El desafío independentista
Torra prescindirá de Rull y Turull
El president asume que los encarcelados no podrán tomar posesión
El president asume que los encarcelados no podrán tomar posesión.
Cuando Carles Puigdemont dio el paso al lado para ceder el testigo como candidato a la presidencia de la Generalitat, advirtió de que emprendería una operación política y judicial contra el Estado. Parte de esa estrategia de desgaste se ha llevado a cabo durante estos meses con los distintos intentos de investidura, y ahora, se ha hecho extensivo a la composición del Govern con la inclusión de cuatro consellers envueltos en causas judiciales por el «procés» (dos encarcelados y dos fugados), a pesar de las advertencias del Gobierno. Por el momento, el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy dejará sin validez el decreto que firmó el sábado el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el que nombró a los miembros del Ejecutivo, aunque la decisión servirá a JxCat para intentar situar de nuevo al Estado en un aprieto jurídico: si la Moncloa no publica el decreto, algunas voces de la formación independentista ya denunciaron de que podría estar incurriendo en un delito de prevaricación y avanzaron que tomarán acciones legales. «No me puedo imaginar que el Gobierno español incumpla la ley. Nosotros esperamos que se publique», insistió Torra por la tarde en declaraciones a los medios durante una visita a Vilafranca del Penedés (Barcelona).
En este sentido, el president especificó también ayer en una entrevista en el «Punt Avui» de que el objetivo era constatar cómo reaccionaba el Gobierno para ir poniendo en evidencia «sus nulos estándares democráticos»: «Todo esto nos puede ayudar, caso a caso, a ganar el caso completo». De esas palabras, por tanto, se desprendió el ánimo de plantear un pulso al Estado y la escasa confianza que tiene en que fructifique un Govern con encarcelados y fugados. En esa línea, fio la toma de posesión de los consellers encarcelados, Jordi Turull (Presidencia) y Josep Rull (Territorio), a su salida de prisión y descartó que se pueda desplazar hasta Madrid para que juren el cargo ya que su autoridad se circunscribe a la jurisdicción catalana. Asimismo, Toni Comín y Lluís Puig, fugados en Bélgica y candidatos a consellers de Sanidad y Cultura, dejaron entrever el sábado las dificultades que entrañaría asumir las riendas de un departamento desde el exterior y se comprometieron a dimitir «en una semana» si no podían desempeñar sus funciones correctamente.
Sin embargo, toda esta estrategia de confrontación con el Estado sigue contando con el rechazo de ERC, que desde el 21-D ha apostado por la formación de un Govern efectivo que permita levantar la intervención autonómica. Fuentes de la dirección de los republicanos aseguraron ayer a este diario que el líder del partido, Oriol Junqueras, pedirá hoy a Torra que forme un Govern efectivo durante la visita que tiene programada el president a todos los presos en Madrid. «La actual situación no nos lleva a ninguna parte», asumen. Ese deseo de Junqueras, sin embargo, parece que se cumplirá ya que Torra no tiene previsto ampliar los plazos para que los consellers tomen posesión y la ceremonia se mantendrá el miércoles. Para ello, deberá modificar en las próximas horas el decreto de nombramiento e incluir solo políticos libres de cargas judiciales. Como alternativas están Elsa Artadi en Presidencia; Damià Calvet en Territorio; David Elvira en Sanidad; y, Laura Borràs en Cultura. Una vez juren el cargo todos ellos, sí que se levantará la aplicación del 155 y el jueves o el viernes está previsto que Torra comparezca ante el Parlament para dar cuenta de la estructura y composición del Govern.
A partir de entonces, se pondrá en marcha con todos los efectos el Ejecutivo. En paralelo, seguirá alimentando el papel y la incidencia de Puigdemont en la política catalana con una visita periódica –que podría ser cada 15 días– y la movilización ciudadana para construir la república catalana. Por este lado, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzie, llamó a todas las entidades y organizaciones a manifestarse para «hacer inviable la provocación» que representa que el Estado prolongue la aplicación del 155 y no permite que consellers encarcelados y fugados puedan participar del Govern. Asimismo, insistió en que no se pierda de vista el mandato del referéndum ilegal del 1 de octubre, algo que a lo que Torra ya hizo referencia el pasado viernes en su primera carta dirigida a Rajoy para pedirle diálogo. Asimismo, los «comunes» y Units per Avançar (partido integrado en el grupo parlamentario del PSC) también se posicionaron a favor de que el Gobierno publique en el Diario Oficial de la Generalitat el decreto de los nombramientos, aunque consideraron que ese Govern sería poco «real».
Más allá de ello, las críticas por la falta de paridad en el Govern (11 hombres y tres mujeres) volvieron a surgir ayer, y en este caso, provinieron por parte de la portavoz de ERC, Marta Vilalta, quien reconoció que «han fallado» en la composición del Govern. «es una acción de restitución, de dignidad y de poder respetar la voluntad de los propios consellers», zanjó.
Torra llega a Estremera donde inicia la visita a los presos independentistas
El presidente catalán ha llegado a las 9:25 horas a la cárcel de Estremera donde visitará a los exconsellers Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull en una jornada en la que prevé también encontrarse con los encarcelados en las prisiones madrileñas de Alcálá-Meco y Soto del Real.
Tras el encuentro, el presidente comparecerá ante los medios de comunicación para posteriormente desplazarse a la cárcel de mujeres de Alcalá-Meco, donde tiene acordada a las 12:45 una visita a la exconsellera Dolors Bassa y a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell.
Por la tarde, Torra acudirá a la cárcel de Soto del Real donde se verá con los expresidentes de la ANC y Òmnium Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente, informa Efe.
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