comandantes y antiguos miembros de la dotación.

El patrullero causará oficialmente baja en la Lista Oficial de Buques de la Armada, conocida por sus siglas LOBA, si bien, finalizó su vida operativa hace ya unos meses, en octubre de 2022.

El "Infanta Elena" es la tercera de las corbetas de la clase Descubierta y fue botada por la Empresa Nacional Bazán -hoy Navantia- el 14 de septiembre de 1976. El 13 de enero de 2004 y tras finalizar las obras de remodelación, fue reclasificada a patrullero de altura con numeral de costado P-76.

A lo largo de su periodo útil participó en diferentes despliegues operativos y misiones internacionales, como la Operación 'Atalanta', contra la piratería en Somalia, la lucha contra la piratería en el Golfo de Guinea, la Guerra del Golfo y la Operación 'Perejil'.

Por su parte, el patrullero gemelo del Infanta Elena, el Infanta Cristina, nacido también como corbeta en 1980, también será dado de baja aunque continuará en servicio en la Armada un año más, “hasta iniciar su proceso de baja previsiblemente en el segundo semestre de 2023″. Aunque la orden no está firmada aún, el Estado Mayor de la Armada ha finalizado el análisis de impacto sobre el futuro del buque, “determinando la conveniencia de iniciar el proceso de baja” el próximo año.

¿Tienen repuesto en la Armada española estos buques? Pues inmediatamente no. Las misiones de estos buques serán asignadas al resto de patrulleros oceánicos de la Armada. La Flota dispondrá tras su retirada de diez patrulleros oceánicos (seis clase BAM y cuatro clase Serviola), ), a los que hay que sumar tres patrulleros clase Anaga (Medas, Tabarca y Tagomago). En este último caso, no obstante, la Armada matiza que tras “sus 41 años de servicio se hace necesario planear su relevo en el corto/medio plazo”.

En el medio y largo plazo, la Armada señala además que la previsión es sustituir los cuatro patrulleros Serviola (Serviola, Centinela, Vigía y Atalaya) por otras cuatro unidades de la corbeta europea, un programa que forma parte de la Cooperación Estructurada Permanente de la UE (Pesco por sus siglas en inglés). Esta iniciativa, liderada a nivel industrial por Navantia, Fincantieri y Naval Group, recibió el pasado año 60 millones de euros en la primera convocatoria del Fondo Europeo de Defensa. El objetivo es el desarrollo de una corbeta modular, flexible, interoperable e innovadora con tecnologías de última generación.

Esta corbeta será denominada en España Buque de Protección Marítima y sustituirá a partir de 2030 a los cuatro patrulleros Serviola, según el calendario previsto, y también a los veteranos patrulleros ya mencionados Infanta Elena y el Infanta Cristina. El programa apuesta básicamente por el diseño de un único buque para las cuatro armadas que contará con diferentes versiones o configuraciones de acuerdo con las necesidades de cada país. El punto de partida es una embarcación de 3.500 toneladas de desplazamiento, eslora de 100 metros y cinco metros de calado.

La corbeta desempeñará en líneas generales misiones de vigilancia y seguridad marítima en escenarios de baja intensidad (interdicción marítima, defensa costera, asistencia humanitaria o ante emergencias). En España, la Armada contempla que los BPM puedan además efectuar misiones de escolta limitada de unidades de porte menor, como agrupaciones de cazaminas, mando de grupos de ataque de superficie, así como apoyo al despliegue en tierra de unidades anfibias y de fuerzas de operaciones especiales, según recoge el último número de la revista Red, publicación oficial del Ministerio de Defensa.

La Armada apuesta por volcar en este programa las lecciones aprendidas después de más de una década de operación con los Buques de Acción Marítima (BAM). El primero de la serie, el Meteoro, entró en servicio en 2011. España, al igual que Francia, está interesada en un buque Multiusos de Largo Alcance (LRM, en inglés) con una gran autonomía, hasta 45 días y unas 8.000 millas náuticas, para misiones de larga duración a baja velocidad en zonas muy alejadas de territorio nacional como las operaciones de seguridad marítima en el Golfo de Guinea o de lucha contra la piratería en el Índico.

Principales características

La corbeta llevará sistema de armas y sensores que aportarán capacidad de supervivencia y autodefensa frente amenazas en superficie, aéreas y submarinas, e incorporará tecnologías para hacer frente a la guerra híbrida o las armas de ataque autónomas, conocidas como merodeadoras o loetering, explica en un artículo en la revista el capitán de corbeta Jaime Rodríguez Tortosa, representante español en el proyecto EPC hasta hace muy poco.

El barco, con una tripulación de alrededor de 100 marineros, contará también en popa con una cubierta de vuelo y hangar para un helicóptero ligero o medio y podrá embarcar y operar con sistemas aéreos no tripulados de ala fija o rotatoria. La planta propulsora constará de dos motores eléctricos y otros dos diésel que permitirán alcanzar una velocidad máxima de más de 24 nudos y sostenida de 14 nudos.

Claves

El principal objetivo del acuerdo firmado este lunes será desarrollar el diseño inicial del buque, maximizando las innovaciones, sinergias y colaboración entre la industria naval europea a través de la participación de:

4 países bajo la bandera del proyecto PESCO (Cooperación Estructurada Permanente) (Italia, Francia, España y Grecia)

6 países involucrados en la cofinanciación (Italia, Francia, España, Grecia, Dinamarca y Noruega)

3 principales industrias europeas de construcción naval (Fincantieri, Naval Group y Navantia)

40 empresas de sistemas y equipos marítimos de 12 países de la UE

Trayectoria

Construido como la tercera corbeta de la clase “Descubierta” por la Empresa Nacional Bazán en Cartagena, fue entregado a la Armada el 12 de abril de 1980. La Infanta Elena le entregó su bandera de combate en Alicante el 10 de junio de 1983. Entre septiembre de 2004 y junio de 2005 se realizan las obras de transformación a Patrullero de Altura (P-76). Tiene su base en Cartagena.

Como corbeta ha participado en diversos ejercicios nacionales y de la OTAN, y ha realizado en numerosas ocasiones el crucero de fin de curso de Guardiasmarinas. Ha formado parte de la Fuerza Multinacional de Interceptación en el Mar Rojo durante el bloqueo naval impuesto por la ONU contra Irak en 1991 y ha participado en la operación “Romeo Sierra” durante la crisis del islote Perejil.

Como patrullero de altura, ha formado parte del dispositivo naval de lucha contra la piratería de la Fuerza Naval Europea, “Operación Atalanta”. Ha tenido además la misión de escoltar al tráfico mercante vulnerable, especialmente los buques del Programa Mundial de Alimentos, en su tránsito por el Golfo de Adén. Otra de sus misiones ha sido la protección y control de las actividades pesqueras en la cuenca de Somalia.

El Comandante del buque es el capitán de corbeta Narciso Donoso Alonso y tiene una dotación 80 personas. Estaba armado con 4cuatro misiles HARPOON. Un montaje OTO MELARA 76/62, una ametralladora OERLIKON 20/120, dos ametralladoras BROWNING 12,7mm y cuatro lanzadores CHAFF.

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